Dentista..?

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Como ya les conté, mi relación con mis compañeros de primaria no era muy buena, en realidad, era terrible. Ya no tenía mucho por hacer para mejorar o cambiarla, tampoco me gustaban mis maestros ni los que vendrían. Lo que tuvo por consecuencia planificar un cambio de colegio. No todos los cambios son malos, no deben verse así desde el primer momento, los cambios se hacen con esperanza de que sea lo mejor o lo que menos cosas malas acarree con él, intentando mejorar y casi nunca, empeorar. Me costó mucho decir que sí, a pesar que tenías pocas razones para quedarme, uno siempre se encariña con lo que tiene por más malo que esto sea.

Fue en mayo, un día de nieve y frío. Mi mamá no iría a trabajar por esto, mi escuela estaba abierta para los valientes que quieran jugar con nieve y pasar una mañana con maestros, o aquellos que no tengan dónde estar cuando sus padres trabajen. Yo fui solo un rato, estaba junto a uno o dos compañeros y apenas éramos 20 niños en todo el establecimiento.

El pasado año, las cosas habían empeorado con mis compañeros, teníamos nuevas maestras, pero ellas siguieron con la regla de oro que todo el desorden era culpa mía. Decidieron tildarme como una "chica problema" en vez de intentar escucharme o resolver algo.

Recuerdo con resentimiento haber alagado a un compañero una vez y que todo de haya desfigurado de una forma extrema.

Yo- Que linda letra tenes! Y qué prolijo! Vos cuando te equivocas usas corrector?

Maestra- Bueno! Parece que vos lo primero que haces todos los días es mirarte al espejo y decir "qué linda que soy" o no?

Yo- Que?

Maestra- Y si le acabás de decir que tiene más errores que vos!

Yo- No dije eso.

Maestra- Ah y ahora me decís que soy una mentirosa! Ya vas a ver quién tiene razón.

Compañera- Yo sé que no dijiste eso.

Le agradezco a ella ese segundo de comprensión, de verdad lo necesité mucho. Al final resultó ser que ella había escuchado mal y sólo tenía ganas de gritarme.

Otra cosa que ocurrió ese año, fue que yo me había sentado en un tronco a ver jugar a los chicos, a quienes apreciaba más que a mis compañeras mujeres. Se acercaron a mí dos de ellas y me empujaron para ocupar ellas el lugar, y luego se empujaron entre ellas para quedarse con el lugar. Llegaron más chicas, y se sumaron al "juego" mientras yo las miraba sin comprender, pero cuando vino la maestra, todas me apuntaron como la culpable y tuve problemas otra vez.

Repito que no tenía razones para querer quedarme, pero aun así tuve que pensar en ello un tiempo.

Hace algunos meses, en un taller de cerámica, un chico comentó que había tenido problemas como yo, y que ahora estaba en una escuela "dentista", privada, y me explicó dónde quedaba mas o menos. También se rumoreaba que un ex compañero de escuela también estaba ahora estudiando ahí. Movida por la curiosidad, como todo niño, le comenté a mi mamá sobre esa institución, que decían era bastante nueva.

Conversando con mi abuela resultó que no era dentista sino adventista, de una religión rama del cristianismo, recordando el viejo incidente de la camiseta, no les pareció mal ir a ver si tenían cupo disponible para mí.

A primera impresión era un lugar bonito. Habían hamacas, un gran patio y un tobogán. Las aulas eran grandes y el jardín de infantes estaba incluido en la estructura central. No era grande la institución, pero tenía un aire acogedor a esperanza, a un nuevo comienzo, a amnesia y superación.

Fueron dos lindos años los que estuve ahí, hice un pequeño grupo de amigas, el primero que tuve, con quienes me sentía a gusto y cómoda, podía ser yo, decir lo que me gustaba, contar cosas sobre mí, invitarlas a mi casa, etc. Hay una de ellas, que recuerdo con especial cariño, ella sabe quien es y le deseo lo mejor si está leyendo. Muchas gracias por haberme devuelto la confianza. 

El primer tiempo si puede haber sido difícil, sobre todo cuando viejos fantasmas me perseguían, dando lugar a algunos conflictos como los que había intentado dejar en el pasado, otras veces en comentarios. Dicen que cuando me fui la maestra dijo que tenía una buena noticia para todos, que ahora el aula sería más tranquila y más unida, y sería más fácil para todos dar la clase: Yo me había ido. Incluso sugirió que se junten a festejar. Sólo uno de 28 no asistió al festejo. La que me contó la historia, a veces aun hablo con ella, gracias por no haber ido, y le perdono si en algún momento deformó la historia para que sea trágica, es triste de todas formas.

Yo me había rendido, mi familia notó que podría haber tocado fondo y me sacó de ese lugar. Gracias por haberme oído llorar hasta dormir por tres años y haber hecho algo por mí.

A todos los que hayan sufrido bulliyng en algún momento quisiera contarles que a pesar de esto y lo mencionado en "una mala etapa" yo quiero decirles que nunca me auto flagelé, no consumí drogas, no continué permitiendo que intenten mantener relaciones sexuales conmigo personas que no me agradaban, no me alcoholicé, no tuve experiencias sexuales con personas de mi mismo sexo, no me escapé de mi casa por haberme sentido desplazada ni tomé pastillas con la idea de quitarme la vidao demás. Por que esperaba que todo se solucione, se tenía que solucionar, yo creía que merecía un final feliz, yo era un persona alegre y podía volver a serlo, nadie puede quitarte la belleza de la sonrisa, nadie tiene que hacerlo, ni siquiera a vos mismo en intentos de quitar a otra persona, o el daño que te hizo, de tu mente

Siempre crean es ustedes, ustedes merecen una historia feliz, o la mayor parte de ella. Ustedes deciden cómo es su vida. Pueden lamentarse de lo que les pase y buscar soluciones que les causen daños peores o pueden buscar alguien que los ayude. No todos los adultos son malos, o hipócritas, y algunos si les pueden ayudar de verdad. Crean en ellos y en ustedes, vivan y no se arrepientan

Cómo creer - Wattys 2016Where stories live. Discover now