CAPÍTULO 20

6K 474 143
                                    

Eran exactamente las 9 de la mañana cuando su madre lo despertó. Jacob acababa de llegar a su casa.
–Vamos, Louis. Tu amigo está en la puerta y me ha dicho que es muy importante que se vean. –mencionó la señora Tomlinson moviendo suavemente a su hijo, que dormía como un bebé.
Louis intentó sentarse sobre la cama, pero sentía demasiado dolor en la cadera gracias a lo que había hecho la noche anterior. Llevaba unas bolsas enormes de agua bajo los ojos, no había dormido más de 4 horas esa noche. – ¿Jacob está aquí? –“Hijo de perra, lo mataré” pensó mientras se tallaba los ojos para poder despertar mejor.
–¿A qué hora has vuelto anoche, Louis? Me he quedado dormida a las 3 y tú aun no llegabas. –Su madre se veía seria, mas no molesta.

–No sé, como a las 3:30. Teníamos mucho trabajo. –mintió. Se sentía tan mal como si la noche anterior hubiera bebido una botella entera de Vodka–. ¿Está Jacob aquí? –volvió a preguntar.
–Sí, lo haré pasar. –se levantó de la cama de su hijo y salió dirigiéndose hacia la puerta.
Aunque la familia de Louis fuera muy humilde, su padre había hecho lo posible por darles una vida digna, sin un solo lujo, pero con un hogar decente donde vivir.
Louis presionó su cadera con sus dedos. Le dolía horrores y no entendía por qué, si la noche anterior había gozado cada segundo con ese chico.
Jake entró a la habitación con toda confianza. Llevaba ropa deportiva y estaba muy sudado. –Mierda, no pude esperar más. Tenía que venir para que me contaras qué mierda ocurrió anoche. –cerró la puerta tras él y se sentó en el suelo de la habitación, recuperando el aliento. Al parecer había estado corriendo.
–¿De donde vienes? –preguntó el castaño observándolo raro por su aspecto.
–Del gym, salí de ahí y se me ocurrió venir a visitarte.
–Son las 9 de la mañana, imbécil. Además es sábado y no sé si te acuerdas que anoche estuve con el imbécil de Styles hasta altas horas de la madrugada. –La falta de energía le ponía del peor humor. Estaba tan estresado por sentir tanto dolor físico que quería golpear a Harry por haberlo penetrado con tal dureza.
–Es una venganza por todas las veces que tú me has llamado en los momentos menos indicados. Me la debes. Además, ¡quiero que me cuentes qué pasó anoche! No he podido dormir en toda la noche por estar pensando en eso. Eres un hijo de puta. –Comenzó a reír, parecía tan emocionado que se podía pensar que Jake tenía algún interés personal en derrotar a Harry, pero después podía recordar que Jake era un enfermo y siempre se comportaba así.
–Y tú pareces una niña adicta al cotilleo. –Rodó los ojos y se giró como pudo sobre la cama.
–¿Me lo dices tú a mi? ¡Por dios Louis, tú eres él que se acostó con Styles! – gritó aun actuando demasiado interesado por la situación.
Louis lo miró molesto. –¿Puedes dejar de gritar? Tengo la cabeza a punto de explotar.
–Entonces dime de una vez, ¿Qué pasó anoche? ¿Lo has conseguido al final o no?
–¡Pues claro que lo he conseguido! ¡Ese chico está loco por mí! –Miró a su amigo con una gran sonrisa, pero no de felicidad, sino de maldad. Estaba demasiado satisfecho y orgulloso con lo que estaba logrando–. Es increíble la manera tan fácil

