Bubbles - Camren

Capítulo 7

N/A: #WeAreProudOfYouLauren ♥ Hermosa e inspiradora la carta abierta que escribió Lauren.

Comenten que les parece ♥

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UN MES DESPUÉS

La luz proveniente del sol que se colaba entre las cortinas logró despertarme. Me incorporé sobre el colchón y desperece mis músculos. Hoy era lunes, lo cual significaba que debía ir a trabajar por la mañana e ir a la universidad por la tarde. No podía esperar para que termine la época de parciales y comiencen las vacaciones de invierno. Ya estaba bastante harta de estudiar día y noche. Cuando no trabajaba era mucho más fácil, ahora ya no me quedaba tiempo libre y el estrés era insoportable. Tal era la ansiedad que mi cuerpo sufría alergias y me daba comezón. Salí de la cama y tomé una camisa que estaba en el suelo, la cual probablemente era de Brad. Lleve a cabo mi rutina mañanera, para luego dirigirme a la sala de estar.

-Mi vida, al fin despiertas, te preparé el desayuno. -Brad estaba sentado en el sofá color bordo con solo los pantalones puestos. Se levantó y se acercó a abrazarme.

-mm, gracias lindo. -Bostecé.

-Eres muy linda cuando bostezas. -Sonreí y él arrimó su rostro para darme un beso. Luego me separé un poco y me senté en el sofá, en frente tenía un café y algunas tostadas sobre la mesa ratona. Mientras ambos desayunábamos, tomé mi móvil para chequear mis redes sociales y la hora.

-Dios... -Suspiré.

-¿Qué sucede? -Me acarició la mejilla.

-En diez minutos debo irme a trabajar. -Tomé un sorbo de café.

-Aún no entiendo por qué decidiste empezar a trabajar, sobre todo en época de exámenes. Luces agotada.

Reí. -¿Tan fea me veo?

-No. -Me dio un beso. -Solo que no entiendo. Si no te gusta deberías dejarlo.

-Sí me gusta. No es perfecto, pero tiene su lado bueno. - No mentía. El trabajo no era todo color de rosas, y me agotaba, pero era fácil de realizar además que me permitía acercarme a Camila. Yo seguía teniendo fe en arreglar nuestra amistad, en pagar la forma en la que la traté. Sin embargo, en este último mes las cosas no mejoraron, en todo caso, empeoraron. No había día en que ella y yo no discutíamos. Cualquier tema de conversación era para pelea y ni siquiera sabía por qué. A decir verdad, podría ser por el hecho que ella no me soportaba y de todas maneras yo me acercaba a hablarle. No me agradaba cuando soltaba comentarios ofensivos hacia mí, en parte reaccionaba mal por orgullo, pero había otros momentos en los que me desanimaban. Si mi intención era formar una amistad iba por un camino equivocado. No parábamos de discutir y enojarnos entre nosotras. Camila había cambiado muchísimo, hasta llegaba a dudar que fuese la misma persona que antes. Nuestras personalidades eran muy conflictivas y ambas queríamos tener el control, lo cual llevaba a más desacuerdos. De todos modos, yo cedía más seguido. Prefería tragarme el orgullo y seguir adelante, de cualquier forma lo merecía.

-Bella, déjame llevarte. -Asentí con media sonrisa. Pensar en eso me desalentaba.

Llegué un poco atrasada porque no podía encontrar mi cartera. Entré por la puerta trasera y podía notar que Camila y Dinah ya habían arribado, lo sabía porque sus delantales no estaban en sus respectivos lugares. Me amarré por la cintura el mío y caminé hacia la sala donde estaban las mesas. Dinah estaba limpiando los ventanales, pero no había rastro de Camila.

-Siempre llegas tarde. -Dijo la chica de ojos café que salía del baño.

Rodeé los ojos. -Buen día.