diez

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Después de pasar varias horas analizándolo a fondo, Yoongi llegó a la conclusión de que la foto de Kumamon era su cosa favorita de todas las estupideces que habían sobre la superficie del escritorio. La foto en sí no tenía nada de especial, era simplemente una imagen de la primera vez que aquel ridículo oso apareció en las calles de Japón y se volvió viral, pero decidió que era su favorita porque fue la última cosa que Hoseok pegó en el escritorio antes de la mudanza y de alguna forma eso era bastante significativo para Yoongi... al igual que patético y cursi. Se acordaba a la perfección de la historia detrás de la foto, y eso era todavía más patético y cursi. Hoseok había visto la historia de aquel oso y le había parecido tan lindo y tierno que se la mostró a Yoongi, y vaya sorpresa se llevó cuando Yoongi admitió que Kumamon sí era lindo y hasta dijo que le gustaba un poco. Al día siguiente Hoseok apareció en su casa con la foto del bicho impresa, y entre risitas pegó la foto y le explicó "hay que recordar para siempre el día en el que admitiste que algo era lindo". Desde entonces aquel estúpido oso a Yoongi le gustó todavía más porque le recordaba a Hoseok y a ese día, uno de los últimos que pasaron juntos. 

-Estúpido oso -dijo entre dientes, apuntando la foto con un dedo-. Y estúpido Hoseok por pegarte ahí también.

Desde que Yoonjae le había hecho el enormísimo favor de acompañarlo a buscar el escritorio a casa de sus padres el miércoles después del almuerzo, Yoongi no había hecho más que mirar todos y cada uno de los dibujos, fotos y frases que lo adornaban para rememorar las historias detrás de ellos como el maldito bastardo masoquista que era. La tarde entera se le había ido en eso hasta que Jin fue a buscarlo para ir a Half Moon, y ni siquiera eso bastó para frenarlo pues al regresar de la cafetería siguió con lo mismo hasta que el sueño lo venció bien entrada la noche. Ese comportamiento obsesivo no había venido en vano, sin embargo, porque de alguna manera ese fue el último empujón que necesitó para decidir que iría a la fiesta el jueves, hablaría con Hoseok y se sinceraría sobre sus sentimientos, incluso si moría en el intento. Probablemente moriría en el intento, pero no cabía duda de que lo intentaría porque ya era hora de que el pelinegro supiera lo que Yoongi sentía. 

El jueves trató de vivir su vida con normalidad, sin entrar en pánico y sin arrepentirse de lo que había decidido, aunque a mitad de la tarde ya se encontraba perdiendo la cordura porque no estaba lográndolo. Había sido fácil decir "sí, le diré todo" mientras miraba esa estúpida foto de Kumamon y todas las demás tonterías que decoraban el escritorio, pero cuando faltaban nada más dos horas para la fiesta había comenzado a ponerse nervioso, verdaderamente nervioso. Lo peor era que estaría solo porque Seokjin y Byulyi decidieron pasar las fiestas separados por primera vez en años e hicieron planes con sus compañeros de clase, porque por supuesto que ni Byul ni Jin eran entes antisociales como Yoongi y tenían otros amigos, y Yoongi mentiría si dijera que no se sintió un poco desamparado y traicionado por eso. Sin nadie para animarlo, detenerlo o decirle que estaba exagerando y actuando como un lunático al hacer todo un drama porque no sabía qué ponerse, terminó por dejarse caer en la silla junto al escritorio cual peso muerto, bufando, y no tardó en ponerse a jugar con el cajón, abriéndolo y cerrándolo porque no tenía nada mejor que hacer. 

Fue en ese momento que su teléfono sonó porque un mensaje había llegado... y era de Hoseok.

[Chat con Hobi]

Jueves 24 de diciembre

20:18

Hyung! Te veré hoy en la fiesta al final? Vienes? A las 10 más o menos estarán llegando todos, deberías venir a esa hora.

O bueno, antes o no sé, puedes venir a la hora que quieras obviamente :P

20:19

Como sea, espero verte hoy :) 

편지 (YoonSeok)Where stories live. Discover now