Capítulo 26

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— ¿Separase?, ¿qué? — le impactó porque eran sus padres, por más que Jeremy lo rechazara, Justin lo quería, para bien o para mal.

¿Se divorciarían debido a su salida del armario? Podía ser, pero no quería atormentarse por ello.

— Renté una casa mientras inicia el proceso de divorcio, si quieres te vienes a vivir conmigo y me acompañas.

Justin aceptó, aunque eso significaba dejar de vivir con Maluma, necesitaba hacerle compañía a su madre en estos momentos.

El rubio abandonó el edificio y se mudó con su madre a su nueva casa ubicada en un hermoso vecindario de la ciudad.

La casa tenía dos pisos, dos habitaciones confortables, una sala, una cocina, un comedor pero sobre todo, un hermoso jardín en la entrada.

Justin y Maluma retomaron su relación oficialmente.

De Melissa no se supo en mucho tiempo. Sin embargo, el colombiano se mantenía en contacto con George para que le informara cualquier cosa sobre el bebé.

Justin no era capaz de decirle a su novio que el hijo que Melissa estaba esperando no era de él, porque cada vez que Maluma hablaba sobre eso tenía un brillo especial en sus ojos, le causaba una ilusión que el rubio simplemente no quería destruir.

Pattie ya era más comprensiva con su hijo, siempre lo fue, pero Jeremy no la había dejado en su momento.

Maluma estuvo buscando trabajo en el periódico y lo consiguió, sirviendo bebidas en el bar donde Melissa y Justin habían discutido.

Días después Maluma fue a su casa un poco preocupado.

— Jus, tengo que contarte algo.

— Dime...

— Antes de yo entrar a trabajar un señor había dejado una carpeta en la barra. Esperaron varios días a ver si venía por ella pero como no lo hizo la abrieron y adivina... Estaban tus datos.

Justin lo miró aterrado.

— Recibí una propuesta de Calvin Klein... — confesó.

— Vaya.

— Sí, y acepté.

— ¿Qué?, ¿aceptaste sin consultármelo antes?

— Bueno estamos hablando de Calvin Klein. Es una oportunidad por la cual un millón de modelos mataría.

— ¿Y cómo te contactó Calvin Klein? Me parece extraño, digo como eres bajito, sin ofender.

— Bueno, alguien les envió fotos mías por correo.

— "Alguien" Justin, por favor. No tienes que mentir.

— Es que no fui yo.

— ¿No fuiste tú quien envió las fotos pero te reuniste con ese hombre? Algo no encaja.

Maluma estaba seguro de que Justin sí había enviado las fotos.

— Entiéndeme, esta oferta cambiará mi vida.

— Cambiará tu vida pero seguro nos separará nuevamente, ¿cierto?

— No seas dramático, ciertamente tengo que mudarme a Nueva York al menos durante un año, pero eso no tiene que destruir lo nuestro, solo ven conmigo...

— Eh, Justin. Te recuerdo que no puedo moverme de aquí porque voy a ser padre.

— Claro, el bebé. — bufó Justin.

El Guardaespaldas IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora