ONE IN SEVEN BILLIONS [Jungkook] semi-hot. 2DA T.

Capítulo Diecisiete.

Maratón 1/?

Después de un largo tiempo en Japón, gracias a Hunter, hoy era mi último día de clases, luego de esto, seré la esposa de John, e infeliz por siempre. Bufé mirando a Min Ah guardando sus libros, no podría ni invitarla a la boda, me odiaba después de correrla de casa.

Mis compañeros se despedían unos de otros, Jungkook miraba perdido su libro, mientras Taehyung y Jimin charlaban, si bien Jungkook ya no hablaba con Jimin, con Tae si, pero si él y Jimin estaban juntos, Kook y Tae no hablaban. Prefería la soledad.

Yo traía un pedazo de lápiz entre los dedos, no quería salir de clases, no quería ir a casa, no quería pasar el infierno. Recargué mi cabeza en mis manos, sentía su mirada, miré de reojo y como lo suponía: Jungkook me estaba analizando, de pies a cabeza, con un rostro demacrado, ojeras, y un semblante de agotamiento.
– ________...-susurró. Fingí no escucharlo, quizás hasta yo escuché mal.-_________.-repitió.
– ¿Ah?-.me giré a verlo. Él lentamente esbozó una sonrisa.
– Te voy a extrañar.-susurró aún mirándome de esa forma. Mis ojos se humedecieron.

“¡Impide mi boda, Jungkook! Impídela". Eso era lo que gritaba mi mente, asentí sonriendo.
– Y yo a ti.-murmuré sollozando. Él inmediatamente se levantó de su asiento, y me abrazó, fue un abrazo tan dulce, tan lleno de dolor.
“Impídela".
“Impídela, por favor".

– Tú no estás enamorada de él, Hye, no lo estás.

*-*-*-*-*

Como bien dijo Jungkook, Hunter no me gustaba ni un poco, ya era guapo, pero ni aún así. Suspiré mirando como la maquillista hacía una obra de arte en mi rostro, mis manos temblaban de nervios. Joder, ¿qué me ocurre?
– Te noto rara, Hye, ¿dormiste bien?
– No dormí.-murmuré con la mirada triste, así me sentía deprimida.
– ¿Por qué si hoy es tu día?
– Sólo es su día, no el mío.-ella abrió los ojos como platos.
– ¿Te obligó a casarte con él?-.preguntó intrigada, asentí. Ella suspiró.
– Oh Jesus, no me gustaría estar en tu lugar, pero no te preocupes...-me sonrió.-Lo que no quieres que pase, no pasa y ya.
– Me amenazó, no puedo rajarme.-me reí. Ella abrió más los ojos.
– Vale, eso si está grave.

Sonreí, no era divertido, pero tenía que burlarme de mí.
Horas después estaba subiendo al auto que me llevaría a la catedral donde me casaría. Jodido día. Afuera de la iglesia me sorprendió ver a Min Ah, y al profesor Yeon, aquel que me descubrió en detención con Jungkook 6 años atrás.
Entonces todo encajó, cada pieza del rompecabezas estaba armada, Yeon Oh, maestro de Literatura y de la Biblioteca, le había dicho todo a Hunter, era lo más seguro, pero él sólo conocía la parte de detención, y Min Ah lo sabía todo.
Me traicionó. La odiaba.

Tomé mi velo y estuve a punto de arrancarlo, hasta que Rosie, la hermana de John, me jaló por el brazo, invitándome a entrar a la iglesia, donde minutos antes todos ellos entraron. Me solté de su agarre.
– Hye, por favor.
– No.
– Ahora.-se asomó por su bolso, un objeto brillante, sabía lo que era.-¿Entras o no?

Asentí nerviosa, sonriendo fingidamente, una lágrima rodó por mi mejilla al ver a mi padre en la entrada, ¿qué hacía aquí?
– Jung Oh...-murmuré mirándolo. Él me sonrió amargamente.
– Vine a acompañarte al altar, mi pequeña Hye.
– Ah.-tartamudeé.
– ¿Por qué no me dijiste que ibas a casarte?
– No quería decirte.
– ¡¿Y POR QUE NO QUISISTE?!-.me gritó mi papá desesperado llorando. Nunca lo había visto de esa forma.
– ¡Por que no quiero casarme, Jung!-.grité susurrando, cuidando de que Rosie no me escuchara. Tenía miedo de que le dijera a Hunter. Él arqueó la ceja tragando saliva.
– ¿Él te obligó?-.tartamudeó.
– Yo he sido una mala persona, papá.-bajé la cabeza.
– ¿Qué hiciste?
– Hace muchos años, cuando tenía 18, me acosté con siete hombres.
– ¿Qué?
– Eso, y Hunter me amenazó con decirle a todo el mundo, lo peor es que ellos son famosos.
– Y son siete.-me miró horrorizado.-No me digas que Yoon...-lo interrumpí.
– Nunca me presentaste a mi medio hermano, papá.
– Dios, ________, ¿te acostaste con Yoongi?-.cuestionó de una manera brutal.
– Así es pero yo no tenía ni una idea.
– Joder, Hye, ¿y qué piensas hacer?-.miré de reojo a Rosie.
– Casarme con Hunter, no quiero que Jungkook sufra por mi culpa, yo lo amo.

Amor, ese es el sentimiento que me inundaba cuando veía su rostro, su pelo, sus labios. Estaba profundamente enamorada de Jungkook.