day seventeen

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Comenzó a rascar las cuerdas de la guitarra, otra vez.

Después de haber desayunado, se había encerrado en el cuarto de música. Encontrando la melodía perfecta para Yellow Raincoat. Se había estresado un poco al principio, pero una rápida escapada de Lyss de una junta para darle una ronda de besos, lo había calmado.

- Guess i'll put on my raincoat, my yellow raincoat, baby it's keeping me dry
I put on my raincoat, my yellow raincoat
You know exactly why, turutu turutu....

Golpeteo suavemente la guitarra en la última estrofa. Sonrió satisfecho, ha quedado de maravilla.

La verdad es que, cuando comenzó a escribirla fue estando aquí y no estaba en su mejor momento; por eso, tuvo miedo de mostrarla. Pero ahora, después de haber tomado más confianza en si mismo, después de también a verla perdido un poco, se sintió dichoso.

No podía dejar de agredercele a Lyss, es lo mejor que tiene en este momento.

Ansiaba que llegara el domingo, porque esta seguro que Scotter vendrá; así podrá enserñarle cuanto antes la canción.

Porque cuando salga de aquí, irá directamente al estudio. Lo extraña tanto, aparte de que tiene cientas de ideas rondando su cabeza. Es todo sobre la música.

Salió de la habitación, para ir a la cocina. Betty ya lo espera con sus spaguettis a la bolognesa.

- Hola pequeño, tú comida esta lista.

Dijo, sin dejar de lavar algunos platos que se encuentran en el lavabo. Justin se acercó y beso su mejilla, agradeciendole.
A la mitad de la comida, le comentó sobre su propuesta a la señora.

- Y Betty, estaba pensando que ya falta menos para que salga y realmente extrañare tú comida,- Lyss se giró, secando las manos sobre su delantal, Justin hizo un puchero. Betty sonrió,- entonces yo me preguntaba si te gustaría trabajar conmigo,- sonrió, cómplice

- ¿Qué no tienes chefs que trabajen para ti con títulos y eso?- preguntó, cruzando sus brazos.

- Oh claro pero no tiene tú sazón, mujer,- Justin trató de persuadirla.

- Oh vaya, ¡que lastima! Pero te informó que no te llevaras a MI Betty,- dijo Lyss poniéndole énfasis en que Betty es suya, entrando a la cocina. Se acercó a Justin y beso su mejilla, luego se acerco a Betty para hacer lo mismo.

- Querida, ¿te sirvo?

- Oh no, gracias Betty pero por ahora no tengo hambre.

Se encogió de hombros. Los dos ahí presentes se sorprendieron ya que ella, a todas horas tiene hambre. Pero lo dejaron pasar.

Al finalizar, se despidieron de Betty después de una amena plática (Justin debatió con Lyss sobre su propuesta para Betty, la cual él gano), tomo la mano de su chica (a Justin le encanta llamar a Lyss su chica, mucho) y la dirigió a su habitación, ya que el jardín es muy arriesgado para besarla.

- Cuéntame tus sueños,- preguntó Justin, yacían acostados en la cama de él. La cabeza de la chica reposa sobre el pecho de este, trazando circulos imaginarios sobre su pecho.

- Escuche por ahí, que los sueños no se cuentan sino, ya no se harán realidad.

- Oh nena, supongo que estas en lo correcto porque soñé tantas veces con estar así contigo sin decirlo, y venos ahora.

Justin la apretó más contra sí, sintiendo como Lyss sonreía en su pecho. Beso su coronilla.

El silencio reinó la habitación, solo se escuchan sus respiraciones y el viento que se cuela por la ventana.
Había pasado mucho tiempo desde que Justin había estado en la cama con una chica, en el sentido más inocente de la palabra. Y se siente tan malditamente bien. Y más, cuando esa chica es Alyssa Morgan.

Miró sus ojos, que miran hacía la ventana. Ese azul mar, que pareciera que cuando lo miran, una ola lo azota, llevándose todo lo malo que hay dentro de él, trayendole alegría, bienestar y sobre todo, paz. Paz consigo mismo, porque mentiría sino dijera que alrededor de ella, se sintiera como si nada de lo que sufrió, hubiese pasado.

A su lado, se le olvidan tantas cosas.

Y personas.

La apretó más a él, como si quisiera unirla a él. Coserla a él.

Acarició su costado, metiendo la mano traviesamente bajo su blusa, sin ir más allá. Solo quería sentir su piel. Es tan suave.

Sonrió, sintiendo lo que estaba apunto de decir.

Tal vez no este tan seguro, pero lo siente.

- Nena,- la llamo Justin, en un susurró. Ella levantó su vista, sonriendo sin mostrar su dentadura,- te quiero.

En ese momento, Lyss supo que no había vuelta atrás.

Porque ella también lo quiero, más de lo que quisiera.

Saving Justin ✔Where stories live. Discover now