28. Creo que hay algo que debes saber.

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-¿Ah?  - Pregunta confundido.

-Ya estoy lista para... Hablar... Fue hace aproximadamente un año. - Sonrío amargamente. - Aún recuerdo las palabras de mi madre cuando le pregunté porque no recuerdo nada.

-¿Y qué te dijo?

-"Estábamos en un banco, y entraron ladrones a realizar una emboscada, nadie les quiso entregar dinero, así que procedieron a disparar, a nosotros no nos alcanzó ninguna bala, pero a ti sí mi niña. Lo siento mucho."  Dijo ella con la voz ronca y llorando mucho. Yo entiendo que ellos no pudieron hacer nada por mi. Lo entiendo perfectamente. Pero eso no me explica las horribles heridas en mi cuerpo que con mucho esfuerzo y dinero pudieron desaparecer. Ni el por qué perdí completamente la memoria, he asistido a varias terapias para poder recordar por lo menos a mis padres. Fue horrible. - Me mira expectante. - Puede que me hayan disparado. Porque aún tengo la leve marca en la pierna. Aún no se borra. Pero qué hay de las heridas que habían en mi cuerpo... Aún no creo del todo las palabras de mi madre, pero no me queda de otra más que creerle, no conozco a nadie más que mis padres que estado antes del accidente.

-Osea... ¿No recuerdas nada? ¿Nada de nada?

-No, casi nada.

-¿Casi?

-Si, los primeros días, en mi mente siempre pasaba un chico... Pero no se le veía la cara, se lo comenté a mi mamá, pero no me creyó y me mandó a un psicólogo, tres meses después, el chico aún no salía de mi mente... Tuve que decirles a mis padres que ya no pasaba ese chico por mi cabeza y que ya no tenía sueños extraños para que dejaran de obligarme a tomar pastillas.

-¿Sueños extraños? - Pregunta anonadado.

-Si... Esos los sigo teniendo, pero el chico ya no pasa más por mi mente.

-Y... ¿Qué eran esos sueños extraños? - Pregunta.

«No vayas a decírselo. Meterás la pata en grande. »

Wow Patricia, hasta que te dignas a aparecerte.

-Bueno, no es nada importante. - Sonrío nerviosa. Nunca se me ha dado bien mentir. - Son sólo tonterías.

El me abraza.

-No te creo nada. - Susurra en mi oído.

-E-es cierto... Son sólo tonterías.

-Bueno, haré como que te creo. - Me da una hermosa sonrisa. - ¿Y cómo fué que lograste sacar al chico de tu mente?

- Ahí es donde entras tú. Cuando llegaste... El chico desapareció de mi mente por completo.

-Vaya... Yo... No sé qué decirte... - Puedo ver en sus ojos, que está sorprendido, tienen una pizca de emoción y esperanza. - Ven acá. - Me abraza y apoya su cabeza en la mía.

-Aún puedo recordarlo, cada emoción, cada sensación, sentir que no tienes a nadie... Fue... Horrible.

(Flashback)

Abro los ojos y hay una luz que los cega por completo.

-¿Cariño? - Se acerca una señora joven y muy guapa.

Frunzo el ceño muy confundida, intento hablar para preguntarle quién es, pero las palabras no me salen, es como si no supiera hablar.

-Oh no, no te esfuerces, ya hablaremos luego, ahora solo debes descansar. - La señora me da una sonrisa sincera y va hacia afuera de la habitación.

Fijo mi vista en mis brazos, tengo un montón de moretones, quemaduras y cortes.

¿Esta soy yo? 

¡IDIOTA! #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora