CAPÍTULO 19

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La cama de Harry era demasiado cómoda para ser real. Las sábanas de seda y la calefacción levemente encendida era lo que hacían que la situación fuera mil veces más satisfactoria.
Louis llevaba despierto aproximadamente 10 minutos, mirando como Harry dormía a su lado, sin hacer ningún movimiento o ruido que no fuera el de su respiración.
Miró el reloj que se encontraba en la cabecera de la cama. Eran las 3am y él tenía que regresar a casa antes de que su madre se alterara y terminara llamando a la policía.
Se levantó intentando no despertar al rizado. Lo hizo lento y delicadamente. Además de que su cuerpo estaba algo adolorido por la ruda sesión de sexo que acababan de tener.
Cuando ya se encontraba fuera de la cama notó su cuerpo desnudo y buscó con la mirada algo para colocarse encima. Encontró la camisa de Harry y la miró por unos segundos.
Era una camisa muy costosa, de la marca Louis Vuitton, la llevó hasta su nariz y olfateó todo el olor del rizado. Era delicioso su aroma, era tan sofisticado y varonil que lograba que Louis sintiera la necesidad de impregnarse ese olor.
Se colocó la camisa encima, por obvias razones le quedaba demasiado grande, tanto que las mangas lograban rebasar sus manos y el largo de la camisa llegaba por debajo de sus glúteos.
Salió de la habitación, mirando todo a su alrededor, las fotografías, las pinturas, los lujosos muebles del lugar, todo.
Le parecía muy injusto como una persona tan mierda como lo era Harry tenía todo eso. Como una persona que no servía para nada más que para gastar dinero era tan privilegiado.
Lo que había pasado con Harry había sido exageradamente bueno. No sólo había logrado conseguir su objetivo, sino que también había disfrutado demasiado ese sexo.

La casa de Harry estaba muy silenciosa, sola y sin nada importante que hiciera que a él le llamara la atención.


Louis entró de regreso a la habitación y se encontró con el rizado ya despierto sentado en la cama, aun con las sabanas cubriendo su cuerpo. Este lo miró y rápidamente entonó una sonrisa. –Esa camisa te queda muy bien, pero creo que te quedaría aun mejor si no te cubriera tanto… –lo recorrió por completo con la mirada.
Louis se sonrojó un poco y sonrió. –Eres muy grande, es obvio que tu ropa me quedaría tan floja.
Lo miró por unos segundos más. Louis realmente le parecía hipnotizante, su rostro, su piel, su cuerpo, todo en sí le parecía increíble. –Vuelve a la cama Louis, es tarde. –habló Harry volviéndose a recostar y abriendo espacio junto a él para que el menor se recostara.
–Ya lo has dicho tú. Es tarde, Harry. Tengo que volver a casa. –Se acercó hasta la cama y se sentó sobre un costado–. ¿A qué hora tienes que estar por la mañana en el aeropuerto? –recordó que su jefe saldría hacia América esa mañana y utilizó eso como un pretexto.
Harry pensó por un tiempo. –A las 7 de la mañana… –dejó salir un quejido y se giró dándole la espalda al menor–. Ya metete, vamos a dormir, mañana seguimos hablando.
–Harry, son las 3 de la mañana, mi madre me matará si no llego a dormir, le prometí que regresaría esta misma noche. –La verdad era que no estaba muy cómodo con todo eso. Durante el sexo Harry había mencionado algunas palabras que le habían dejado pensando por mucho tiempo y definitivamente eso no estaba bien.


“Al fin te he encontrado, Louis”
¿Por qué Harry había dicho eso? ¿A qué se refería? ¿Qué había querido decir con esa frase? Es decir, su principal estrategia para joder a Harry Styles era colocando una demanda por abuso a un menor, pero cómo mierda iba a lograr demostrarlo si Harry lo trataba como si él fuera alguien delicado. Su hermana había dicho que para enamorar a alguien se tiene que ser frágil, y tal vez Louis lo estaba logrando, pero realmente sentirse bajo el cariño de Styles le intimidaba, le hacía sentir nervios y sobretodo le hacía dudar sobre lo que estaba haciendo.

–Louis, quédate a dormir esta noche. –Se giró para mirarlo y lo dijo de una manera poco común, como si realmente él quisiera tenerlo durante toda la noche–. Anda, tu madre sabe que estás conmigo “trabajando”, seguro lo entenderá.
–Harry… Te juro que no puedo quedarme… ¿me llevaras a mi casa o no? Dímelo de una vez, porque si no entonces puedo tomar un taxi y listo. – Esperó una respuesta del rizado.
–¿Quieres que te lleve a casa entonces? –elevó las cejas y preguntó con diversión. Louis asintió con la mirada–. Pues entonces lo haré si antes te vuelves a acostar conmigo, me has dejado con ganas de hacerte mil cosas más. –comenzó a reír y volvió a hacer espacio sobre a la cama.
Louis se levantó de la cama fingiendo molestia. En esos momentos lo único que sentía era confusión y algo de satisfacción porque sabía que su plan estaba funcionando a la perfección. –Bien, entonces creo que me iré en taxi, adiós. –tomó su pantalón del suelo y se lo colocó rápidamente, después hizo lo mismo con sus zapatos y trató de salir de la habitación.
Harry se levantó rápidamente de la cama y corrió hasta él, deteniéndolo con un fuerte abrazo que cubría todo su cuerpo y le impedía el movimiento. –No te vas a ir solo. –susurró mientras Louis forcejeaba para soltarse y poder salir.
–Suéltame Harry, tengo que volver a casa. –intentaba soltarse de los brazos del rizado, pero al mismo tiempo buscaba maneras de que este le rogara mas. Ahora sabía algo totalmente correcto; Harry Styles había caído en su trampa.
Dejaron de forcejear aun sin soltarse del abrazo. El mayor bajó la mirada y le dedicó una sonrisa. –¿En serio quieres irte tan pronto? ¿Soy tan malo en la cama para que no quieras hacer nada conmigo de nuevo? –preguntó fingiendo un puchero. Le robó un besito sobre los labios a Louis y después tomó su mano para comenzar a caminar de nuevo hacia la cama.
Louis tenía que aceptarlo. Cuando Harry no estaba ocupado siendo un hijo de puta, era demasiado encantador. Se dejó controlar por sus manos hasta llegar a la cama. Harry lo tomó de la cintura y lo recostó sobre el colchón para después colocarse encima de él. En esos momentos Louis llevaba toda la ropa mientras que Harry solo llevaba los bóxers.
–¿Así eres con todas las personas con las que te echas un polvo? –preguntó mirándolo por debajo de él. Harry lo tenía totalmente dominado con su cuerpo–. No me digas que finges cariño con todas las putas que te traes cada fin de semana.
–No, solo con esta puta soy así. –Dio una sonrisa traviesa mientras Louis le daba un golpe sobre el abdomen–. Mentira, lo que pasa es que tú me causas ternura,

porque eres chiquito y no sé. Bonito tal vez. –lo decía con demasiada naturalidad, sin pena alguna.
Louis se quedó sin palabras después de eso. En su interior quería reír como loco y burlarse por lo estúpido que podía llegar a ser Styles, sin embargo había algo en él que le hacía sentir un cosquilleo en el estomago ante esas palabras. Harry notó la reacción de Louis y decidió agregar más al momento. Se agachó hasta su cara y sin haber pedido permiso adentró su lengua a la boca del mayor, regalándole un beso demasiado húmedo, pero al mismo tiempo tranquilo.
–Mierda Styles, pareces una niña enamorada. –le negó el beso corriendo la cara hacia otro lado. Harry comenzó a reír y continuó besándole esta vez el cuello y las mejillas.
–El día que yo actué como niña enamorada, ese día será el mejor de tu vida. – Louis comenzó a reír y se dejó mimar por el mayor.
Las manos del rizado comenzaron a bajar por su cuerpo, lo acariciaba mientras le dejaba decenas de chupetones sobre la piel del cuello. Llegó hasta el cinturón de Louis y se detuvo, lo miró esperando a que este le otorgara el permiso para continuar.
–Harry, detente, llévame a mi casa, son las 3 de la mañana. –volvió a decir cuando en realidad rogaba porque este siguiera.
–Voy a mostrarte algo que aprendí a hacer cuando tenía tu edad– comenzó a desabrocharle el cinturón para después intentar adentrar su mano dentro del pantalón del menor.
–Mejor me voy, enserio que no puedo quedarme. –lo alejó de él negándole el permiso, después se levantó de la cama y comenzó a acomodarse la ropa. Harry dejó salir un suspiro, rindiéndose ante Louis. –ya no recordaba lo que es tener que volver a casa por obligación, por unos momentos me olvidé de que tienes 15 años.
–también se levantó y caminó hasta su closet para sacar un pantalón deportivo y colocárselo encima.
–¿Eso fue durante el tiempo que me rompías el culo? Porque yo supongo que durante esos momentos no te pasaba por la cabeza que soy un menor de edad. – habló dándole la espalda, gastando una pequeña broma sobre lo que había pasado.
–No Louis, mientras te estaba metiendo el pene hasta el estómago sólo pensaba en que tienes un cuerpo de puta madre y que el hecho de que seas un nenito te hace más caliente. –le devolvió la "bromita" y terminó de colocarse la ropa.
Louis lo miró molesto. –No me has metido el pene hasta el estómago, no seas exagerado, es demasiado pequeño para entrar tan profundo. –no pudo controlarse la risa y dejó salir una carcajada exagerada.

–Aún así te hice gritar de placer. –se acercó hasta él con una sonrisa y volvió a abrazarlo por la cintura, esta vez sin ser agresivo u obligarlo–. Niégame que te haya vuelto loco...
Louis lo miraba con una sonrisa al mismo tiempo que mordía su labio inferior. –lo has hecho, me has hecho decir cosas que pensé que sólo decían en las películas porno.
Ambos comenzaron a reír, Harry terminó el momento dándole un beso por unos segundos, después entrelazó sus dedos para caminar fuera de la habitación. –Es hora de llevarte a casa, príncipe.


El camino de regreso a casa era algo incómodo. Los chicos no habían mencionado ni una sola palabra después de haber subido al automóvil.
A casi las 4 de la mañana las calles de Londres estaban totalmente vacías. No había ni un sólo carro que no fuera el de ellos.
Louis le daba indicaciones a Harry, diciéndole cómo llegar a su casa.
Ese era el momento en el que la cruda moral se hacía presente en sus cabezas. Sobre todo en la del rizado, que no dejaba de perturbarse pensando en todas las estupideces que había dicho y hecho esa noche. Es decir, Louis era un maldito dios, todo en él le llamaba demasiado la atención, le volvía loco. Pero era demasiado pequeño y a pesar de que él estuviera de acuerdo al tener relaciones con Harry, la ley podía castigarlo por eso.
Por un tiempo había pensando que lo que Louis le hacía sentir se trataba sólo de alguna frustración sexual que terminaría en cuanto ellos tuvieran relaciones, pero ahora eso se había vuelto peor. Quería que Louis fuera suyo, no sólo sexualmente hablando, sino que también en sentimientos. Quería que Louis sólo pensara en él, que sólo existiera Harry en su vida y nada más. Ya no quería seguir con el jueguito de "follarse al novio de su primo", ahora quería que su primo estuviera lo las alejado de Louis posible.
También se sentía algo extrañado por el nivel de excitación que había conseguido estando con Louis. Increíblemente ese niño le había regalado uno de los mejores sexos de su vida. Harry había dicho algunas cosas que al
mismo tiempo temía demasiado porque fuera real. "Por fin te he encontrado"
–En la siguiente esquina tienes que dar vuelta a la derecha y te sigues todo derecho, la última casa de la calle es la mía. –habló Louis interrumpiendo los pensamientos del rizado.

–De acuerdo. –Pensó que después de eso el silencio volvería, sin embargo no pudo controlar su lengua, tenía que dejar clara su situación con Louis–. Oye, creo que lo mejor es que hablemos sobre lo que pasó entre nosotros. –Dio vuelta donde Louis le había indicado tiempo antes.
–Sólo fue sexo, ¿no fue así? –no le dio mucha importancia a las palabras de Harry, en esos momentos él sólo quería llegar a su casa y tomar un baño para limpiar cualquier residuo del rizado sobre su piel.
–No sé Louis, y eso me preocupa. –Louis lo miró confundido, el mayor continuaba manejando, intentando no mirarlo–. Tú sabes que yo tengo una novia, y que me voy a casar.
–Ya lo sé, y me da igual, igual que a ti. Porque si no te diera igual no me hubieras follado de esa manera.
–Eres mi empleado. –volvió a poner otro pretexto.
Louis no comprendía el cambio de actitud del mayor, tenía que hacer algo que no cambiara las cosas. –Pues si tengo que renunciar a mi trabajo para meterme a tu cama, lo haré. –Se acercó a su boca y lo besó sin importarle que Harry estuviera manejando.
–Mierda Louis, me estas enloqueciendo. –le pasó la mano al rededor de la cintura y lo acercó más hasta él–. Mañana no vas a ver a Oliver.
Louis lo miró confundido. –¿Perdón?
Harry tardó demasiado en contestar, llegó hasta el final de la calle y paró en
la última casa, suponiendo que ahí era donde vivía el menor. –No me parece correcto. –confesó cuando el auto se encontraba estacionado.
–¿Qué es lo que no te parece correcto? ¿Que salga con alguien de tu nivel económico mientras que yo no tengo nada? ¿Es eso? –al parecer Louis no estaba captando la idea de Harry.
–No seas imbécil, obvio no es por eso. –rodó los ojos y no quiso seguir con el tema. Sacó su billetera del bolsillo de su pantalón y tomó 300 libras de ella–. Olvídalo, ¿Quieres? Mejor hablamos cuando regrese de América. Ten. –Le extendió el dinero a Louis–. Es el pago de esta semana que pasó.
Louis no tomó el dinero. No estaba dispuesto a olvidar lo que Harry había dicho, pues lo había tomado como una ofensa. –¿Por qué no te parece correcto que me vea con tu primo? Dímelo.
–Toma el dinero y baja del auto. No hablaré más sobre esto.

–¡Dímelo, carajo! ¡Te sientes demasiado solo porque te cagas en dinero, pero en realidad no tienes ni una mierda! ¡Si yo quiero salir con alguien igual o más rico que tú, lo haré! –se escuchaba demasiado molesto, lo empujó hacia atrás y después intentó salir del auto.
–No. –Harry lo sostuvo fuertemente por el brazo y lo obligó a mirarlo a los ojos–. No quiero que lo veas porque no quiero que veas a nadie más, no quiero que nadie más que no sea yo te toque. Porque me estoy pudriendo en los celos que tú y el imbécil de mi primo me hacen sentir. Porque cada que los veo juntos siento ganas de matarlo a golpes. Porque no quiero remover nada de lo que él deje sobre tu cuerpo. –Lo acercó violentamente a su boca y comenzó a besarlo demasiado alterado, después se separó, lanzó el dinero sobre las piernas del menor y miró hacia la ventana–. Ahora ya lo sabes, toma el dinero y sal de aquí.
Nos veremos el miércoles cuando regrese.
Louis no supo cómo reaccionar ante eso. Hizo lo que Harry le había pedido y salió del auto sin decir nada más. Encontró a su casa corriendo y cerró la puerta de un golpazo. Tenía la respiración demasiado agitada, necesitaba hablar con Jake urgentemente.
Sacó su móvil y marcó el número rápidamente.
–¡¿QUÉ MIERDA TE PASA, LOUIS!? ¡¿No eres consciente de la hora que es? –se escuchó una voz molesta por del otro lado de la línea.
Louis no pudo controlar más su risa y comenzó a carcajearse sin importar despertar a su familia con eso. –Lo tenemos Jacob, Harry Styles está en mis pies, ese hijo de perra ha mordido el anzuelo, ahora es mío.

Luxury's louis ( De  Fer_tommo) Larry stylinson Where stories live. Discover now