*Under sky*

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Buenas mis hermanas hermosas bellas y súper preciosas :3

Ari esta algo atareada,  bueno casi a diario soy bombardeada con tareas Y trabajos y puras babosadas...

Algún día estaré en paz,  lo se :3

Pero por ahora estoy tratando de organizar mi tiempo y dejar algunas horas para poder escribir.

Una disculpa por a veces tardarme o por no escribir tan pronto ,  pero no saben la satisfacción que uno siente cada vez que sube un capítulo y ustedes votan o comentan por el TwT.

Por ello,  no quiero hacerlas esperar ni nada de eso xD

A leer!!!

pd: una disculpa por si encuentran errores de ortografia :3 

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La mesa estaba ya puesta completamente , un enorme cartel de "feliz cumpleaños " colgaba cerca de la ventana principal .

-pasame la cinta - le dijo jaehwan su hermano menor.

El pelinegro le hizo caso a su mayor,  quien estaba sobre una silla para poder colgar bien aquel letrero.

Sonrío muy poco al verlo por fin bien acomodando,  bajo de la silla no sin antes sentir las manos gruesas y anchas de Minho,  se tenso de inmediato.

-no pongas esa cara,  cualquiera pensaría que estas asustado - le dijo al oído mientras apretaba su cadera -aun te duelen? -

-no mucho... - contesto con miedo el rubio mientras sentía algo de frío,  rogaba al se alejara de una buena vez.

-no alces mucho los brazos,  se alcanza a ver - le dijo el pelinegro mientras se alejaba hacia la mesa para acomodar el pastel.

Ken únicamente se jalo las mangas de su sweter rojo mientras apretaba sus dedos a la orilla de este mismo.

Debía tener cuidado o se darían cuenta.

Durante la estancia en su casa las cosas se habían puesto de infierno.

Casi diario había tenido que soportar los abusos de su mayor sin que nadie supiera nada,  gae siempre estaba fuera de casa por la escuela y a veces salía con sus amigos y su padre llegaba la mayoría de las veces muy tarde o habían días incluso en los que no llegaba.

Pero ya casi se iría de allí...  ya pronto no sufriría tanto de esto.

Y es que muchas veces se quiso resistir a lo que su hermano le hacia,  mas lo único que se ganaba era una paliza en su cuerpo (porque jamás lo haría en su rostro,  jamás) dejando a veces hasta mordidas en su piel cada vez que se lo hacia.

Ya estaba mas que cansado de esos juegos enfermos pero no tenia de otra.

No sabia de que era capaz si llegaba a estar insatisfecho.

Para cuando papá llegó,  los tres hijos lee le recibieron con un gran abrazo,  la familia después de algún tiempo estaba reunida y eso hacia inmensamente feliz al adulto.

La comida había sido hecha por Minho,  ken se mantenía casi silencioso en la conversación,  más la mirada amenazante de el azabache le incitaba a soltar más la lengua , todo fuera por no levantar sospechas.

La sublime pesadilla de un  soñadorWhere stories live. Discover now