Mío (Kaisoo)

Parte ocho: Ira

Parte ocho: Ira

–Si sigues bebiendo así vas a tener un poco de sangre en tu torrente alcohólico.

Baekhyun le retira el quinto vaso de quien sabe qué y el menor se queja como niño pequeño, pataleando enojado.

–¡Dámelo, es mío!

–Todo es tuyo, pequeño egoísta– el chico se deshace del vaso y suspira.

–¿Hasta cuándo vas a estar en este estado? Sólo bebes, no comes, no duermes, estás hecho esta porquería. ¿Qué intentas hacer?

Unos ojos inyectados de sangre se posan sobre Baekhyun y sólo se puede ver tristeza y desolación.

–Morir.

Un escalofrío recorrió la espina de Baekhyun que sintió que todo su cuerpo temblaba por un segundo.

–¡Ya! ¡Idiota! No digas cosas como esas. ¡Idiota!

–Sólo tengo una pequeña esperanza, pero ya no puedo confiar en mi instinto. ¿Sabes cuál es mi problema? Que incluso después de oír todas esas cosas horribles, todavía pienso que es mentira. No puede estar con Kris, ¿verdad? Yo vi como sus ojos se llenaron de lágrimas y lo devastado que estaba cuando salí. Estoy seguro de que le están obligando a hacer esto, una persona no puede cambiar de un día para el otro.

–Tal vez... y sólo tal vez ¿no te has puesto a pensar que D.O....?

–¿Estás dudando de él?– la repentina acusación hizo que Baek se sobresaltara. –¿Acaso piensas que él realmente nos haría esto por su voluntad? ¿pensarías eso de Chanyeol?

–Kai, Chanyeol es diferente– se justifica el mayor, pero Kai niega con la cabeza insistentemente.

–Para mi D.O es como para ti Chanyeol. Intento leer su mente, pensar lo que está pensando, hacer algo para ayudarlo, pero no encuentro nada porque estoy abrumado por los sentimientos. Intento comprender que no es mío, que no me pertenece, que no es una cosa, pero recuerdo cada momento y me vuelvo loco.

–Kai, estás ebrio. ¿Estás absolutamente seguro que quieres confesarme todas estas cosas a mí? Recuerda que una de mis especialidades es chantajearte.

Baek acaricia su rostro con ternura, intentando para ese enorme flujo de sentimientos que el chico tenía, pero no parecía querer parar, así que lo dejó continuar.

–¿Por qué, Kyungsoo? ¿por qué? ¿por qué te fuiste sin decirme nada ese día? Estuve haciendo tantos esfuerzos para poder llegar a algo y... ahora que ha acabado no estoy listo para que esto se rompa. No se me ocurre ninguna forma en la que le pueda sacar la verdad. Esperar es un infierno, uno eterno que no tiene fin. Así grite y te llame hasta quedarme ronco no vas a responder, ¿verdad? Porque ya no me quieres.

–Por todos los demonios del infierno, Kim Jongin. ¡De todas las cosas que jamás pensé que te vería hacer era llorar por amor! ¡Estoy llorando yo también! ¡Idiota!– Baek golpea su hombro y se seca las lágrimas con cuidado de no correr su delineador.

–Lo sé, soy un idiota. Todo esto es mi culpa.

–Ya. Basta. No puedo seguir tolerando nada de eso. Vamos a recuperar a D.O, ¿escuchaste? ¡Deja de llorar! Levanta ese gordo trasero de ahí, lávate la cara y vamos a ver que podemos hacer.

–¿Cómo se supone que haremos eso? No se puede, no importa lo que piense. No hay forma en que podamos sacarlo de ahí, no si está convencido de que es mejor mentirme de esta manera no vamos a poder cambiar su opinión.

–¡D.O no es de esa manera! Él no nos haría algo así, tú mismo lo dijiste. De seguro tiene un plan. ¡Vas a ver!

Baek abraza a Kai e intenta consolarlo, pero nada puede hacerlo. Si Kyungsoo está fingiendo por su propio bien, se siente egoísta e impotente de no poder ayudarlo. Si él realmente va a dejarlo y quedarse con Kris porque eso le conviene más, todo él quedará totalmente destrozado por el despecho y el dolor.