Amigos Desconocidos |z.m • s.g|

Capitulo 60 - Viviendo una mentira

Luego del tenso desayuno, ambos salieron al jardín. Cuando se encontraban fuera notaban el tenso ambiente entre ambos. Selena no podía soportar mas esta situación, se sentía cansada y triste. No podía continuar con esta farsa, porque lo único que hacia era poner en juego su corazón. No podía esperar a que se acabara.

- Pronto ya nos iremos, quizás lo mejor es que comience a hacer mis maletas- comento Selena. notando como Zayn se tensaba ante sus palabras.

- Si es eso lo que quieres, adelante- Dijo Zayn con voz inexpresiva.

- Es lo correcto, mientras antes termine esto mejor - Señalo Selena, no pudiendo evitar el tono de tristeza en su voz.

- Ja! por supuesto Selena, se que es lo mejor para ti, mientras antes puedas volver a tu querida y perfecta vida es mejor no? - Dijo Zayn mirándola de manera burlona y con el ceño fruncido.

- Que quieres decir?- Selena no entendía lo que Zayn intentaba decirle.

- Ay por favor! no te hagas la inocente esta bien? lo que quieres es volver a bailar en ese club en el que trabajas, y volver con el imbécil dueño del departamento donde vivías. Dime Selena, tan desesperada estas de acostarte nuevamente con el? o quizás otro? la verdad ya no espero nada de ti - dijo Zayn lleno de veneno.

- Pero que te crees? que crees que soy? Una puta como todas tus amiguitas? Crees que soy como tu que se acuesta con cualquier cosa que le pasa por el lado. Eres un maldito imbécil Zayn!! - Selena no podía creer que Zayn se estuviera comportando así nuevamente. Como podía ser cruel? - Ya no puedo esperar para irme de este lugar, y no volver a verte jamas.

Selena dio media vuelta y entro a la casa. Mientras Selena hacía sus maletas, Zayn salía a toda prisa del salón para perderse en el despacho de la casa en busca de una copa.

Vació la copa de un trago mientras recordaba lo bella que se veía Selena cuando se enojaba con él. Lo perfecta que era su sonrisa cuando iluminaba la habitación con ella. Lo devastadoramente inteligente que era. Tan ingeniosa que no conocía a nadie que hubiese conseguido dejarla sin habla. Tan perfecta que hacía que los simples mortales deseasen montarle un altar para adorarla. Tomó otra copa de un trago.

Él no era nadie para ella. Un admirador más. Lo único que lo diferenciaba era que estuvo en el momento adecuado en el lugar oportuno. Privilegios de la infancia, que había expirado al aprovecharse en exceso. Un trago más y vuelta a rellenar la copa.

- En lugar de emborracharte ¿por qué no vas a pedirle perdón por tu comportamiento? -escuchó decir a su madre desde la puerta. Se sorprendió. No se había percatado de que su madre los había escuchado.

¿Perdón? ¿Ella hablaba de pedir perdón? Era irónica que la mujer que jamás tuvo remordimientos por sus actos, se atreviese a darle lecciones de moralidad. No pudo evitar soltar una carcajada.

- Selena no se merece que le hables así -protestó Trisha caminando hacía él- No sé qué haya pasado entre ustedes. Pero lo mejor es hablar de ello.

- ¿Desde cuando eres una experta en relaciones? -espetó Zayn con furia contenida- Hasta donde yo sé, lo único que sabes hacer es exigir que te complazcan. No tienes el más mínimo conocimiento de cómo devolver el favor.

- ¿Cómo te atreves? -vocifero su madre sorprendida- No voy a permitir que me hables así. Por muy enfadado que estés con tu novia. No tienes derecho de faltarnos al respeto a ninguna de las dos.

- Habré heredado ese defecto de ti -replicó Zayn a la defensiva. Estaba harto de callarse lo que sabía, y furioso por la doble moral de la mujer.

- ¡No le hables así a tu madre! -le ordenó la voz autoritaria de Edward, el "futuro esposo de su madre" entrando al despacho. Ese hombre adoraba a su madre y estaba cegado por ella. Ya era el momento de desenmascararla.