Capítulo Uno.

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- Por este lado tenemos la torre de Tokio, fué terminada de construir en Octubre de 1958, y se abrió al público en Diciembre del mismo año...-murmuré. Los turistas extranjeros miraban con asombro el lugar.
Eran norteamericanos, y para mi opinión, mi inglés era demasiado bueno.

Entre los turistas, había un chico, muy diferente, de cabello castaño, ojos occidentales cafés, y piel blanca. Demasiado guapo, sonreí sonrojada, terminó el pequeño paseo, y seguí hablando sobre Tokio.
Realmente me gustaba Japón, habían demasiadas cosas interesantes, robótica, maquillaje, ropa, esculturas, era precioso.
Mi celular sonó al terminar el recorrido, era Hunter, mi jefe.

- ________...-habló con su voz nasal, no era que lo odiara, pero si él estuviese en un incendio, y yo tuviese agua, digamos que la tomaría, toda.
- ¿Qué pasó, señor Hunter?
- Mañana vas a llevar a unas personas a Shibuya, quiero que les muestres el barrio, ¿vale? Van a ir alrededor de 50 personas en el autobús, según estadísticas 12 hombres, y 38 mujeres.

Qué fastidio.
- Está bien...-suspiré.-¿A qué hora?
- A las 8.
- A esa hora no puedo, señor.-dije entredientes.
- No te pregunté si podías...-sentí su sonrisa del otro lado de la línea, jodido rabo verde. A mis 24 años ya podía analizar a la gente a mayor profundidad.
- Tengo una videollamada de mayor importancia a esa hora.

¡Y claro que lo era! Min Ah siempre era mayor importancia, tenía una preciosa niña de seis años, llamada Sul Lee, de cabello dorado, y ojos cafés claro, hija de Jin, la niña nunca ha conocido a su padre, él sólo cumple con su parte del trato: el dinero.
- ¿Crees que me importa tu vida personal, _______? Te he dicho que te quiero en Shibuya a las 8, fin.-colgó. Me froté la cara, sintiendo como la ira corría por mi cuerpo. ¡Lo odiaba!

*-*-*

Me desperté a las 4 de la mañana, para poder arreglarme, me vestí, desayuné y sali de casa a las 5. Me iba antes de la hora por que habían veces en las que me perdía por el barrio.

Llegué al barrio a las 7 de la mañana, faltaba una hora para que los turistas llegaran, me encontré a Nicolás, era un guía extranjero que venía de Argentina. Me sonrió.
- Hoy estás de suerte, ________, ¿escuchaste que te tocó un gran grupo de personas, no?
- Sí....-de sólo imaginarlo, se me revolvía el estómago.
- Va a estar un grupo coreano famoso entre los turistas.
- ¿De verdad?-.no sonreí, odiaba todo tipo de música pop coreana desde que Jungkook se había ido. Él asintió.
- Las otras 43 personas son fans, entre ellos sólo 5 hombres...-rió.-Al menos habrá chicos, ________, aquellos chicos coreanos jamás te mirarían, es su primera vez en Japón.
- No me importa, Nicolás, en serio.
- Deja de ser una amargada, no te he visto ningún novio desde que comenzaste a trabajar acá.
- Y nunca lo verás, créelo.
- ¿Por qué tan rencorosa con el amor?
- No te interesa.

Al cabo de una hora, los turistas comenzaron a llegar, muchísimas chicas con carteles en coreano dando apoyo. Hasta que vi algo me llamó la atención, una chica llevaba una blusa con una foto del grupo impresa, me acerqué a ella y no pude evitar abrir mis ojos como platos.
¿Que.mierda.estaba.pasando?
¡Eran ellos! Todos con una pose retadora, y se leía debajo DOPE. Al parecer habían decidido llamar a su grupo como su nombre de pandilla escolar. Busqué rápido la cara de Jungkook en el estampado, llevándome una gran sorpresa, él ya había crecido, y demasiado, llevaba un uniforme de policía puesto, y miraba sin expresión alguna, estúpidamente resultaba sexy.

Estúpidamente me seguía gustando.

Minutos después, se hicieron presentes los reyes de la fiesta. Mi corazón latió con fuerza, y subí rápidamente al autobús de turismo. Miré hacia adelante, sin mirar detrás de mí.
- Señorita...-escuché una voz, una maldita voz familiar. Tragué saliva.
- ¿Si?
- ¿Es usted de Japón o es extranjera?-.su japonés era terriblemente malo.
- Extranjera...-hablé en coreano.
- ¡Woh! Usted es coreana, me alegra saberlo, pero igual hable en japonés, sólo así nuestras fans comprenden.
- Entendido.

Miré por el rabillo del ojo al pelirrojo, Jimin. Todos estaban concentrados en sus celulares, minutos después, subieron las fans a acompañarlos.
Malditas. Suspiré, ¿cómo se atrevía Hunter a quitarme el tiempo dándoles un tour a siete chicos (entre ellos, un farsante)?

No iba a poder con esto. No, no.

ONE IN SEVEN BILLIONS [Jungkook] semi-hot. 2DA T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora