— Porque ni yo mismo quería aceptar esto, es tan raro... no me gusta —levanta la mirada y me mira a los ojos— no me gusta sentirme así, ¿Puedes ayudarme a no sentirme así?.

— Creo que estas enamorado..., y no puedo Jasón, eso solo viene de ti mismo. Pero enamorarse no es malo Jasón, es lindo y para alguien como tú que nunca te has enamorado de alguien... sería bueno experimentar algo así.

— No quiero, sabes como soy. Yo no sirvo para ese tipo de relaciones, lo sabes. No puedo siquiera pensarlo.

— Jasón, tarde o temprano de vez dejar eso y experimentar lo que es tener una relación seria. Quizás ella sea la primera.

— No —este me soltó y se sentó— no quiero, no lo haré.

Me senté enseguida y fruncí el ceño.

— ¡¿Qué es lo que te asusta?! ¿Por qué no quieres intentarlo?

— No quiero sufrir como papá, no quiero estar como él. El amor es una bomba, que tarde o temprano explota dañando a las personas —luego las lágrimas comenzaron a invadir sus ojos y a los segundos también comencé a llorar, le abrace y este correspondió a mi abrazo— No quiero... de verdad no quiero… ella no me gusta. Y jamás me va a gustar de esa forma.

— Jasón, tranquilo... Shh.... Shh —le dije, no sabía lo que aquello le había afectado, no sabía que lo de su madre había hecho que él se haya vuelto de esa forma— Jasón... no a todos les sucederá eso, lo de tu madre fue realmente lamentable... pero créeme cuando te digo que esto no te volverá a pasar. Te lo prometo.

— Te quiero, Elí. De verdad te quiero mucho, gracias por estar conmigo y por favor nunca me dejes —me dice él aun llorando, me rompía el corazón verlo así, no me gustaba verlo en este estado.

— Yo también te quiero Jasón. —le dije y acaricie su cabello, eso siempre lo había tranquilizado desde pequeño. Recuerdo que cuando éramos pequeños y me quedaba a dormir en su casa —o él en la mía— habían noches en las que él tenía pesadillas, y cuando comenzaba a llorar por eso yo siempre le acariciaba el cabello para que se tranquilizara y después se volvía a quedar dormido. Es la mejor técnica que encontré para calmarlo.

— ¿Puedo quedarme esta noche?, además... —sacó su teléfono celular y lo encendió- ya es tarde. Es peligroso andar a estas horas para un hombre tan guapo como yo.

—reí— Por supuesto, pueden hacerte algo —le dije con preocupación fingida— Puedes quedarte, busca un pijama y cámbiate que yo haré lo mismo. Yo pido el baño, tú cámbiate aquí.

— Esta bien, sigo sin entender porque no quieres que nos cambiemos en una misma habitación, somos amigos desde hace once años. Además de que no sentimos nada por el otro más que amor de hermanos —dice él mientras se levanta de la cama y se dirigí al armario para buscarse un pijama. Jasón tenía un par de ropa en mi casa ya que en ocasiones se quedaba a dormir aquí, y yo también tenía algunas en la suya por la misma razón.

— Aún así eres un hombre Jasón, no me desnudaré en frente de ti. Además que pensaran mis padres si lo hiciera, ya al menos nos dejan dormir con la puerta cerrada. -este comenzó a reír, supongo que recordando aquello. Cuando éramos pequeños nos dejaban dormir juntos pero a medida que crecemos creían que no era buena idea que nos dejaran dormir juntos, primero porque no se vería bien y porque también creían que era peligroso de alguna forma. Pero nosotros estábamos acostumbrados a estar juntos, e incluso dormir juntos así que decidieron dejarnos dormir juntos con la condición de dormir con la puerta abierta así hasta que a los quince años mostramos ningún interés de ese tipo por el otro así que nos dejaron dormir con la puerta cerrada— y aunque no sintamos eso por el otro, no quiere decir que no me da vergüenza desnudarme enfrente de ti.

Connected heartsWhere stories live. Discover now