13

35K 2.7K 196
                                    


Al lado del castillo infernal, se encuentra una mansión muy peculiar pintada blanca con negro, solo los propietarios de esta mansión y su descendencia tiene permitido vivir cerca del castillo ya que no es un familia normal, al igual que la mansión.

Esta familia es originalmente de la dimensión de miuni, pero escapo al inframundo luego de una guerra en la dimensión nombrada. Esta familia en miuni era conocida como los Barchat, pero al llegar al inframundo su nombre cambio a "Consumimur icni" lo cual significaba consumidos por el fuego.

-ya llegue.

-¡¡Lux!!- dijo su hermana.

- no me preguntes, si lo quieres conocer acompáñame mañana al castillo, debo revisar su salud.

- eso no sería buena idea, lo terminaría matando.

- no seas así, tu perdiste, además ese chico ni siquiera quería casase con el príncipe.

-Rey, ahora es rey- dijo la chica- y aún no he perdido, tarde o temprano el humano morirá y yo tomare su lugar.

- ¿sabes que si muere perderemos nuestro trabajo?

-yo no, mi trabajo es todo lo contrario al tuyo.

-no, tu trabajo es igual que el mío, tienes mis habilidades pero tienes menos control sobre ellas.

- como sea, mañana iré contigo, quiero ver a quien me enfrento.

- si lo vas a matarlo intenta hacerlo parecer un accidente y no me involucres en eso. ¿Ok?

- entendí, lo planeare con mucho cuidado.

En esta mansión viven ocho personas, dos mellizas, dos mellizos y los padres de cada par de mellizos. Una de estas dos familias tenía el don de sanar como matar, ellos eran los médicos de todas las dimensiones, los otros tenían el poder de traer la luz como la oscuridad, eso era lo que hacía tan especial a esta familia.

Dentro de esta familia se encontraba una chica, la cual,  el don de la muerte, esto ocasiono que cuando era pequeña visitara mucho el castillo para dar fin a las vidas de los condenados a muerte.

Cuando esta niña paseaba por los pasillos del castillo se encontró con un chico, quien tenía tres ojos al igual que el rey.

-hola, ¿eres una sacerdotisa?

- sí, lo soy.

- y que poder tienes.

- mato, ese es mi don.

- me gusta, ¿quieres jugar? Me aburro solo.

- las sacerdotisas no juegan.

- ¿pero lo arias por tu príncipe?

- ¿tú eres el príncipe?.

- ¿no ves mi tercer ojo?

- sí, pero no pensé que fueses tú.

- dime tu nombre, el mío es Tom.

- Soy Tenebris

Fue así como Tenebris conoció al príncipe, quien la invitaba cada vez que la veía a jugar con él. Cada año que pasaba la sacerdotisa se dejaba cautivar por el encanto de este demonio hasta que llego a la conclusión de que lo amaba, y que ella tenía que ser su reina, pero, cuando se enteró de que Tom había elegido a otra, no, aun chico, decidió que tenía que hacerle ver a Tom que ella era la indicada para ser su reina, el inicio de un amor enfermizo.

Mi Reina ¨*TOMCO*¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora