Capítulo 004

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Créditos del personaje 'Cyrus' a TheLonelyFrozenWolf. Gracias por tu ofrecimiento.

Y el sonido cesó.

El hombre que estaba en la sala estaba extrañado, ¿ya se había cansado después de tres días solamente? Se incorporó mientras depositaba el periódico sobre el escritorio e inspeccionó la sala interior donde se encontraba Kano; en un rincón rodeado de la poca iluminación que se encontraba allí estaba, sin el rastro de sus Kagunes mientras estaba de cuclillas apoyando la barbilla en sus rodillas como una pequeña niña en busca del calor.

—Creo que... estoy lista —musitó, y a distancia se notó el cansancio en su voz. El hombre asintió con una sonrisa maliciosa en su rostro, luego, introdujo el diminuto material de metal teñido del color de cobre en la cerradura. La puerta se abrió, dándole paso para que su camino prosiguiera. En su mano izquierda se encontraba una cuchilla, pero no cualquier cuchilla; ésta estaba fundada de un Kakuhou extraído de un ghoul, por lo que podría afectarle a Kano gravemente. El hombre se fue acercando cada vez más, hasta que, llegó a la joven arrodillada. Alzó su brazo y, flexionando un poco su antebrazo empuñó la navaja y dejó caer su brazo sobre Kano. El líquido carmesí salpicó en las paredes y en el suelo, dejando la sangre esparcida, ensuciando lo que quedaba de limpio.

—Tu capricho de seguir a tu ídolo no ha funcionado. Recuerda quién lo mató y el porqué la vida le ha permitido el rechazo de su existencia —comentó con seriedad mientras hundía más el brazo del hombre. Aquella persona, había dejado que su peso cayera contra Kano, pero ésta reaccionó rápidamente, sujetando su brazo con fuerza y clavándosela en su estómago. Lo depositó con cuidado sobre el colchón desgastado y se apresuró a escapar del lúgubre lugar. Cuando llegó a la superficie, la anatomía de Kano le dio la bienvenida al cansancio, por lo que tuvo que sostenerse haciendo tacto con sus dedos sobre la húmeda pared; al parecer al salir a la superficie se había encontrado en un callejón, solo, deshabitado, sin el rechinido de las ruedas de los autos, sin las voces comunicándose a través del celular; nada. Al estar en una zona un tanto alejada del distrito, se podía apreciar con calma el único sonido que merodeaba por ahí: la cálida brisa. Caminó con dificultad hasta un poco más en la zona en donde había mas bullicio. Entonces, en su caminata, se encontró con un joven de cabello castaño, con un ojo como el cielo y el otro se encontraba ocultado bajo un mechón carmesí. Estaba apoyando su espalda contra la pared cubierta de ladrillos. No lo vió peligroso, pero fue con cuidado a preguntarle sobre algo.

—Hey tú —llamó la atención del chico, éste volteó levemente su cabeza fijando su vista en Kano—. ¿Sabes dónde está el edificio del CCG? Me he perdido un poco.

—¿Para qué? —preguntó con un tono un tanto frívolo. Kano dudó en responder, pero optó que sería buena idea, ya que el tiempo lamentablemente no la esperaba a ella.

—Estuve encerrada en una especie de cárcel. Y en ese lugar, recordé que los ghouls que son atrapados por el CCG deben de sufrir mucho más que yo, es por eso que quiero darles su merecido —respondió, y en su voz pareciera que no le importara lo que iría a ocurrir. Aquella persona se sorprendió, pero decidió indicarle por donde ir. Kano asintió y caminó por un camino más iluminado, pero se detuvo y volteó su cuello un poco—. ¿Me podrías acompañar hasta el edificio? No adentro, sino hasta afuera. Es que me olvidé el camino otra vez.

El chico bufó con molestia, y le respondió cortante:

—No te ayudaré, no te conozco.

—Kano, mi nombre es Kano —comentó ella mientras posaba su mirada sobre él. El joven le dedicó una mirada filosa, y de pronto los recuerdos del rey de Tsuyo trazaron su mente. Pero decidió que no era buen momento para que sus memorias se desentierren de su profundo letargo.

—Está bien. Te ayudaré —añadió mientras se colocaba al frente de Kano y la guiaba con sus pasos.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Kano curiosa, mientras lo seguía por detrás.

—Cyrus —musitó cortante. En su caminata, ninguno emitió ningún sonido. Cuando llegaron a su destino, Kano le susurró un gracias con una leve sonrisa. Estaba al frente del edifico, sintió su corazón latir con más fuerza de lo normal por el nerviosismo, pero estaba decidida.

Le iba a demostrar al CCG que los ghouls también son humanos.

Ookami «Tokyo Ghoul» (#FanficAwards)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora