Capítulo 15

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"Todo lo que eres"


La habitación está en total silencio tal y como están mis pensamientos en estos momentos. Lo único que se puede escuchar es el sonido del aparato que mide los latidos del corazón de Cori. Luego de eso... nada. Ni tan siquiera nuestra respiración. Es tan sofocante, tan pesado este silencio, tan suicida que me recuerda levemente a mi habitación.

Cori está dormido. Tiene cables por todos lados, está pálido y tiene tubos que entran por su boca para ayudarlo a respirar. Un catéter en su mano derecha y un pequeño y cuadrado aparatito con forma de clip en el dedo índice de su mano izquierda terminan de darle ese aspecto tan demacrado. ¿Cómo ha sucedido esto? Si ayer... ayer estaba bien, no se le notaba enfermo e incluso nos la pasamos jugando videojuegos. ¿Es esto una broma de mal gusto?

—Deberías de descansar un poco—me sugiere Kathy—. Ya casi son las tres de la madrugada y no has dormido nada.

He estado al lado de la cama de Cori, esperando, simplemente a la expectativa de que despierte, que abra sus ojos y poder ver esas pupilas verdes nuevamente, pero aun no sucede, y mientras no pase no pienso moverme.

Los padres de Cori están acá, con los ánimos tan decaídos como los míos. Karla está aquí, André, Kathy, mis padres... todos están en el hospital y nadie ha querido retirarse. Incluso Casey ha avisado que no tardará en venir con el hermano del padre de Cori. Y no es para menos; es de Cori de quien estoy hablando y quien está enfermo.

—Me quedaré aquí, no te preocupes—le digo con un inminente deseo de permanecer junto a Cori—. Esto es lo menos que puedo hacer.

—Si no lo haces, incluso preocuparás a Cori, Sasha—me dice André que ha permanecido de pie por un largo rato, limitándose a observarme y a observar a Cori.

—Ve y descansa—me vuelve a sugerir Kathy—. Ve con Karla a descansar aunque sea al sillón en la sala de espera. Nos quedaremos con André aquí.

—Prefiero quedarme—se defiende Karla—. No estoy cansada.

André y Kathy nos miran un tanto preocupados, pero deciden ya no insistir más en el asunto. No es que tenga deseos de salir de acá, la verdad no quiero hacerlo. No en estos momentos en los que no sé qué está pasando con Cori exactamente. Me preocupa demasiado como para poder apartarme de él por unos segundos, y es seguramente por lo mismo por lo cual Karla no se va a descansar tampoco. La comprendo, puedo entender su tangible necesidad de percibir como el tiempo pasa con la esperanza de ver mejor a Cori, a sabiendas que es incierto el estado de salud de él.

—Iremos por un poco de café a la cafetería—nos dice Kathy, cogiendo a André por el brazo—. Así podremos soportar más el cansancio.

—No es necesario que se queden, chicos—les dice la señora Woller—. Si lo desean, pueden regresar a casa a descansar.

André niega con su cabeza y le dedica una sonrisa consoladora que para estos momentos es tan necesaria.

—No se preocupe Cecilia—le dice André—. Esto... esto nos concierne tanto a ellos como a nosotros.

Dicho esto, André y Kathy salen en busca del café y volvemos a quedar solo Karla, Cecilia—la madre de Cori—, el padre de Cori, Cori y yo en está silenciosa habitación. Mis padres están afuera hablando con los médicos en busca de una solución. Al ser genetistas tienen ciertas influencias sobre bancos de donantes para este tipo de situaciones y están viendo la posibilidad de poder conseguir lo más pronto posible el trasplante de medula que se necesita. Pero esto al igual que el caso de Emily, es una bomba de tiempo en la cual desconocemos el cronometro regresivo.

Sasha: Diario de un chico adolescente (Vol. II)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin