2

42.1K 3.7K 1.3K
                                    



Pasaron dos semanas las cuales marco se levantó todos los días con un horrible dolor de espalda, bendiciendo al maldito demonio que lo obligaba bajo amenaza a dormir en el suelo.

- que pasa marco, no tienes buena cara- dijo la rubia.

- ahh, no es nada, anoche no pude dormir muy bien.

- ese maldito demonio, lo matare

- no, es solo un mes, luego nos dejara tranquilos.

- como quieras, pero si te arrepientes sabes dónde encontrarme.

- vámonos.

El moreno y la rubia estaban cruzando el pórtico de la entrada cuando Tom gritó alcanzándolos – espérenme, me iré con ustedes.

-como sea- dijo marco molesto, lo último que quería era caminar junto al idiota culpable de sus malestares.

Al llegar a la escuela Marco tomo su posición de siempre para saludar a Jackie, como era costumbre. Esa simple acción le hacía sentir valorado o simplemente que su amor platónico y unilateral sabía que él existía.

- ¿Qué hace?- pregunto Tom dirigiéndose a Star.

- nada que te interese - respondió la rubia dejándolo atrás, tenía otros asuntos más importantes que tratar, como ir a mirar chicos lindos y cosas de princesas locas.

Tom se quedó mirando como manco baja ligeramente la cabeza en forma de saludo hacia una chica que pasaba por delante de él, con curiosidad se acercó mirando el leve rubor en el rostro del hmano.

- es linda, ¿cómo se llama?, sería una muy hermosa reina- dijo el demonio en el oído de marco, el cual se asustó.

- no hagas eso- se sonrojo un poco más cosa que el demonio noto y le enternesio de cierto modo - y no puede ser tu reina, ella está prohibida.

- y que harás si decido que ella sea mi reina, atacarme con tus golpes de karate, jajaja...no me hagas reír.

- no, le diré a Star que te haga volar – amenazó.

El demonio le iba a contestar pero el timbre de clases sonó y Marco se apresuró a tomar su mochila para entrar a la sala - ¿no piensas ir a clases? - y siguió caminando. El demonio lo siguió con fastidio, obviamente no quería ir a clases.

Ya en la sala marco se sentó cerca de Star y el demonio también, aun con el rostro de fastidio por parte de Star se sentó justo detrás del castaño.

- que haces aquí, largo chu.- dijo la rubia.

- no seas mala.

- aggh, solo no me molestes, ni a marco, que por tu culpa le duele la espalda y tiene mucho sueño- dijo esto y se dio vuelta.

El demonio miro a marco y se quedó pensando que el odioso humano se veía considerablemente adorable durmiente, y mucho más cuando se sonrojaba un poco, pero ¿Cómo se vería su cara totalmente sonrojada? Y peor, ¿Por qué él querría verlo de ese modo?, luego recordó su verdadero objetivo y empezó a mirar futuras reinas, pero su mirada siempre se detenía en la adorable cara del dormilón de marco.

Llego la hora de irse y Star estaba en el baño, así que el demonio se tomó la libertad de despertar a Marco con la intención de observar un poco más de sus expresiones.

- oye, ya es hora de irnos – le pegó "suavemente" un cachetazo.

- ¿qué dices? - entreabrio los ojos - ¿ya terminaron las clases?

- ¿qué haces Tom?- pregunto la rubia.

- nada, solo lo despertaba, ya vámonos que quiero comer algo.

Los tres se dirigieron a la casa Díaz, al llegar marco les cocino y se retiró a su habitación para poder dormir un poco y aprovechar su cama vacía antes que ese demonio de tres ojos la ocupara.

-Tú deberías dormir en el piso- dijo la chica llenándose la boca de nachos.

- él me dejo dormir ahí.

- sí, lo sé pero solo lo hizo porque decidió que te soportaría hasta que te vayas.

El demonio se despidió de Star y los padres Díaz y se fue a la habitación donde se hospedaba, encontró a marco acostado encima de la cama abrazando y babeando una almohada, una visto enternecedoramente nueva para él. Se acercó para verle de cerca y notó que entre su mejilla y su ojo un lindo lunar se hacía notar. Esto le hizo pensar en lo tierno que se veía marco y lo cansado que estaba. 

Mi Reina ¨*TOMCO*¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora