—Thomas me ha dicho que se ira a Canadá, ya no quiere estar en esta ciudad, le ha traído muchos problemas, si fuera tu haría lo mismo. Esta ciudad es la causante de tus problemas, deberías irte.

—Eso se llama huir.

Se encoge de hombros.

— ¿Tienes otra opción? Si tienes tantos problemas como dices, lo mejor será que te marches y no vuelvas. Thomas te puede ayudar a cruzar la frontera, seguro que no pondrá problemas, además —exhala —tienes un hermano pequeño y no estarás a salvo aquí junto a él.

Corre un aire frío que me arremolina el cabello, la luz de los faroles del parque alumbran casi nada nuestro camino.

—No sé qué decisión tomar.

—Yo creo que si la sabes.

Quizás Vicky tiene razón. Esta ciudad ya no es segura, si me quedo arrastrare más problemas conmigo y con Michael, pero si me largo tendré que comenzar de cero en otra ciudad desconocida.

Volvemos en silencio al departamento, pero antes de llegar Vicky me detiene.

—Quiero hacerte una pregunta.

—Claro.

— ¿Por qué ambos chicos, Colton y Thomas parecen protegerte tanto?

— ¿Protegerme?

—Esa es la impresión que me da, como si ambos fueran la tierra y tu fueras su sol, giran a tu alrededor.

—No creo que se así. 

— ¿No te has dado cuenta? —levanta una ceja —ambos siempre parecen estar pendientes de ti, tienes bastante suerte Emily.

—Ellos no giran a mi alrededor, es todo lo opuesto.

—No hay peor ciego que el que no quiere ver —niega con la cabeza y vuelve al departamento.

La observo hasta que desaparece ¿a qué se habrá referido con ese comentario?

Cuando llego, Jacob, Michael y Thomas están afuera, en el pasillo que da hacia el exterior, donde se cuela un viento frío, están sentados en el suelo y frente a ellos tienen un pequeño barril de metal donde han improvisado una fogata.

Vicky me informa que le cambiara las vendas a Colton y me pregunta si la quiero ayudar, pero le digo que no, no es buena idea estar cerca de Colton en estos momentos.

Me siento junto a Michael, a mi lado esta Thomas y al frente Jacob, todos me sonríen al verme, mi hermano me abraza y apoya su cabeza en mi hombro, le acaricio las mejillas. Junto a él me siento como en casa.

FUEGO

A los minutos vuelve a salir Vicky y me informa que le ha dado unos sedantes a Colton que lo harán dormir y le quitarán el dolor, asiento agradecida. Por lo menos alguien se está preocupando por él, ya que yo ya no puedo hacerlo.

Jacob ha prendido un cigarro y bota el humo haciendo círculos en el aire. 

Observo el fuego danzando con colores naranjos y amarillos. 

Meto mis manos a mi chaqueta y siento el arma que aun llevo escondida en mi pantalón.

—Emi ...—alza la voz Thomas.

Lo miro de reojo — ¿Qué pasa?

—Nunca te hice una pregunta que... —traga saliva —la verdad es que tuve miedo de hacerla.

Frunzo el ceño — ¿De qué hablas?

—Conocí tus dones cuando nos liberaste del reformatorio, pero...—hay duda en sus ojos —nunca supe de donde vienen exactamente esos dones.

Mi Telequinesis © [En Edición]Where stories live. Discover now