Capítulo Dieciséis.

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La asesora llegó a la hora indicada, y como dijo Hunter, me acompañó a comprar el vestido de novia, los zapatos, y el tocado, todo lo eligió ella, se ponía en mi lugar, ella tampoco se quiso casar cuando era joven, hoy en día amaba a su marido, pero antes fué un infierno. ¿Llegaría algún día a amar a John? No lo creía, ni quería, mi corazón sólo le pertenecía a una persona.

Después de un largo día, lleno de pesadez, resaca y náuseas, por fin me fui a la cama. Aún me preguntaba cómo sabían ellos que yo me hospedaba aquí, tal vez sólo era una casualidad. Bufé.

Escuché risas muy fuertes a un lado de mi habitación. Tenía que ser. Me levanté de mi cama furiosa, y salí de mi cuarto encaminada al de las risas, no dejaban dormir. Toqué la habitación 204 con fuerza. Eran las 2 de la mañana y me sentía furiosa, Hunter me traía como idiota, como un jodido muerto viviente.
Las personas se callaron y alguien me abrió la puerta.
– ¡Podrían call...-me callé mejor yo al ver a aquel muchacho de ojos grandes, y cabello castaño.
– Hye.-sonrió.
– Taehyung, ¿qué haces aquí?
– Hoseok te dijo que estábamos en Japón ¿no? Aquí hemos estado desde el sábado pasado.
– Ah, cierto.
– ¿Y cómo te sientes de ayer? ¿Ya hablaste con John?
– ¿Qué? ¿cómo sabes de eso, Taehyung?-.lo jalé hacia afuera de la habitación. Él se quejó.
– Tú nos dijiste ayer, Jungkook aún no sabe, pero aún así, ayer te encontramos ebria en el bar, él...-el castaño fué interrumpido por Jungkook.
– ¡Hola, Hye!-.me sonrió, me sonrojé.
– ¿Tú y yo, ayer?-.él me tapó la boca.
– Creo que es hora de hablar seriamente.-me llevó hasta mi habitación dejando a Taehyung ahí solo. Cerró con pestillo. Me senté sobre la cama.

Le miré con seriedad, como lo pidió, él se frotó la cara con su mano, suspiró profundamente.
– Mira, Hye, como sabes, tú y yo no somos nada, lo sabes ¿verdad?
– Lo sé.-dije sonriendo fingidamente. Me dolía, pero al final sólo era la verdad.
– Ayer, estuvimos con unas mujeres, los chicos y yo, Yoongi no, a él no le gustan esas cosas, ellas y nosotros fuimos al bar, yo senté a una mujer sobre mis piernas y la besé, pero tú nos viste.

La sangre caliente subió por mis venas. Él rápidamente se tapó la cara, y yo me sonrojé.
– ¿Y que...qué ocurrió?
– Te levantaste de tu lugar, y me gritaste cosas horrendas, nos deseaste la muerte, a Jimin y a mí, me siento realmente arrepentido, por que yo quiero ser para ti, Hye.
– Oh...-dije preocupada.-Tú ya no tienes que preocuparte por mí, Jungkook, puedes ser de todas aquellas mujeres.
– ¿Qué?-.sentí como su respiración se volvió pesada, como si tuviese una gran piedra sobre los hombros.
– Me voy a casar, Jungkook.

Abrió los ojos como platos.
– ¿Q...q...-tartamudeó.-qué me estás diciendo?
– Me voy a casar.
– No...-se puso las manos en la cintura, y bajó la cabeza, como si sintiera que me burlé de él, comenzó a sollozar.-¿Con quién, _______?-.me miró con lágrimas.

No me llamaba así seguido, era grave.

– Con mi jefe de turismo.
– ¡¿Hunter?!-.me reclamó.-¿Ese jodido regordete?
– Ya adelgazó.
– Y por eso lo quieres.
– Si te explico nunca lo entenderías, Jungkook.

Me tomó por las muñecas, y me pegó a su cuerpo mientras seguía llorando, tomó mis mejillas con fuerza, y me robó un beso ardiente y apasionado, como si fuese una despedida. Inmediatamente nos acercamos a la cama, y me aventó contra ella para después quitarse la playera del pijama, sucedería una vez más. Lo sabía.
Se subió encima mío lamiendo mi cuello, me retorcí del placer sintiendo sus manos sobre las mías, mi cuerpo se calentó al instante.
– Quiero hacerte mía, ________, no puedo dejarte ir.
Y volvió a atacar mis labios, los mordía y lamía. Gemí.
– No, cariño, no gimas, me prendes.-susurró en mi oído quitándome el camisón, no traía ropa interior. Rápidamente se bajó la parte inferior del pijama, mirándome con deseo. Me lamí los labios mientras fruncía el entrecejo.
– ¿Y ahora?-susurré más que excitada, él me cogió por las piernas, y me puso en cuatro, tocando mi trasero, lamiendo mis piernas y dándoles mordiscos se acercó a mí parte, la cual comió y chupó, mientras gemía y metía la cabeza. Joder, esto era el paraíso.

– Ahora es hora de hacerte el amor, Hye, tú eres mía por si no lo sabes.-sollozó llorando una vez más, y con rabia separó mis piernas, tomó su pene, y entró lentamente en mi, embistiéndome duramente pero en su corazón había una mancha de nostalgia, podía percibirla. Gimió desesperado bombeando con más fuerza su miembro dentro de mí. Grité de puro placer.
– Joder, Jungkook.
– ¡¿De quién eres, ______?!-.me preguntó embistiéndome con locura, nuestros cuerpos hacían ruidos extraños, tomó mi cabello, armando una coleta con sus manos, mi trasero golpeaba contra sus testículos, y eso sólo me ponia más al cien.
– Tuya, Jungkook, tuya.
– Mía, Hye, que no se te olvide...mmmm...-gimió una vez más tomando mis caderas con fuerza, y penetrándome hasta lo más profundo de mi ser.

Esa noche probamos todas las posiciones existentes en todos los lugares posibles, con el único propósito de saciarnos, pero era imposible, yo no podía cansarme de él, ni él de mí.
Nos habíamos hecho uno.
Y eso nadie iba a cambiarlo, ni Hunter, ni sus estúpidas amenazas.

ONE IN SEVEN BILLIONS [Jungkook] semi-hot. 2DA T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora