Encuentro inesperado

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Corrí bajo la lluvia, al llegar a una esquina obscura me puse rápidamente mi traje rojo y negro de arlequín, mire hacia atrás para asegurarme que ni el Guason ni ninguno de sus hombres me siguieran, y así era, tome mi mazo y mi pistola y seguí corriendo, no sabía a donde, pero si él me encontraba estaría furioso conmigo.
Corrí sin dirección hasta que no pude mas, estaba demasiado cansada, las piernas me ardían, apenas y podía respirar correctamente, sentía que acababa de salir de esa casa, pero posiblemente había corrido horas. Me esforzaba por seguir corriendo pero comenzaba a detenerme, de cualquier modo no sabia a donde iría, sentía que había dejado todo mi mundo atrás, sentía un horrible agujero en el pecho, pero seguís corriendo para no pensar en ello y en lo mucho que dolía.
     Nuevamente me planteé el volver y me pregunté que valía más, si mi amor o mi dignidad, todas las ovaciones anteriores esta última había resultado perdedora. Me esforzaba pero seguía corriendo mas lento cada vez, ni siquiera me fijaba en por donde iba, bien podría haber estado dando vueltas en círculos, pero aún así seguía intentando correr, decidí concentrar mi mente en intentar pensar en lo que haría, estaba demasiado ida como para fijarme en el camino, coque de golpe contra un basurero. Estaba muy cansada como para intentar moverme si quiera.
Oí las sirenas de las patrullas que cada vez se oían mas cerca, quizá me estarían persiguiendo y lo mas correcto seria correr, o matarlos, pero no estaba de muy buen humor para eso, así que simplemente me quede. Escuche como las patrullas se alejaban y algo golpeo contra el basurero y entonces ese algo, que en realidad era alguien, entro, levante la cabeza para mirarlo.
—¿Harley? —preguntó esa voz tan familiar.
—¿Roja? —dije casi en un susurro
—Si, soy yo, calabazita—afirmó dulcemente.
—¡Roja! — me impulsé para entrar al basurero y me abalancé sobre ella, abrazándola y me puse a llorar en sus brazos. Incluso envuelta en basura su babero olía a flores, inspire profundamente y  deje que su olor me inundara.
Ella solo continuaba abrazandome y acariciándome el cabello dulcemente.
—Ya, ya, todo estará bien, preciosa, ya pasará, —me consoló  tiernamente y yo agradecí tenerla agradecí tenerla, la mejor amiga, también agradecí para mis adentros que no me halla preguntado nada — ¿por qué no vamos a casa? —se alejo un poco de mi para mirarme, su mirada era dulce. Me seque rápidamente las lágrimas, restregandome las manos en mi cara.
Ella salio del basurero rápidamente y me ayudo a salir. Caminamos en silencio hasta su edificio.
Su edificio se encontraba casualmente junto a un invernadero, cubierto por los lados para que los mirones no vieran nada. El edificó estaba tal y como lo recordaba, sucio, lúgubre, parecía deshabitado, y para terminar ubicado en un barrio de mala muerte. Hiedra abrió y subimos unas escaleras hasta estar frente a una puerta de color café obscuro que se veía algo maltratada, estaba cubierta con por una especie de lianas que la protegían. Giro la perilla, luego me miro, sonrió y exclamo:
—Aquí estamos, ¡hogar, dulce hogar! —quizá era su hogar, pero el mio no, el mio lo había dejado atrás junto con mi vida, mi amor, mi Puddin.

Esperó que les haya gustado, besos, amor y un abrazo psicológico, los quiero

Te necesito, mi horrible amor (Harley Quinn/ Harlivy/ Jarley) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora