—Te ensuciaras el cabello, Ángel... —dijo NamJoon con voz completamente tranquila acomodando el pequeño flequillo que tapaba los ojos de Jin.

—¿Cuántos apodos planeas ponerme, Hyung? —pregunto el menor soltando una pequeña risilla y cerrando sus ojos.

—Apenas son dos, Jin. Y tengo muchos en mente para decirte, todos los apodos más hermosos de este planeta encajan contigo. —soltó jugando con el cabello y mejillas de Jin—Eres hermoso...

—Deja de decir eso.

—¿Por qué?

—M-Me da mucha v-vergüenza —murmuro en voz baja con un leve sonrojo en sus mejillas. NamJoon negó levemente y tomo la mano de SeokJin—Gracias...

—¿Qué?

—Gracias, NamJoon. Por ser mi amigo, por el brazalete, p-por —guardo silencio unos segundos para luego seguir la oración en voz baja— p-por besarme.

—¿Besarte es algo que necesite un gracias, Jinnie?

—S-Si, me has hecho feliz.

—¿Entonces si te beso ahorita te haría feliz de nuevo? —pregunto el mayor delineando los labios de SeokJin con sus dedos, este por instintivamente cerro los ojos con fuerza y arrugo la nariz haciendo un gesto complemente tierno la los ojos de NamJoon.

—Y-Yo, no lo s-se Hyung... 

—¿Quieres comprobarlo? —NamJoon tomo el mentón de SeokJin con delicadeza, sin esperar más tiempo posos sus labios sobre los de Jin. NamJoon no los movió, en espera a que el menor actuara primero –como la noche anterior- para poder disfrutar la torpeza e inexperiencia que tenía, haciendo a NamJoon tentarse en todos los sentidos.

SeokJin al notar que el mayor no hacía nada al respecto movió sus labios con delicadez y tomo su rostro entre sus manos para apoyarse aún mejor. NamJoon admiraba como Jin hacia lo posible para poder llevar el ritmo del dulce beso, como era visible su –al menos poca- experiencia en los besos, porque sabía que ya realizaba aquella acción con YoongSun.

¿Por qué sus besos con Jin no tenían intenciones de más? Era como si el besarlo le dieran sentimientos de inseguridad, como si los labios de Jin hubieran sido diseñados para ser tratados con delicadeza y amor.

¿De verdad se lo merece? ¿De verdad se merece tanto dolor?

—Faltan unas pocas horas para que tu madre llegue a casa, ¿Quieres que te lleve de una vez, pequeño? —susurro NamJoon entre el beso y con una hermosa sonrisa, dejando a luz sus hoyuelos los cueles SeokJin toco con la punta de sus dedos mientras asentía.

El tiempo como todos los días, se había pasado extremadamente rápido. Lo único que hacían era estar en silencio y admirarse entre ellos como si fueran obras de arte, hechas para admirar y criticar. El camino por igual fue en silencio, únicamente NamJoon hablaba para poder crear nuevos planes y salir en un futuro de nuevo.

—Adiós, Jin.

—Adiós, Hyung.

Sin más que decir, SeokJin con timidez se acercó al mayor y deposito un pequeño beso en su mejilla sintiendo la textura de su pequeña deformidad tan linda. Los dos sonrieron y desenlazaron sus manos para separarse.

El castaño con rapidez y con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro subió hacia su habitación y coloco llave a su puerta. Tomo su pequeño diario y lo abrió para poder escribir lo lindo que lo había pasado y como se sentía en ese momento, como ya acostumbraba.

"Kim SeokJin, Noviembre 13.

Hoy NamJoon me llevo a un parque ¡Como lo hacían mis padres cuando estaba pequeño! Las flores eran tan lindas, los árboles y el pasto daban un aura muy cálida. NamJoon lo hacía aún más cálido, y perfecto.

No sé qué hacer, me siento extraño y confundido. No entiendo muchas cosas, y creo que podría perder la cabeza gracias a él. Me volvió a besar, de nuevo me dijo cosas lindas y me hizo sentirme feliz. Todo es tan perfecto como en las películas de las princesas, ahora que me doy cuenta, mi vida es como la de las princesas. Luego de sufrir llega tu príncipe para rescatarte de todo ese dolor y hacerte la persona más feliz del planeta.

Querido diario, mi príncipe ha llegado por mí, y sí, creo que ese príncipe es NamJoon. No se si estoy en lo correcto pero quiero que el lo sea."

Golpes alteraron a SeokJin, el castaño escondió el diario con rapidez y sintió sus ojos arder al escuchar los gritos de su madre detrás de la puerta. SeokJin se tiró a su cama y se tapó por completo con las sabanas para luego taparse los oídos, hacerse bolita y abrazar sus piernas.

—¡SeokJin abre al puerta ahora mismo! —la señora Kim no dejaba de golpear la puerta del menor con intensidad, Jin solo rogaba porque su madre se tranquilizara y se diera por vencida. Y sabía que estaba así por que Jae le había contado de nuevo que había salido con NamJoon.

SeokJin y JaeHwan no habían llevado la misma amistad desde que el mismo Jae le había dicho que él le contaba todo a su madre, las veces en que el moreno llegaba y que salían luego de que sus clases terminaran como si de rehenes se tratasen.

—¡Dame ese brazalete SeokJin! ¡No puedes tenerlo contigo! —el menor negó rápidamente y quito el brazalete de su muñeca y lo atrapo entre sus puños, abrazándola y protegiéndola aun que recordando las palabras de NamJoon.

Siempre que estés triste o te sientas solo podrás mirarlo, y quiero que me recuerdes al verla. ¿Me prometes que lo harás, Jinnie?

—Lo prometo, Hyung... —susurro, ahora con lágrimas en sus ojos y soportando los gritos de una mujer histérica al otro lado de su puerta.

Esa noche SeokJin soñó con ese hombre el cual había conocido hace un mes, con el hombre que había salvado su vida y la había vuelto como el siempre había querido: Como un cuento de hadas.

SeokJin por fin se empezaba a sentir amado.

SeokJin pensó que debía devolver el favor a NamJoon.

SeokJin decidió confesar sus sentimientos a NamJoon.

SeokJin estaba dispuesto a entregarse por completo a pesar de todo.

Matrimonio [NamJin]Where stories live. Discover now