One Fine Day

5

Definitivamente. Seungkwan no puede creer lo que ve cuando asoma la cabeza por el pasillo. Su expresión pasa de la tristeza a la confusión en pocos instantes. Hansol está sentado, con las piernas cruzadas, en medio del pasillo. Su cara está ladeada, lo que hace que su expresión no sea fácil de ver, pero Seungkwan está dispuesto a jurar que eso que ve no es el reflejo del sol sobre la cara del americano, sino una tímida, y a su vez amarga lágrima recorriendo su mejilla izquierda.

—Vernonie...— susurra el mayor. Le parte el alma ver a Hansol llorar. Él siempre sonríe y se mantiene feliz,por eso le resulta tan extraño verle triste.

—Boo...—susurra el menor en respuesta, mientras levanta la cabeza y se limpia su lágrima, intentando disimular.—¿Qué pasa?

Seungkwan emite un bufido y se muerde el labio suavemente. Vernon vuelve a ser seco y desagradable con él, y eso le molesta. Se supone que son mejores amigos, pero no lo parecen en este momento.

—Para ya de ser tan seco, Vernonie. Somos los mejores amigos del mundo entero, dime qué te pasa y yo te ayudaré.

Mejores amigos. Esas palabras les sientan a los dos como un balde de agua fría. Jihoon le dijo antes a Seungkwan que no debía preocuparse y que el sentimiento era mutuo entre ambos jóvenes, pero sigue estando nervioso. Vernon, por su lado, está todavía más triste de lo que estaba antes, si es que eso es posible. No necesitaba que le recordasen que el pelirrojo y él no podrían llegar a ser nada más que amigos.

Pero Seungkwan aparta las ideas negativas de su mente y sacude su cabeza, con los ojos fuertemente cerrados. Decide confiar en su hyung. Sabe que Woozi siempre le dará buenos consejos, y si tan seguro está de lo que dice, es porque debe tener sus razones. Por eso, el cantante principal decide hablar por fin.

—Oye... Vernon.— Suspira, y alza la mirada desde sus manos a los ojos del otro.— Yo... sé que probablemente nuestra amistad se arruine con esto, pero de verdad necesito decírtelo.—Una leve risa se escapa de sus labios, intentando liberar el estrés acumulado.— Es gracioso, en realidad. Tú siempre sabes qué decir, da igual en qué momento. Pero de verdad que a mí no me salen las palabras para decir esto. Por eso quiero que me perdones... por lo que voy a hacer ahora y por si arruino nuestra amistad, pero debo hacerlo.

Después de tanta palabrería, Seungkwan acerca su rostro al de Vernon de una manera tortuosamente lenta. El menor de los dos no se mueve ni un ápice de donde está, se siente tan confuso que cree que ha olvidado hasta cómo se respira correctamente. Ante las evidencias de inactividad en la cara del americano, más lágrimas derraman los ojos del pelirrojo; pero aún así no se detiene. Sigue avanzando hasta que sus labios por fin se tocan, y los dos comparten el que es su primer beso, mezclando el dulzor de la inocencia del primer amor con el sabor salado de las lágrimas.

Mientras el beso se prolonga, Vernon entreabre sus labios, y el mayor de los dos suelta un pequeño gemido de sorpresa. No se esperaba la más mínima reacción por parte del otro. Por eso se sorprende aún más cuando los pulgares de Hansol delinean su cara con cuidado y cariño, limpiando con la manga de su sudadera los rastros de su tristeza, y profundizando aún más el beso.

—Vernonie...

—No, Boo. No hables. Es mi turno para confesarte lo mucho que te quiero.—Y sin pensarlo dos veces, le besa. Es un beso más amoroso, un beso que sólo puede ser descrito con el amor que fluye de los corazones de los dos chicos.

Jihoon, que estaba admirando la preciosa escena de amor entre sus menores secretamente, entra en la casa para contarle a Seungcheol que su misión ha sido completada.

—Cheol... oh, vaya.—Ríe el cantante. Al entrar en la habitación, se ha topado con una escena de lo más tierna ante sus ojos. Mingyu está dormido y emite ronquidos, y justo a su lado, sobre su pecho, Wonwoo está también dormido, con sus escuálidos brazos alrededor de la cintura del más alto. Sus respiraciones acompasadas llenan el silencio de la habitación, en un vaivén puro y relajante.