Bubbles - Camren

Capítulo 2

Absolutamente era ella.

Esos ojos color café no me los podría haber olvidado nunca. Habían pasado cuatro años desde la última vez que la vi. Ella había sido una gran amiga para mí. No, no fue solo una amiga, fue más que ello. No entendía como había dejado de hablarle luego de la secundaria. Gracias a ella aprendí muchísimas lecciones, fue una de las personas que más me marcó, que me inspiró a cambiar. Y aunque en algún momento mi relación con ella se había visto afectada por mi parte, siempre permaneció a mi lado.

-Camila, soy Lauren. ¿Te acuerdas de mí?- Probablemente si no hubiese tomado tanto, no me habría animado a acercarme, mucho menos a hablarle.

-Oh- Exclamó débilmente, no pude escucharlo, pero leí sus labios. Negó con su cabeza y se fue. Si, se fue.

¿Estaba empezando a imaginar cosas? Deje mi bebida a un lado y traté de seguirle el rastro. La volví a ver mientras intentaba irse por una puerta con un cartel que no podía leer porque las letras me resultaban borrosas y entré. El acceso me llevo a una bodega llena de botellas, observé atentamente y no la encontraba. El lugar parecía pequeño, pero era un laberinto entre tantos estantes. Caminé un poco más hasta que vi otra puerta de metal color gris arrimada. ¿Dónde me estaba metiendo? Pasé a través de esta y me vi en un pequeño callejón oscuro. La puerta se cerró detrás de mí provocando un ruido brusco y me asusté. Me estremecí luego de ese sonido y con mucho nerviosismo mire alrededor mío. No podía distinguir nada, todo daba vueltas y claramente era por el efecto que el alcohol tenía en mí. Lo único que podía sentir era el suave viento golpeando contra mí. causándome escalofríos. Tirité por un momento e intente dar unos pasos en vano. No sabía dónde estaba y ya me arrepentía de haber ido tan lejos.
No de haberla seguido, sino de no haberla encontrado.
Saqué el celular de mi bolsillo derecho para intentar comunicarme con alguien, pero desafortunadamente los minutos que lo deje cargando en el departamento no habían sido suficientes. Me giré en mis talones y patee un cesto de basura de metal que estaba a un costado. No había controlado mi fuerza y solo logré lastimarme la punta de mis pies. Gemí del dolor y levante mi rodilla tratando de contener mi pie.

Mientras estaba concentrada intentando apaciguar el dolor, escuché una leve risa proveniente de algún lugar cercano. Fruncí el ceño y observé para todos lados, hasta que mis ojos se enfocaron en un gran poste de luz a menos de un metro de mí. Lo rodee y cuando vi quién se encontraba detrás, una sonrisa se formó en mi cara. Ni siquiera sabía por qué, ella era una completa desconocida para mí en estos días. Quizás era por el alcohol o la idea de qué alguna vez ella tuvo un gran peso importante en mi vida. La muchacha de ojos café estaba sentada en el suelo con sus rodillas en el pecho, observando profundamente el cielo. La luna se reflejaba en cada una de sus facciones y me recordó a la belleza que me deslumbró la primera vez que la vi, pero era diferente. Sus rasgos infantiles e inocentes ya no se notaban, su mirada mostraba tanto y a la vez ocultaba mucho más de lo que pudiera imaginar. Podía jurar que veía dolor, como si algo le hubiese arrebatado toda su pureza, con pensar eso sentí un nudo en la garganta.

Volví de mis pensamientos, y parpadee lo suficiente para equilibrarlo con el tiempo en que me quedé fijamente contemplándola. Aclaré mi garganta para decir algo y antes de que pudiera hacerlo, ella me interrumpió. -Shh. - Puso su dedo índice en sus labios rosados.

Ladeé la cabeza confundida, pero solo la seguí mirando incrédulamente. Le di espacio para que siga con su vista fija en el cielo, con la esperanza de que pronto dijera algo más.

-¿Qué haces aquí? - Me miró finalmente e hicimos contacto visual, lo cual hizo que una rápida carga de electricidad recorriera por mi cuerpo. Tragué dificultosamente, pensando que responder y titubee -Eh... yo.. mis amigos decidimos venir aquí porque..- La morocha negó con su cabeza