42: Prueba

2.9K 243 15
                                    

Malya

El escritorio se mueve de manera repetida, algunos objetos sobre este se caen y se escucha el rechinido de la mesa. Jadeo y mis piernas rodean su cintura mientras me embiste con fuerza. Gimo por el placer descontrolado que siento dentro de mí, lo necesitaba.

―Ah... ―echo un suspiro.

Supongo que es un capricho que tengo, pero deseo estar con él todo el tiempo y sin embargo, estos últimos días no hay forma de estar juntos. Pareciera que encontrar momentos solo para nosotros dos, es imposible.

Me sobresalto al oír el teléfono de línea. ¡Es tarde! ¡¿Quién llama a esta hora de la noche?! Las arremetidas continúan y mi interior palpita, pero también veo como Hermes posa su mano en el aparato que suena, sin detenerse.

―¿Qué...? ¿Qué haces? ―pregunto lo obvio. ¡Va a contestar mientras está sobre mí!―. Hermes... ni lo pienses ―le advierto, nerviosa.

Me mira un segundo y responde a mi amenaza con una orden.

―Tapate la boca. ―Respira agitado.

¡¿Es una broma?! ¡Qué vergüenza! Hago lo que dice cuando contesta el teléfono. Puedo ver su excitación, pero la oculta muy bien apenas responde.

―¿Sí? ―se limita a decir pocas palabras―. Entiendo... ―Hace pausa mientras se mueve sobre mí y yo sigo reprimiendo mis gemidos―. Estaré ahí. ―Corta y vuelve a mirarme―. ¡Uf! ―exclama pudiendo regresar a su estado de excitación plena.

―¿Do...? ¿Dónde...? ¿Dónde quedo tu vergüenza? ―Muevo mis manos de mi boca―. Ah... ah...

―La perdí hace mucho ―aclara lo que ya sé, pero es que me molesta.

Encima que atiende a su trabajo más que a mí, me enoja pasar por tal situación.

―No vuelvas a... hacer eso. ―Mi cuerpo se enarca por el placer que incita el continuo movimiento.

―Estaba esperando ese llamado. ―Presiona mi nalga.

―Ah... no lo justifica.

―Claro que sí, porque era para ti.

―¿Eh? ¿De qué hablas? ―digo confundida y me remuevo―. Ah...

―Haremos una prueba ―susurra en mi oído y luego noto como el líquido caliente se corre dentro del preservativo, hace un último sonido y se detiene respirando agitado―. Ah... veremos, si estás preparada realmente, para matar a mi padre.

~~~

Cuando Hermes dijo aquello ese día, me sorprendí.

Una prueba.

Me explicó todo con detalles. Obviamente, no lo voy a asesinar en esa reunión, en realidad lo que mi marido quiere saber, es si mi entrenamiento está funcionando. Él estará ahí para supervisarlo todo, pero cuando llegue la verdadera situación, estaré sola.

La prueba es esta: Lograr herir a R.

Disimuladamente, agarraré un cuchillo y delante de todo el mundo se lo clavaré en la mano.

Comparado con todo lo que me ha hecho, no es nada. Esto solo es una pequeña venganza, comparado con lo que vendrá después.

~~~

Antes de partir a aquella reunión mafiosa, a la cual Hermes ha ido primero para no generar sospechas, me pongo unos tacones altos, escondo mi Glock bajo un estuche atado en mi pierna y uso un hermoso vestido negro pegado al cuerpo. No es mi estilo vestirme del color de la oscuridad, pero es el tono de la venganza y lo que demuestra con quién estoy, mi demonio.

Perversa Oscuridad: Imperio [#2]Where stories live. Discover now