Mío (Kaisoo)

Parte cinco: Un problema mayor

Parte cinco: Un problema mayor

Baekhyun está sentado con D.O a la hora del almuerzo. Contrario a lo que ambos pensarían, no se sienten incómodos. Han omitido por completo el hecho de que estuvieron juntos al estar ebrios y simplemente siguieron con su amistad como si nada.

Tres días han pasado desde que D.O vio por última vez a Kai. No hubo poder humano que lo convenciera, estaba realmente molesto y resentido en ese momento y poco faltó para que lo mandara sacando. Al día siguiente recibió una reta histórica por parte de Suho por su irresponsabilidad y que sus ideas que no fueran relacionadas con negocios no volverían a ser tomadas en cuenta.

Las cosas para Baekhyun tampoco estaban muy bien. Su pelea con Chanyeol no había mejorado nada y ahora estaban más molestos que antes, después de un patético intento de arreglar las cosas.

–Suho me ha pedido que vaya de viaje, como lo ha hecho con Kai y Sehun. No quiero hacerlo e incluso pensé en pedirle si puedo ir contigo, pero me ha enviado con Chanyeol. Tú no haces este tipo de trabajos.– Baek empujó con sus palillos un poco de la comida y luego suspiró –No sé si es una excelente oportunidad para que nos reconciliemos o una pésima situación para empeorar las cosas.

–Trata de no estar tan enojado con él. Se nota que está arrepentido y tuviste tu venganza– Baek carraspeó al escuchar las palabras de D.O –Ya déjense de tonterías y simplemente regresen a como estaban antes. No pueden darse el lujo de estar separados cuando se necesitan tanto. En todo sentido.

–Hablas como si no tuvieras el mismo, exacto problema con Kai– se burla el chico y D.O niega con la cabeza.

–No es lo mismo. Nosotros no somos pareja y este rato estoy molesto con él. Para mañana, no tendré el yeso en la pierna y podré patearlo si me vuelve a molestar. No quiero verlo ahora mismo.

–Vamos a ver si eres capaz de decir esas mismas cosas en su cara– provoca Baek con una sonrisa burlona.

–¡Puedo hacerlo!– se envalentona el muchacho.

–Entonces, hazlo– D.O debió darse cuenta antes que si Baek hablaba de esa manera, es porque algo se traía entre manos. Se dio la vuelta lentamente y, justo detrás de él a unos cuántos metros, Kai se servía la comida acompañado de Sehun.

–Te odio– responde D.O al verse descubierto en su grande y gorda mentira. –Me quedaré aquí callado y no diré nada más. En realidad... no quiero hablar con él ahora mismo.

–¿Qué fue lo que pasó? Pensé que habían arreglado las cosas. Generalmente, cuando Kai pelea contigo se pone de ultra malas. Ahora se ve bastante tranquilo.

D.O no pudo evitar mover un poco su cabeza para echarle un vistazo, le fue difícil y se acomodó en su asiento para disimular. Kai estaba en la fila esperando por su comida. No se le veía tranquilo, se veía triste, pero no estaba muy seguro de si Baekhyun sería capaz de diferenciarlo.

La seguridad se había triplicado desde la última visita de Kris y todos los destrozos que dejó a su paso, por lo tanto, el comedor se había convertido en un lugar donde se respiraba paz. Parecía como si todas esas personas estuvieran haciendo bien su trabajo, honestamente y se merecieran un descanso para comer. Un observador ajeno jamás diría que eran un pandilla que se hacía cargo de prostitutas, préstamos ilícitos de dinero, apuestas, venta de drogas y otros negocios turbios.

En realidad, también habían pequeños grupos que tenían tiendas e incluso puestos de comida y hasta cosas más grandes y costosas como autos, su único delito era que ese dinero iría a una organización tan poco legal como el ser del grupo de Suho. El dinero muchas veces sobraba y por eso podía darse ciertos lujos, pero al no ser dinero legal, era difícil darse otros.