Capítulo 31

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—¿Por cuanto tiempo seguirás huyendo de mi ? Mi poca paciencia se agota y entonces tomaré lo que es mio a la fuerza. 
Cruzado de brazos miraba a la chica con una intensidad atros. Su espalda era delgada y su piel blanca y sin marcas. Sus cabellos negros y largos cubrían sus pechos desnudos.

Abrió los ojos sorprendida al escuchar la voz del lobo. Buscó con desespero sus ropas y armas. Nada. No estaban donde las había dejado. Se cubrió torpemente con los brazos, las mechas de cabello se pegaban a su rostro y a su espalda.

Si las miradas pudieran matar,  Sergei hace mucho que hubiera caido muerto. Furia y nada mas había en los ojos negros de la chica.

—¡¿Que demonios es lo que quieres?! ¡Largate de una vez! —también su paciencia y resistencia estaban agotándose.

Este sonrió de medio lado. Se puso en cuclillas a la orilla para que esta pudiera escucharlo mejor.

—Sabes a la perfección lo que quiero y bueno, la vista aquí es increíble y el lugar es reconfortante tal vez me quede un rato más.

Sus dientes rechinaron de ira.

—¡En donde metiste mis cosas!  ¡Devuelvemelas!

Se sentía tan expuesta y avergonzada. Las aguas estaban frías y sus piernas se entumecían.

Sergei se llevo una mano a la barbilla, como pensando en si darle sus pertenencias o no.

La verdad es que verla así era demasiado para su propia resistencia. Su aroma llegaba mas profundo a su sistema. Y tenerla a metros completamente  desnuda no ayudaba a su capacidad de detenerse.

Relamio sus labios. Y sintió punzadas en su entre pierna. Sus ojos cambiaban de color y su temperatura iba en aumento.

—Dudo mucho que puedas hacer algo  sin tus armas. Además asi desnuda y expuesta sería tan fácil tomarte. En este lugar alejado de todo y todos.

Tenía razón estaba sola en la orilla del río. Sus ojos se pasearon por el lugar. Tratando de escuchar alguna voz de alguien que viniera en su ayuda. Pero no había nadie más.

Sergei soltó una risa casi imperceptible.

—No me digas... Buscas a tu perro faldero ¿me equivoco? Él ahora esta demasiado ocupado con la rubia. Así que, olvidalo.

Anka lo miro con determinación. No se rendiría tan fácil con el. No le daría el gusto.

Su respiración se volvió un tanto dificultosa. Y su labio comenzó a temblar. Ya no sentía las piernas.

Si seguía así. Podría entrar en estado de hipotermia.

Sergei tan ensimismado en su propia actitud idiota no noto nada  hasta que de un momento a otro. La perdió de vista.

Se levanto de golpe al no verla.

¿Acaso nado lejos para perderlo?

Hasta que una sombra bajo el agua agitada y cristalina lo hizo reaccionar de golpe. Sin pensarlo se lanzo al agua. Entre mas nadaba mas profundo se hacia. Y con ello la corriente era mas fuerte.

A unos dos metros , la vio. Su cabello flotaba en su alrededor.

Nado con todas sus fuerzas hasta cogerla de la cintura. La llevo de nuevo a flote.

Al salir mil gotas de agua volaron en todas direcciones. La cargo rápidamente en brazos hasta dejarla en la orilla. Con total desesperación le hizo un RCP. Fue entonces, que su cuerpo de lobo sintió la temperatura del agua.

"¡Como es posible que seas tan estúpido Sergei! ¡Dios no! "

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora