dieciséis

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La cena había estado bien. Más que bien, en realidad, la cena había sido mucho mejor de lo que Yoongi había pensado que sería y hasta podría decirse que la disfrutó bastante. El lunes cuando Seokjin le informó que el sábado por la noche lo invitaba a una cena y luego a una fiesta para celebrar su graduación, Yoongi creyó que sería un evento aburrido e incómodo de esos que lo estresaban por la cantidad de gente, el encierro, la música demasiado alta, y principalmente el hecho de tener que utilizar un traje de etiqueta, y todas esas cosas por las que se quejaba como el rey del drama que solía ser. Sin embargo y para su sorpresa, no fue así. 

Por empezar la comida estaba deliciosa y no salía tan ridículamente cara como cabría esperar de un restaurante elegante (o tal vez ahora que Yoongi tenía un sueldo fijo y ya no dependía de ahorros, pagar unos cuantos wons ya no era tan grave); los demás presentes eran pocos: dos amigos de clase de Seokjin y sus respectivos tres invitados, y de igual forma Yoongi no se sintió incómodo porque Byulyi estaba allí y se encargó de que no tuviera que hablar con ellos, y además estaba también el nuevo novio de Jin, Namjoon, que como buen amigo de Hoseok que era no escatimó ni tuvo reparos en contarle historias "vergonzosas" sobre su pelinegro favorito; y por si todo eso no fuera ya motivo suficiente para que la noche no fuera tan terrible, luego de la dichosa cena estaba la fiesta, y Hoseok estaba invitado a esta. Un plus: usaría traje también a pedido de Seokjin para que no fueran ellos (los de la cena) los únicos idiotas vestidos así en el bar. Claro que Yoongi no admitiría que anticipaba ver a Hoseok usando un traje, no. 

Tal vez empezar a tomar desde la cena no había sido una idea muy coherente, pero Seokjin se encontraba tan feliz por haberse recibido y su buen humor era tan contagioso en ese momento que cuando sugirió que brindaran por segunda vez con soju después de hacerlo con las lindas y refinadas copas de champaña nadie pudo decirle que no, y para cuando ese segundo brindis se convirtió en una quinta ronda y en un unos cuantos shots de tequila ya era un poco tarde para arrepentirse de todos modos. Yoongi podía decir que las circunstancias se dieron de a poco para que él terminarse un poco (muy) alegre a la hora de dejar el restaurante para llegar al bar donde la fiesta ya estaba comenzando, pero aún así, según él, todavía no estaba tan mal como para tener que preocuparse porque si bien estaba un poquito más risueño y simpático de lo normal, todavía coordinaba los movimientos de las dos piernas para caminar sin necesitar la ayuda de nadie. De a ratos se tambaleaba un poco, pero igualmente insistía en que estaba bien. 

Llegaron un rato antes de la medianoche al bar que habían alquilado los graduados y en donde Yoongi no conocía a nadie más allá del grupo con el que había entrado. El lugar era más que enorme y estaba decorado con luces de colores, humo y demás tonterías típicas de las fiestas grandes que a un semi ebrio Yoongi no le llamaban mucho la atención, lo único que lo había sorprendido un poco era lo gigante que ese bar era: tenía la capacidad suficiente para sostener a todo ese grupo de muchas, muchísimas, demasiadas personas. Suponía que aquellos en extremo bien vestidos eran los graduados, pero cómo podía estar seguro de algo así cuando él mismo con ese traje azul marino tranquilamente podría haber sido uno más de los recientes arquitectos, y ni hablar de Byulyi con aquel vestido negro. Que por cierto, Yoongi se preguntó toda la noche cómo era que la chica todavía no había sufrido de hipotermia con un vestido tan corto y desabrigado, él que venía de camisa y pantalón largo sintió que iba a morir congelado antes de tomar y entrar en calor, ¿entonces era posible para un ser humano ir por una Seúl nevada de fines de enero usando un vestido así? 

Tan rápido como entraron Seokjin, su novio y sus dos amigos Jaehwan y Junghwan con todos sus invitados se esfumaron como por arte de magia, dejando a Yoongi y a Byulyi solos en medio de esos rostros desconocidos que ni siquiera podían ver bien con tantas luces y humo por todas partes. Yoongi tenía suerte de estar ligeramente ebrio porque no estaba a solas con Byulyi hacía casi un mes, desde principios de enero cuando habían aclarado todo, y aunque habían quedado bien como amigos nunca más habían estado solo ellos dos sin la presencia de Jin hasta ese día, aunque no lo habían planeado sino que se había dado así naturalmente considerando que los dos estuvieron todo el mes ocupados rindiendo exámenes para finalizar sus clases de una vez. 

편지 (YoonSeok)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum