Parte uno: El darse cuenta de las cosas

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Parte uno: El darse cuenta de las cosas

Un fuerte rodillazo se clava en el vientre de D.O. Sus rodillas duelen cuando chocan contra el suelo. Ya ahí, un traicionero pie lo empuja haciéndole perder el equilibrio y haciéndole caer por completo.

Pequeñas piedritas se incrustan en sus rodillas a pesar de que la tela del pantalón quela cubre, otras no tienen compasión con la piel de sus manos y está seguro que sangra ahí también. El golpe en su estómago fue fuerte también. Otro moretón más a su colección.

-¿Por qué siempre tienes que darme la contra?- La voz de Kai resuena en sus oídos y en ese momento busca sus ojos para lanzarle una mirada llena de dolor, pero sobretodo de resentimiento.

Le es difícil mantenerla de todas formas, porque uno de sus ojos golpeados insiste en querer cerrarse y el sudor, que no se puede limpiar en ese momento, cae por su frente y opaca su visión.

Está desafiándolo otra vez y Kai mueve la cabeza, casi reprobando su actitud. Los muchachos que han estado golpeándolo los últimos minutos esperan una nueva orden.

Kai lo piensa un rato y finalmente hace un gesto de que se vayan. Eso los sorprende, pero obedecen sin hacer ni una sola pregunta, incluso con una pequeña reverencia como despedida.

Si tan sólo D.O aprendiera un poco de ellos. Él no es sumiso, para nada. No tiene miedo, no le importa ser golpeado, resiste casi con terquedad a su autoridad y eso lo irrita porque sí obedece a los demás. Sigue casi ciegamente a Suho a cualquier parte, así eso le ponga en otros peligro. Es increíblemente fiel y, en general, no tiene problemas con nadie.

Pero con Kai la historia es diferente. Siempre responde y se opone a él, ya sea para tomar decisiones o para comentar cualquier cosa y llevarle la contraria. Eso provoca que Kai quiera golpearlo, quiera volverlo tan rastrero como los demás, que bese por donde el pase y que lo obedezca sin dudar, sin pensar, sin pestañear. Todos deben hacerlo en el grupo y D.O está incluido.

Pero D.O tiene una fuerza de voluntad que raya en la tontería, creando un círculo vicioso en el que Kai siempre lo persigue y le ve peros a cualquier cosa que él haga o diga. Eso provocaba sus peligrosos encuentros donde no cedía, con actitud casi  masoquista.

Muchas veces, Suho se enteraba de los abusos de Kai y lo castigaba también, haciendo que lo golpeen exactamente como él ha hecho con D,O. Kris era otra historia, dependía de su humor del momento y eso variaba entre felicitarlo o darle una paliza con sus propias manos.

Las cosas habían  cambiado porque ya no había Kris y Suho estaba muy ocupado con otros asuntos más importantes que notar si Kai estaba haciendo de las suyas. Mientras cumpliera con sus encargos y su trabajo, y no descuidara la seguridad de nadie, no podían castigarlo.

Se supone que la seguridad de todos era uno de sus trabajos principales: que las personas del grupo estuvieran a salvo, cerciorarse de su bienestar.

Menos el de D.O.

Kai regresa a ver y encuentra unos enormes ojos clavados sobre él. Esa mirada le hizo tener ganas de golpearlo, otra vez.

El labio de D.O estaba partido, su mejilla hinchada, rastros de sangre se notaban en su blanca piel y mantenía esa profunda mirada atravesándolo, desafiante. Kai se acercó y lo alzó con fuerza. Ambos estuvieron de pie, pero el menor era evidentemente más alto.

-¿Vas a seguir mirándome de esa manera, D.O?- una pesada mano calló sobre su rostro un par de veces. Kai le daba unas palmaditas "amistosas", limpia su desastrosa ropa como símbolo de su supuesta buena voluntad.

-Deberías usar honoríficos, soy mayor que tú- Y, entre todas las cosas que pudo decir, tenía que salir con una provocación como esa. Realmente quería desquiciarlo.

-¿Es que acaso no lo entiendes? Puedes ser mayor que yo, pero aquí se maneja una jerarquía. Yo estoy más arriba. Y tú tienes... esa pequeña manía de darme la contra todo el tiempo, ¿sabes? Y eso me molesta.

D.O sintió como Kai tomaba su cabello y lo forzaba a mirarlo, evitó encontrar sus ojos. Se estaba volviendo loco. ¿Por qué estaba ahí en esas condiciones en ese mismo momento?

Porque tenía que sobrevivir.

Tenía que quedarse dentro de este grupo y aferrarse a él, de otra manera todo su mundo se derrumbaría.

Kai lo soltó repentinamente y su cuerpo chocó contra el suelo una vez más. D.O tuvo que cerrar los ojos, porque no debía llorar, no podía darse ese lujo, por mucho que doliera. Tenía que ponerse de pie otra vez. Tenía que superar su actual situación así pareciese irreal.

-¿Y cómo te llamo? ¿Sunbae?

Las palabras sorprendieron a Kai por un momento, era una buena broma. Tal vez debería obligarlo a llamarlo así por atreverse a soltar una burla de ese tipo. Una risa se escapó de sus labios, traicionándolo, así que simplemente lo dejó pasar.

-Te voy a contar algo, D.O. Te daré algunos consejos, ya que somos tan cercanos. Debes saber que cualquier cosa que viene de manera fácil, se irá de la misma forma. Este horrible mundo nos ha mostrado que debes tomar todo lo que puedas y nunca dar nada si quieres sobrevivir, pero no si eres parte de un grupo. ¿Comprendes ahora? En una pandilla somos uno. Ahora, regresando al principio te lo voy a pedir por última vez.Necesito el dinero que ganaste hoy, porque sé que lo ganaste.

-Suho me lo pidió y se lo daré a él, tal como me dijo.

Eso cambiaba totalmente las cosas. ¿Por qué demonios no empezó por ahí? De haber sabido eso en un inicio, simplemente lo hubiera dejado ir y caso solucionado. ¿Por qué llegar hasta esto punto? ¿Por qué dejar que lo golpearan hasta que todo se pusiera negro y estuviera a punto de desmayarse? ¿Acaso era parte de su show de víctima? Cuando Suho estaba, siempre se apoyaba en él para meterlo en problemas. Esta vez no parecía ser la excepción.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?- exige saber Kai, con su buen animo de cinco minutos totalmente esfumado.

-Jamás lo preguntaste. Llegaste, me pediste el dinero y como no te lo di empezaste a golpearme.- Lo que D.O decía era verdad, y si lo contaba de esa manera, definitivamente Suho iba a fastidiarse.

-Pudiste dar esa información y las cosas hubieran sido diferentes... y lo sabes. ¡Lo sabes!- Kai grita frustrado, no quiere una reta de Suho hoy. Suficientes ha tenido esta semana.

-¿Me hubieras creído?- pregunta D.O, con los estragos de la paliza cada vez más evidentes en su piel.

-¡Claro que sí! Cuando se trata de Suho, sé lo leal que puedes llegar a ser. Y, si hubieras mentido, lo hubiera averiguado de todas formas y ahí realmente te hubieras ganado estos golpes.

-No te mientas, Kai. Puede que tus seguidores crean todo lo que sale de tu boca o finjan que lo hacen, pero yo sé cuando mientes. Puedes irte al diablo con tu hipocresía de que me golpeas cuando me lo merezco. Lo haces cuando te place porque yo soy uno, ustedes son varios y tú... tú eres más fuerte.

-Cuida tus palabras. Este momento ya estoy molesto contigo por no haber dicho nada. ¿Lo hiciste para ir a quejarte con Suho como un niño pequeño y meterme en problemas?- quiere saber fastidiado el menor.

-¿Acaso soy un soplón? De todas las veces que me has humillado, jamás he abierto la boca. Siempre has sido descubierto por estúpido.

-¡Cuida lo que dices!- Esta vez, la advertencia sale como un grito.

-Malo, eso es lo que eres Kai... malo, malvado.

-Oh, por favor. No me vengas con eso, tú no eres un santo. Todos somos malos aquí y lo sabes.

-Si, lo sé, pero tú lo disfrutas. Porque eres un sádico. Porque eres un monstruo, Jongin.

-No caigas más abajo de lo que ya estás, D.O. Puede que yo sea muy... severo contigo, pero dentro de mi dominio estás mejor que fuera de él. Yo estoy a cargo de tu protección y si te portaras bien estarías perfectamente dentro también.

D.O sonrió de lado, incrédulo. Kai disfrutaba golpearlo, realmente lo hacía. Pero, ¿por qué?

-Siempre me he preguntado... ¿por qué haces esto? Y lo he pensado últimamente. Tal vez tú tengas una verdadera razón por la que te encanta golpearme y humillarme, Kai.

-¿Si? ¿Y cuál es esa razón, D.O?

Mío (Kaisoo)Where stories live. Discover now