Ella lucía hermosa con su atuendo. Tenía puesto un top rojo que dejaba ver una franja de su abdomen y una falda escocesa que le hacía relucir sus piernas... y sus ojos que... Dios... ella era perfecta y hermosa. La mujer más preciosa que he visto. No podía evitar pensar así de ella.

"Yo estoy bien gracias. Por favor pasa. Carla y Lucas fueron a comprar cosas para la cena pero no tardan" maldita seas Carla.

"Está bien, esperaré aqui" dije mientras la seguía hacia el salón. Sentí mis mejillas arder cuando se volteó y me atrapó viendo sus piernas y trasero.

¿Por qué era así?... se lo atribuí a mis hormonas adolescentes.

"Ven. Siéntate en el sillón junto a mi. Conversemos mientras esperamos" ella me ofreció amablemente tomando asiento. ¿Cómo me iba a negar?.

No podía estar más muerta de vergüenza. Me senté a su lado lo más lejos que me fue posible. Si me sentaba más cerca de ella de seguro me volvía loca o explotaba o sufría de una combustión espontánea.

"Y cuéntame Lauren ¿Como te va en la escuela?" Preguntó apoyando uno de sus codos en el respaldo del sofá y poniéndose de lado para así poder quedar de frente a mi. Apoyó su mejilla en su puño.

"Umh... bien, soy la mejor de mi curso" respondí casual tragándome mi nerviosismo. Eso de ser la mejor no era algo que encontrara tan maravilloso como todos me decían que era a decir verdad. Cualquier estudiante que se lo propusiera podía lograrlo.

"Oh vaya, deberías enseñarle tu truco a Carla porque esa niña es una perezosa" me dijo mientras reía. Tenía la risa más armoniosa que había oído en toda mi vida y me había quedado de nuevo viéndola con cara de estúpida. Cuando salí de mi trance, ella me veía extrañada y con una pequeña sonrisa pícara. Creo que mis intentos por esconder mi pequeña atracción hacia ella no estaban dando frutos. Me ponía boba y nerviosa a cada rato.

"¿Por qué me miras tanto Lauren?" Oh rayos... estaba jodida ¿que se supone que le respondiera?

"Yo umh-... lo sien-siento... es sólo que...  la encuentro muy bonita señora Cabello y me pone algo nerviosa" respondí como pude de manera honesta mientras ardía en vergüenza y bajaba mi mirada a mi regazo. Ya me había atrapado. De que servía seguir intentando ocultarlo.

Escuché que reía haciendo que se me revolviera el estómago y luego agregó "Oh Lauren eres adorable, gracias. Tú también eres muy bonita y tus ojos son preciosos. Pero no te avergüences, sé que soy perfecta" dijo con una sonrisa de suficiencia ¿Esta mujer era real? Desearía tener su autoestima y seguridad.

"No, yo soy horrible y usted es perfecta. Me encantaría tener su misma confianza" le respondí y ella se puso seria de inmediato. Puso una de sus manos en mi hombro para que le prestara atención provocando que mi vista se posara en su rostro y que quedáramos frente a frente.

"No, escúchame. Eres preciosa y nunca dejes que nadie te diga lo contrario. Por favor nunca te menosprecies Lauren. Eres inteligente y bellísima y cualquier chico mataría por tener a una chica como tú a su lado" me dijo con seriedad y yo no paraba de ver sus labios mientras hablaba. Estábamos muy cerca... o así lo sentía yo porque en realidad estábamos como a un metro de distancia... Me acababa de decir que me encontraba linda y yo me estaba derritiendo entre sus manos. Literalmente estaba como un perro a sus pies. Si ella me pedía tener confianza entonces yo lo haría simplemente porque ella me lo pidió y no era capaz de desobedecerla.

Noté que ella no sabía que a mí me gustaban las mujeres y era súper duper mega gay.

"Umh... de hecho soy lesbiana" solté avergonzada sin pensarlo mucho mientras me salía del agarre de sus manos y me encogía en mi lugar. Temía por su reacción.

La mamá de mi mejor amiga - CamrenWhere stories live. Discover now