en la que ese idiota cayó en nuestro plan. Verdaderamente no sé si su autoestima está tan baja que con cualquier muestra mínima de “amor” se pone como loco.
Jake elevó su mano hasta su boca impresionado. –¿Te ha dicho que te ama? –No, y tampoco creo que lo esté. Pero lo que sí me ha dejado claro es que se muere de celos cuando me ve con el pesado de Oliver.  Seguro que está tan acostumbrado a que sus putas lo respeten, que quiere hacerse el “dominante” conmigo, imbécil.
–¿Pero no se supone que ese era el plan? ¿Hacerte el sumiso con Styles?
–Sí, pero si quiero actuar sumiso será por mi propia voluntad, no porque ese imbécil así me lo imponga. –Louis mantenía su dedo índice en su sien. Parecía un anciano molesto.
–Bueno, pero al menos ya follaron, supongo que eso era lo impórtate. ¿Te ha dicho al menos algo “cursi”?
–Lo ha hecho, demasiado, pero no solo me ha dicho, me ha tratado como su estúpido. Como un “príncipe”. No sé. A veces pienso que está enfermo mental o algo así. Me enferma con su actitud domadora.
Comenzó a reír como loco. –Oh, Louis. Hablas como si fuera una niñata quejándose de su novio celoso. Vamos viejo, estas logrando todo lo que querías, Harry Styles terminará demente por ti y eso te conviene.
Louis estuvo a punto de decir algo cuando su móvil comenzó a vibrar. Miró el localizador de llamadas. –Mierda… Es el puto de Oliver, no sé qué quiera a estas horas.
–Seguro follar. –Guiñó el ojo divertido. Si había alguien que se estaba matando de risa con esa situación era Jacob–. Vamos, contéstale a tu noviecito.
–¿Para qué mierda? Harry no está en la ciudad, no me servirá de nada tenerlo cerca estos días. Además, ayer le dije que quería hacerle “cositas” solo para celar a Styles. Seguro que si quiere follar. –rechazó la llamada y al instante volvió a sonar–. Mierda, este maricón no ha comprendido que no quiero hablar con él. – Volvió a rechazar la llamada y esta vez apagó el móvil al instante.
–¿Por qué no le coges las llamadas? Será mejor que lo tengas de tu parte.
–No, no me interesa por ahora. Harry me ha pedido que no lo vea este fin de semana.
–¿Ha hecho eso? –se veía impresionado–. ¡MIERDA LOUIS! ¡ERES UN PUTO GENIO! –lanzó una carcajada, Louis se contagió de la risa de su amigo.
–¡Si, imbécil! No sabes cómo me comporto frente a esos dos, parezco una perrita caliente. –siguieron con las carcajadas por un largo rato.

Louis no sentía remordimiento alguno al hablar así de Harry o de Oliver. No sentía nada más que gracia y satisfacción. No le importaba una mierda que dentro de esos chicos estuviera creciendo algo por él. Solo quería lograr su objetivo. Tenía muy claro que no tenía que mezclar los sentimientos con los negocios, y por desgracia, Harry Styles para él era un negocio.
–¿Entonces? ¿Ahora que sigue? –preguntó Jake poniéndose serio.
Lo pensó por unos segundos más. –Creo que por ahora le haré pensar que me tiene a sus pies, fingiré que solo pienso en él, que solo lo quiero a él y esas estupideces que me pidió anoche, tengo planeado algo para hoy, esta noche intentaré algo diferente. –Elevó las cejas como todo un ganador–. Porque enserio creo que me revisará el culo para asegurarse que no he estado con nadie más durante su ausencia. –Los dos amigos explotaron en risas de nuevo.
La manera en la que se estaban burlando de Harry podía incluso a llegar a ser demasiado cruel, pero a ellos no les importaba, nada en realidad, les importaba una mierda robarle el alma a ese chico para después pisotearla y tirarla a la basura.
Pronto cambiaron de tema a cosas aun más estúpidas. Les parecía una pérdida de tiempo hablar sobre algo que ya tenían “ganado”.


Nueva York, Estados Unidos.
Harry llevaba todo el estúpido día asistiendo a estúpidas reuniones con estúpidas personas que decían cosas en un estúpido acento estadunidense. Desde que había bajado del avión no había descansado ni un poco.
Odiaba que su padre lo hubiera mandado justamente a él para encargarse de asuntos tan importantes y pesados.
Durante todas las reuniones del día había tenido que leer cientos de contratos enormes. En esos momentos se lamentaba demasiado que Louis no estuviera con él para que leyera los contratos y luego se los sintetizara con palabras más simples.
En realidad no solo lamentaba no tener a Louis para eso. También estaba deseoso de verlo, de tocarlo y de repetir las cosas que habían pasado una noche anterior.
No había podido dejar de pensar en él durante todo el día, lo cual le parecía muy extraño, pero tampoco le molestaba, pensar en Louis se había convertido en su mejor hobby.
Incluso no había pensando, ni siquiera le había pasado por la cabeza, seducir a alguna ejecutiva neoyorkina para llevársela a la cama esa noche y poder relajar los deseos sexuales tan elevados que tenia. Solo pensaba en lo mucho que

deseaba que fuera miércoles para volver a Inglaterra y ver a Louis, y si este se lo permitía, volver a acostarse con él.
Cuando se hizo de noche regresó a su hotel sin siquiera salir a cenar. Pidió servicio al cuarto y prendió la televisión para mirar el noticiero. Era sábado y estaba en Nueva York, pero aun así no le pasaba por la cabeza salir a divertirse.
Comenzó a revisar sus correos, después sus mensajes del móvil para comprobar que nadie importante (Louis) le hubiera mandado algo. Por desgracia, solo tenía mensajes de su novia y de algunos cuantos amigos del club deportivo.
Estaba recostado en la cama, mirando la televisión sin poner nada de atención. Una vez más, estaba maravillado por como Louis lograba manipular su cabeza, al grado de no poder dejar de pensar en él a pesar de encontrarse tan lejos.
Se rindió por completo. Tomó su móvil y le mandó un mensaje de texto. Sabía que eran las 4 de la mañana en Londres, pero eso era lo que menos le importaba.
Necesitaba comprobar que Louis no estuviera con su primo. “Hola, espero que estés despierto porque quiero hablarte”
No habían pasado más de 2 minutos cuando recibió una respuesta de parte del menor.
“Son las 4 de la mañana, obviamente estaba dormido. ¿Necesitas algo? “Si, a ti.” Sonrió como imbécil y mandó el mensaje.
“Creo que me pasa igual ¿Por qué no tomas un avión, regresas a Londres y te metes a mi cama?
“No me pidas eso porque terminaré haciéndolo, y no quiero pasar las próximas 15 horas lamentándome haber dejado NY solo por ti.”
“¿Te lamentarías? Yo podría recompensarte, tengo la manera perfecta de lograr que tu pienses que ha valido la pena.”
“¿Ah, sí? Si sigues así tendré que pajearme, y será muy incomodo porque será pensado en ti”
“¿Por qué no mejor me llamas? Quiero escuchar tu voz.”
Harry suspiró impresionado al mismo tiempo que marcaba el número de Louis para hablar directamente con él. Era un maldito loco, si, pero valía la pena.
–Hola. –se escuchó aquella voz chillona que tanto añoraba escuchar. Harry sonrió en automático.
–Hola, príncipe. –Relamió sus labios, buscó el control remoto para después apagar el televisor y optó una posición más cómoda sobre la cama–. ¿Qué has

hecho hoy? –se había olvidado de la caliente conversación que tenían por mensajes, ahora solo lo quería escuchar hablar, mucho, mucho.
–Nada interesante. –Bostezó sin poder evitarlo, realmente si estaba dormido cuando Harry le envió el mensaje–. En la mañana vi a Jacob y lo demás del día lo pasé mirando la televisión con Mini, mi hermana.
–¿Eso quiere decir que no has visto a Oliver?
–Exactamente. –Se había quitado un peso de encima, al menos sabia que Louis no había estado follando mientras él trabajaba–. ¿Y tú? ¿Por qué no te estás tirando a una turista o a alguna estadunidense?
–Porque hoy solo tengo ganas de un británico de 15 años.
–Eres un maldito enfermo, pedófilo. –Harry comenzó a reír
escandalosamente–. Pero sabes que así me gustas, y demasiado. –Había dos opciones:
1. Louis actuaba muy bien.
2. Louis no mentía y realmente le gustaba Harry.
–Dime que tú también te has quedado con demasiadas ganas desde lo de anoche… –susurró el rizado con un tono de voz seductor.
–Ni tantas. Me has dejado inmóvil el día de hoy. Tuve que inventarle a mi madre que me había caído de la escalera de tu casa.
–Seguro fue porque no te lo hice correctamente, no te traté con la fragilidad que te mereces… –hablaba mediante susurros que más bien parecían gemidos–. La próxima vez que te vea, te lo haré tan rico que llegaras al orgasmo en menos de 5 minutos.
–No, yo no soy tan precoz como tú. –Por otro lado Louis se encontraba maravillado con lo que estaba pasando del otro lado de la línea. Sabía exactamente lo que haría esa noche para mantener a Harry aun más loco por él. Louis no sentía ni un poco de excitación, pero fingiría que lo estaba. –En estos momentos desearía poder verte a los ojos y que me estés tocando… – había dado en el blanco perfecto, ahora Harry estaba demasiado caliente por sus simples, pero efectivas palabras.
–Prende la computadora, guapo. Muéstrame como te tocas por skype. –Louis tuvo que tapar su boca para no comenzar a reír escandalosamente. Harry actuaba como un maldito cerdo cuando estaba excitado.
–No tengo computadora, Styles. –No mentía, no tenía una pc para poder hacer lo que le pedía, en realidad lo único que tenía era su simple celular que apenas funcionaba.

–Bueno, que bien qué me dices, mañana te compraré una para evitar estas situaciones. Realmente necesito tenerte en estos momentos.
–Entonces, vamos a emplear tu juego… Tócate pensando en mí, justo de la manera en la que ayer me obligaste a hacerlo a mí.
Harry comenzó a hacerlo, en realidad ya lo hacía desde antes de que el menor se lo pidiera. Estaba actuando como un animal adicto al sexo, pero realmente Louis lo ponía mal. –¿Qué me harías si estuvieras aquí conmigo?
Louis sabía cómo tratar a Harry. Le gustaban las palabras sucias escondidas bajo la ternura e ingenuidad que un chico de 15 años podía darle. –Te besaría la boca, lo haría muy húmedo. Te besaría hasta que no pudieras continuar respirando.
Harry sonrió mientras se acariciaba el abdomen para después comenzar a frotar su mano sobre su miembro por encima de la ropa. –¿Solo eso, bebé? Vamos, toma las riendas de la situación.
–También te besaría todo el cuello, te dejaría mil marcas en esa piel, miles de chupetones. Descendería por tu abdomen hasta llegar a tu cadera y ahí, me detendría.
–No, no te detengas… –gimió y Louis pudo deducir que Harry ya se estaba masturbando para él.
–Somos unos malditos enfermos.
–La puta madre, Louis, sigue…. –rogó el mayor.
–Te daría un perfecto blowjob, te besaría esa zona como si su sabor realmente me encantara, te haría vibrar por solo mi lengua sobre tu miembro. –La respiración de Harry contra el auricular era demasiado fuerte. Debía estar pasándola genial.
–¿Me dejarías follarte? –Preguntó empuñando más su mano alrededor de su miembro, y acelerando sus movimientos–. ¿Me dejarías hacerte mío otra vez?
–Ya soy tuyo. –Ni siquiera se explicaba por qué había dicho eso–. Me estés follando o no, yo ya soy tuyo.
–Te mato Louis, me encantas…. –volvió a gemir y se quedaron en silencio.
Estuvieron más de 5 minutos sin mencionar ninguna palabra. Louis estaba muy concentrado en las respiraciones del mayor, escuchando
detalladamente y tratando de imaginarse la escena que ocurría del otro lado de la línea. Si Harry se hubiera encontrado con él, obviamente le habría dejarlo que lo follara, es más, en esos momentos él también sentía la necesidad de tocarse por los gemidos del mayor.
–¿Te gusta?

–Si… Pero ya no hables mas, estoy por terminar…
Pasaron unos minutos más hasta que el mayor dejó claro que había llegado al orgasmo por los gemidos acelerados que había emitido. Louis sonrió como si realmente hubiera sido él quien le había provocado tanto placer.
–¿Mañana me volverás a hablar a estas horas solo para pajearte escuchandomi voz? –gastó una broma cuando sintió que el mayor ya se había recuperado.
–Claro que sí. –Dejó salir una risita–. Mañana iré de compras, y tendrás que aceptar que si veo algo que me gustaría verte puesto, te lo compraré.
Los ojos del menor se iluminaron al escucharlo decir eso. –Y yo lo modelaré para ti.
–Mierda. Te odio, ahora mismo tengo el abdomen lleno de semen. Tengo que tomar un baño.
–Está bien, yo también tengo que dormir. Se hizo un silencio incomodo.
–De acuerdo. Mañana intentaré llamarte cuando sea de temprano allá, para que no te desveles tanto.
–Sí, está bien.
–Okay.
–Okay.
–De acuerdo.
–Creo que ya tienes que colgar, Harry.
–Mierda, lo sé. Pero creo que voy a extrañar tu voz, y demasiado. –la llamada se cortó.

Luxury's louis ( De  Fer_tommo) Larry stylinson Where stories live. Discover now