Mi Reina ¨*TOMCO*¨

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El demonio termino su conversación más rápido de lo que la princesa esperaba. Ella había imaginado que para cuando Tom llegara marco estaría listo para enfrentarlo, pero como no era así ella misma se encargaría de aclarar las cosas con el zángano de tres ojos, de brazos cruzados lo esperó en la sala de estar.

- ¡¡¿qué hacías con Jackie?!!

- ¿qué? Celosa – dijo el chico burlándose.

- si claro, es por marco tonto, no sé si sabias pero esa chica le gusta desde el jardín de niños, incluso está guardando su primer beso para ella.

- no lo sabía y tampoco me interesa – continuó su camino - está decidido, ella será mi reina.

- ¡¡ ¿cómo puedes ser tan egoísta?!!- dijo Star enojada y se fue a su habitación. Sin duda este sería un duro golpe para su amigo. No lo podía aceptar.

Tom sin dar mucha importancia a las palabras de la chica fue a buscar un refresco y subió a la habitación de marco, el cual estaba durmiendo en la cama con su rostro escondido entre las almohadas, escena que le pareció digna de ver todos los días por el resto de su vida.

- hey, despierta- tocó la frente de marco con suavidad.

- eh...- giró su rostro hacia el demonio, el cual noto lagrimas que brotaban de sus ojos ya rojos de tanto llorar, probablemente, por su culpa.

- ¿quieres? – le ofreció de su bebida.

- no, ya lárgate, quiero estar solo.

- no, aun me quedan una o dos semanas antes de irme.

- entonces me iré yo- se levantó, tomó una almohada y camino hacia la puerta.

- alto - lo tomo de la cintura y lo afirmo contra la puerta delicadamente, lo quería retener pero no lastimar - estas así por Jackie.

-su...suéltame- dijo marco asustado, la sensación de tener a alguien tan cerca solo se podía comparar a las veces que se sintió confundido sentimentalmente hacia Star, no quería pasar por eso de nuevo y mucho menos por Tom.

- tranquilo, no estoy interesado en Jackie, yo quiero a Star y sabes que siempre la he querido, esto.....es una manera de darle celos - le acaricio el rostro al moreno.

-co...Como sea, ya suéltame- empujo al demonio sin lograr nada.

- mira - lo apretó más contra él - ¿sabes porque te hago esto?¿lo sabes? - espero la respuesta de marco quien no pronunciaba ni una palabra - tú me recuerdas a mi conejo, cuando estoy a punto de explotar tenerte así de cerca me calma.

- yo...creo que ya te calmaste, así que déjame ir, no creo que con tu conejo hagas estas cosas....y si lo haces estas enfermo - lo empujo pero el demonio enojado lo apretó aún más he ignoró ese último comentario.

- ¿sabes?, Jackie no está mal, si Star no acepta ella será mi segunda opción.

- ¿eh? - las pupilas de los ojos de marco se encogieron del miedo que sitio al pensar en esa posibilidad - no la metas en esto, ella está prohibida - decía mientras forcejeaba contra los brazos del demonio.

- ágamos un trato.

- ¿qué trato?

- si me das un beso el ultimo día que este aquí, yo olvidare a Star y a Jackie.

- ¡¡¿eh?!!- grito marco sorprendido- ¿y para que quieres eso?

- veras, si eres capaz de regalarme un beso, me probaras que no eres el cobarde que yo pensaba- soltó a marco quien proceso lo que el demonio le decía- esperare tu respuesta el día de mi regreso al infierno.

Marco estaba sin palabras, lo que le estaba pidiendo no era tan fácil para él, tenía que evaluar la situación con sumo cuidado - de... déjame pensarlo - miro la puerta y salió por ella con su almohada.

-aaah...- suspiro Tom tirándose en la cama- ¿cuantas mentiras más tendré que decir para tener a mi reina?

Star se dirigía a la habitación de marco cuando sintió una voz grave, de seguro Tom estaba allí con su pestilente olor a demonio. Bajo las escaleras y se encontró con marco enrollado en el sillón.

- ¿qué haces aquí? - pregunto la rubia.

- emm, Tom esta raro y tengo mucho que pensar, así que dormiré aquí.

- ¿cómo raro?

- dime – hizo una señal para que la chica se sentara con el - ¿a ti aun te gusta Tom?

- ........no, eso ya paso, ¿por qué?

- me entro la duda- marco miro el piso por un rato y se acomodó para dormir nuevamente.

- bueno, te dejare pero señor duda, mañana será mejor que duermas o en tu habitación o en la mía, buenas noches marcos - le dijo la rubia.

- buenas - respondió marco en un suspiro.