Capitulo 54 - La misma pasión

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Selena se encogió de sorpresa y vergüenza. La había pillado y no podía más que intentar que la pareja de dentro no la descubriese también. Se giró lentamente con ojos inocentes que suplicaban silencio absoluto. Su descubridor la sonrió con devastador encanto y la agarró de un codo para guiarla lejos de allí.

- Cariño, que aficiones más extrañas tienes -comentó con grandes pinceladas de sorna- ¿Qué otros hobbies tienes además del espionaje?

- Rapto bebés y torturo a héroes de guerra -se burló ella, caminando junto a él hasta el jardín.

- No creo que haya un solo hombre en el mundo que no se dejase torturar por una belleza como tú -aseguró Zac con adoración.

Ese chico nunca se cansaba de adularla. Y había algo en él que le resultaba irresistible. No sabía el qué. Era obvio que era uno de los hombres más atractivos que había visto nunca. Pelo castaño claro y ojos de un azul tan claro que llegaba a confundirse con un precioso celeste deslumbrante. Su perfecto rostro era tan solo comparable al de su amado Zayn.

Había conocido a muchos hombres guapos, pero ninguno llegaba a poder hacerle la competencia en sensualidad a Zayn. Pero ese chico le hacía recordar esa misma pasión ¿Sería su acento italiano o había algo más? Fuese lo que fuese no era suficientemente fuerte para olvidarse de Zayn.

Charlaron durante largo rato dando un paseo, hasta regresar al mismo punto del que partieron. Entraron a la casa para despedirse y arreglarse rápidamente para cenar.

- Estate preparada -le advirtió Zac con una sonrisa malévola- La cena va a ser muy interesante.

- ¿Y eso? ¿Qué ha pasado? -preguntó curiosa.

- Ash esta furiosa. Mi padre le ha armado tremenda escena esta tarde. Hubo insultos y todo -se interrumpió en carcajadas- Ella no se va a quedar de brazos cruzados ante las órdenes de mi padre.

- ¿Cuáles órdenes? -quiso saber Selena¡, segura de que no le iba a gustar lo que iba a escuchar.

- Que se alejase del codiciado Zayn. Y es extraño, porque mi hermana suele coquetearle a todo bicho viviente y con tu novio se ha comportado -señaló Zac frunciendo el ceño- No sé por qué se ha enfurecido tanto mi padre. Aunque Trisha estaba también allí. Supongo que fue ella la que pidió que no se metiese en tu camino. Aunque la advertencia de alejarnos de tu querido novio fue para los dos. Al parecer quieren protegerlo de nuestras malvadas garras -bromeó con una sonrisa pícara.

Selena no se molestó en desmentir el noviazgo. Sin embargo estaba segura que más que un favor le habían causado un problema. Cuando a una chica superficial y caprichosa se le prohíbe algo es como decirle donde está escondido el tarro de la galletas, no dudará en ir a buscarlo. Suspiró con frustración. No necesitaba aquello. Pero había mucho más que una amenaza a una relación inexistente.

Ella se había librado recientemente de sus secretos -o la gran mayoría-, pero allí flotaba la angustia de esconder la verdad. No entendía qué ocurría allí, pero tenía la desagradable intuición de que iba a explotar una bomba en cualquier momento.

- No te preocupes, cariño -susurró Zac desdibujando con el pulgar el ceño fruncido de ella de manera tierna. Selena desechó sus pensamientos y volvió a la realidad. Se encontró con unos ojos azules pendientes de ella. Unos labios carnosos humedecidos de deseo y unas dóciles manos acariciándole el rostro. Se quedó rígida ante él. Antes de que pudiese decir o hacer algo para separarse, escuchó un sonido muy característico. Eran... ¿aplausos?

Se giraron inmediatamente hacia el lugar donde provenía el sonido y se encontró con la esbelta y poderosa figura de Zayn sobre el penúltimo escalón, observándolos con ojos chispeantes. Pero ¿qué era lo que se veía en ellos? ¿Diversión o ira?

Amigos Desconocidos |z.m • s.g|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant