Capitulo 7

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Pov Magnus

- ¡Magnus tienes que parar! –me exigió aquel molesto y hermoso ojiazul entrando a mi oficina.

Yo cerré de golpe una carpeta marrón que tenía y la dejé en mis piernas para que él no la viera pero Alec por supuesto siendo tan inteligente como siempre, me miró con las cejas arqueadas, creí que me preguntaría que era, pero lo ignoró y me fulminó con la mirada.

-En serio Magnus, tienes que parar ahora mismo.

-Lo siento cariño, pero no sé a qué te refieres –murmuré recostándome sobre mi escritorio.

-Me envías rosas y chocolates todos los días, no me molesta que salgamos con frecuencia los dos siendo amigos, pero Jonathan está molesto.

-Pues termina con él –sugerí.

Alec me fulminó con la mirada.

-Quiero a mi novio.

Yo suspiré exasperado.

-Y sigues con lo mismo.

- ¡Lo quiero! –exclamó molesto.

-Está bien Alexander ¿Entonces por qué sigues aceptando seguir conmigo si sabes que eso lo hace poner furioso?

-Porque a mí nadie me dice que hacer.

-Al menos dime que te gusto un poco.

- ¿Qué ganas con todo eso?

-Yo nada, pero quiero que seas honesto contigo mismo.

-Pero Jonathan y yo...

- ¡Deja de pensar en Jonathan! Piensa en ti.

Furioso me puse de pie y me acerqué hacia él, sentadme en la orilla de mi escritorio.

- ¿Por qué no admites que te gusto aunque sea un poco?

- ¡Eres un estúpido! –me gritó Alec antes de tomarme de mi corbata y atraerme hacia él para besarme.

¡Un beso de verdad!

Mi cerebro estaba a punto de estallar y mi corazón se iba a salir de mi pecho, yo correspondí inmediatamente, rodee su cintura con mis brazos al tiempo que los suyos enredaban tras mi cuello atrayéndome más hacia él, nuestros cuerpos estaban completamente juntos, lo único que estorbaba era la maldita ropa y si no estuviéramos en la oficina me desharía de ella, pero estábamos... y no sería el lugar más apropiado.

Aun así me senté en mi escritorio abriendo mis piernas para que Alec pudiera estar entre ellas para que estuviera más cerca de mí mientras que mis piernas rodeaban su cintura.

Aquel ojiazul tan inexperto me robó todo el aliento y nos separamos cuando ya no podíamos respirar, nos miramos como si fuera la primera vez, los hermosos ojos zafiros de Alec estaban brillando y me parecieron aún más bellos que de costumbre, estábamos encerrados en nuestra burbuja personal hasta que un aplauso nos interrumpió, lento y sarcástico, los dos nos giramos para ver quién era y allí de pie con su cabellera dorada se encontraba Jonathan.

-Muy bien hecho Alexander ¡Qué espectáculo! Me lo esperaba de Magnus ¿Pero de ti? ¿Qué cayeras tan bajo? –su voz estaba rota y varias lágrimas se resbalan por un su mejilla, pero no sentí lástima porque eso había sentido yo cuando Alec decidió irse con Jonathan y no conmigo.

-Jonathan...

-No, espera, no me des excusas Alexander, es lo menos que quiero oír ahora –le espetó aquel rubio –espero que sean muy felices –musitó antes de irse.

Striking my boss (Malec)Where stories live. Discover now