27. ¿Qué somos?

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-¿Estás bien? - Acaricia mi mejilla.

-No. - Niego lentamente. - No quiero volverlo a ver Carter. ¡No quiero! ¡Si alguna vez estuve con el fue por pena! ¡Lo detesto!

-Ya pasó pequeña, el no te va a volver a molestar. - Me abraza.

-Tengo miedo. Tu no sabes de lo que es capaz. - Susurro.

-Shhhh. Mientras estés conmigo, nada ni nadie te lastimará. ¿Entiendes?

Asiento levemente en respuesta.

-Gracias. - Susurro.

Nos mantenemos un buen rato abrazados hasta que el decide romper el silencio.

-Te quiero.

(Fin del sueño)

Despierto con un leve dolor de cabeza, mi mente ha despertado, pero mi cuerpo aún no.

No puedo moverme.

Espero unos cuantos minutos hasta que por fin mi cuerpo reacciona, abro los ojos lentamente y lo primero que veo es una habitación blanca, y una luz que cega un poco mis ojos, posiciono mis ojos en otro lado y me encuentro con Cameron durmiendo en las sillas de la habitación.

Estoy en un hospital.

Saco de mis extremidades algunos objetos que me han puesto, como suero, agujas y otras cosas que no sé su nombre.

¿El por qué? No lo se.

Trato de moverme un poco pero lo único que consigo es caerme de la camilla.

Mierda.

-Maldición Megan. ¿Algún día estarás quieta? - Cameron se para inmediatamente y me carga para luego echarme en la camilla.

-Gracias... - Susurro algo adolorida.

-No hay de qué. ¿Te sientes mejor?

-Si... Pero... ¿Qué pasó? - Pregunto.

-Te peleaste con Carter. Luego llegué a la casa y te desmayaste. - Dice mientras se rasca la nuca.

Cierto, Carter.

Me levanto rápidamente de la camilla y voy hacia la puerta.

Entonces escucho una pequeña. - Gran. - Risa por parte de Cameron.

Oh no.

-Por favor dime que no traigo una de esas batas en las que se te ve el trasero por la parte de atrás. - Digo temiéndome lo peor.

-Ay mi querida Megan, me gustaría mentirte pero traes exactamente una de esas batas. Si Carter se entera de que te ví el trasero me mataría.

-Maldición. - Susurro. Y vuelvo a echarme en la camilla.

-El doctor dijo que tienes inicios de anemia. - Me mira fijamente. - ¿Has estado comiendo bien?

-¿La pizza cuenta? - Sonrío inocentemente.

-¡Megan! - Reclama con voz chillona.

-¡Qué! - Lo imito.

-¡Tienes que comer bien!

-Pero es que... Ok, no tengo excusas. - Admito.

-¿Dónde está Carter? - Pregunto.

-Uhmmm... No lo sé, tal vez en algún bar tomando hasta que le dé un coma etílico. Se puede esperar cualquier cosa de él. He estado llamandolo pero no contesta.

¡IDIOTA! #1Where stories live. Discover now