Capítulo Doce.

4.9K 414 63
                                    

Capítulo Doce.

Él se subió encima de mí, dejando ver pedazos de carne en su estómago. Me quitó la blusa.
– Quiero...-gemía. Yo no estaba segura.
Yo enarqué las cejas dudosa.
– ¿No te duele el brazo?
– Claro que sí, maldita sea, pero eso no me detendrá.
Cambió posiciones, haciéndome quedar arriba de él.
Comenzó a besarme el cuello, así como mi escote.
– _______, te extraño, por favor, déjame hacértelo.
– Yo...-me interrumpió.
– ¡Ya!-.gritó asustándome, le miré, el estaba mordiendo mi blusa con ferocidad. El calor subió por mis piernas, centrándose en mi punto débil. Mis manos se aproximaron a mi blusa, desabrochando botón por botón, enseñando mi sostén color negro. Sus ojos brillaron.
Pasaría, estaba segura.

*-*-*-*

Desperté con vagos recuerdos de la noche anterior, pero con una gran sensación de placer en mi cuerpo. Me estiré viendo a mi acompañante de cama dormir plácidamente. Él era demasiado adorable para ser herido. Jimin lo había lastimado, Hyunah lo había lastimado, él mismo se había lastimado. Estaba roto.  Comencé a tocar su pecho desnudo. Sonreí estúpidamente. Mi corazón ya no sabía que sentir.

Él abrió los ojos, mirándome con miedo. Se incorporó rápidamente en la cama. Confundido.
Se rascó la cabeza.
– ¿Tú y yo?-.preguntó.
– Si, eh...-me tapé con la sábana.
– Es increíble.-se levantó con un poco de esfuerzo debido a su brazo.-Me voy, iré a casa.

Se puso los zapatos, tomó su mochila, y salió inmediatamente de mi casa. Bajé la cabeza.
¿Qué le pasaba a Jeong Jungkook?

*-*-*-*-*

No ví a los chicos en al menos mes y medio, sabía que eran famosos. Pero Jungkook tenía yeso. ¿Cómo podrían seguir sin él?
A Hyunah me la encontraba dos veces por semana en los pasillos, siempre con ese aire de superioridad que no le quedaba en absoluto y sus ridículos tacones de aguja de 10 cm que la hacían ver cómo una jirafa. Me burlaba de ella cuando la veía, discretamente pero Minah me comprendía, y me seguía el juego. Hoy era viernes, y mi amiga me tenía una sorpresa.
– Mira, ________, te he visto afligida.-comenzó ella.-Se nota que no has tenido sexo en años.
– Hace dos meses en total.-sus ojos se abrieron como platos.
– ¡¿Qué?! ¡¿con quién?!-.gritó asustada.
– Con Jungkook...-levanté los hombros como si nada, ella se sorprendió.
– ¡¿Cómo es que nunca me contaste nada?!
– No era importante, digo, lo hubiese sido si él no se hubiera ido después de darse cuenta de lo que hizo.
– Maldito estúpido.-se mordió una uña, y luego revoloteó los brazos.-No importa, hoy es tu día.
– ¿Qué vas a hacer?
– No te lo diré.
– Excelente.-me cruce de brazos.
– Ah, hablando del rey de Roma, mira..-miré detrás de Minah, iban entrando Jin y Jimin, mi corazón latió rápidamente. Ellos se acercaron a nosotras. Minah iba a abrir la boca para hablar.
– Si, ni me digas, Minah...-se excusó Jin.-He estado muy ocupado, pero toma.-le extendió la mano con cinco sobres, ella los abrió, mirando los 100000 wons en cada sobre.
– Gracias, no sabes cómo me estuve matando para conseguir dinero, le debo a Hye...-rió.
– ¿Y Sul?
– En casa, la cuida André.
– Ah, el mono ese...-murmuró Jimin con un semblante no muy feliz que digamos. Reí internamente.
– Sí, mi primo.
– Oh...-sonrió él, y me miró.-Hola, Hye.
– Hola, Jimin.
– ¿Me acompañarías por un café?
– Claro.

(si tienen “reflection" de rapmonster, escúchenla, es para darle sentimiento)

Me levanté para acercarme a él, Jimin sonrió, y comenzamos a caminar hacia la cafetería.
– Lo sentimos por no estar cerca de ti, Hye.
– No importa, estuve 5 años sin ustedes, puedo superarlo.
– No tanto, no deberías.
– ¿Por qué lo dices?
– Jungkook estuvo viéndose con Hyunah en estos meses, salieron, se acostaron.-mi corazón se paralizó.
– ¿Y crees que eso sea cierto?
– Hye, vivo con Jungkook, ¿crees que te miento?
– No, pero, ¿qué acaso no Jungkook se ponía mal con solo verla?
– Logró quitar ese malestar de su cuerpo.
– Que afortunada es esa Hyunah entonces.
– No tanto, Jungkook cambió bastante en estos últimos años.
– Tú lo hiciste cambiar.
– Antes de que eso sucediera.
– Antes de eso, él era un buen niño, adorable, tierno, ahora imaginatelo, ¿es el mismo? No, Jimin, deberías reparar el dolor, y recuperar el tiempo que le hiciste perder.

Me di media vuelta. No iba a acompañarlo más, no lo iban a secuestrar o algo por el estilo. Caminé, y caminé hasta tropezar contra alguien, lo sé por qué se rió. Abrí los ojos después del impacto, una manzana se asomaba parada sobre una mano, él tenía la cabeza baja.
– Perdón, ________.-susurraba. Le miré bien, sus ojos brillaban a causa de las lágrimas.
– ¿Jungkook?-.pregunté.
– Sólo dilo, Hye, y me iré.
– No, no te vayas.-miré hacia abajo, intentando ver su rostro.-¿Kook?
– Perdóname...-su voz volvía a un tono que yo conocía, suspiré.
– No puedo, me heriste.
– Perdón, Hye...-me miró, su piel estaba más pálida de lo normal, y sus ojos más opacos que nunca.

Bufé alejándome de él, no quería mirar atrás, ¿y si sólo estaba alucinando? ¿Y si Jimin estaba mintiéndome? Miro. No miro. Miro. No miro.
Miré decidida deteniéndome, divisé una figura, era Hyunah, ella se acercaba a él, Jungkook dió un paso atrás.
– Detente, Hyunah...-le gritó.-No des ni un paso más, ¿no ves que por tu culpa me veo así? Deja de buscarme.
– Jungkook, yo solo quería saber cómo estabas.
– Peor que nunca, por si no lo sabes, yo sólo quería alejarme de la sociedad, me enamoré de Hye, me acosté con ella, no quería que pensara que lo hacía por lástima, quería alejarme de Jimin, lo cual provocó que los 6 estuviesen buscándome por todos lados, y luego tú con ellos, todos los días, en el mismo lugar, enfermándome.

Jimin me mintió. ¡JIMIN ME MINTIÓ! Corrí hacia Jungkook, jalándolo del brazo, tomé la manzana roja que yacía en su mano, mordiéndola mientras me lo llevaba, lejos de su tristeza, de su pasado, de su frustración. Los dos me habían mentido en algún momento, todos en realidad, así que yo no confiaba en nadie. Abrí una puerta, encontrando el aula sola y vacía, en su total resplandor.
Entramos los dos, nos situamos en el centro. Me acerqué a él abrazándolo.
– Perdón por no creer en ti, Jungkook.
– Perdón por irme así, Hye.
– Perdón.
– Perdón.
Comencé a llorar, tocando su rostro.
No ibas a sufrir más, Jungkook, nunca más.

ONE IN SEVEN BILLIONS [Jungkook] semi-hot. 2DA T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora