Zootopia: The New Wild City [FINALIZADA]

En Medio de Todo... Estás Tú

- Por qué tan temprano?!- exclamó la chica escandalizada.

- Como ya sabes, por motivos de seguridad para mis agentes, la información de su infiltración en el cuartel de WCPD es confidencial.

- Entiendo...

- Es por eso que deben llegar en la madrugada, para que cuando estén en la ciudad apenas les de la luz del alba. Escúchame bien, Hopps...- carraspeó la garganta- es sumamente necesario que ambos estén a tiempo. El auto los estará esperando a un cuarto para las 3:00am y saldrán exactamente a esa hora, luego llegarán al hotel aproximadamente a las 6:00am. Los dejaremos descansar ese día y las labores empezarán a partir del siguiente.

- Espere... iremos en auto? En el auto de quien?! Del detective Bounce?- se detuvo un segundo y reflexionó- no... él no puede conducir...

- El detective partió ayer en la noche para terminar de arreglar los últimos trámites de sus traslados- se hizo un silencio profundo entre ambos. Bogo lanzó un profundo suspiro y siguió hablando- Hopps, es una orden, ustedes tienen que llegar a tiempo para el viaje. De ti no tengo quejas pero de Wilde...

- No se preocupe, señor. Estaremos allí puntuales. Lo vemos mañana en la madrugada.

- Mucha suerte en el viaje, Hopps... por amor de... BOBBY!!! BAJA DE AHÍ INMEDIATAMENTE!!! Tengo que colgar.

- Muy bien, señor- repuso la chica suprimiendo una risita burlona.

La llamada se cortó y ella pudo reírse a gusto, la verdad nunca se había imaginado al temido jefe Bogo como un padre de familia, pero el gusto le duró muy poco cuando una nueva duda embargó su mente pero intentó despejarla como pudo.

Ya se había cumplido una hora y su equipaje ya casi estaba listo. Había guardado lo que ella pensaba necesitaría a lo largo de su viaje; ropa, su laptop, el IPod, objetos de aseo personal, maquillaje, en fin, lo que necesitaba una chica.

Se quedó inerte solo pensando en una idea que se le había ocurrido, asintió para sí misma y cerró la valija, tomó sus llaves, las guardó en su bolso de mano y salió del edificio.

- Taxi!- detuvo un auto y lo abordó, siendo asistida con el pesado equipaje en el maletero. Judy se quedó unos segundos pensando que seguramente se iría a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer, pero no tenía otra opción.

Le pagó al chofer y le pidió que bajara su maleta, caminó hacia la puerta y llamó a su celular mirando el alto edificio frente a ella.

- Hola?

- Estoy abajo...- la otra bocina quedó en completo silencio y de pronto dio el tono de llamada cortada.

Judy vio su teléfono y luego dirigió la mirada a la puerta del edificio, no habían pasado ni tres minutos cuando el chico zorro, con una sonrisa incrédula se asomó por el portal moviendo las orejitas.

- No es muy común que la presa llegué al depredador tan voluntariamente- sonrió ahora pícaro y mañoso- se supone que yo debo cazarte primero...- la coneja rodó los ojos- qué haces en mi casa, zanahorias...?

- Sé serio... necesito hablar contigo- tomó la maleta y empezó a tirar de ella, que aún con las ruedas ponía resistencia a subir los peldaños de las escaleras del edificio. Nick levantó el equipaje y le hizo el favor de llevarlo hasta el departamento.

La chica entró al moderno despacho del zorro, cada vez le gustaba más verlo, olfateó un poco de manera inconsciente y se dio cuenta que el ambiente expelía la fragancia de la fina colonia que el chico usaba. Nick cerró la puerta con llave y las dejó en el bol sobre la mesa decorativa al lado de la puerta, puso la maleta de la chica cerca del sofá de cuero donde Judy se sentó.