Capítulo 20

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La humedad que se concentró entre sus cuerpos fue capaz de hacer despertar aún más los sentidos de Karlie.

Respiró entre cortado, temblaba y no sabía por qué. Estaba jugando con su mente, tratando de darle órdenes, de hablar, de moverse, de hacer cualquier cosa que hiciera saber a Taylor que todo lo que estaba sintiendo, era mágico para ella.

La mano de la menor se deslizó desde la nuca hasta la zona lumbar de la húmeda espalda de Karlie. La ojiverde vaciló en el puesto y el calor volvió a invadir esa parte que aún no dejaba de palpitar entre sus piernas.

- ¿Estas bien? - cuestiona Taylor, sin pensar nada antes de decirlo. El alcohol era poderoso pero a ella no le importó. No estaba pensando, así podía ser más sincera en vez de estar dandole vueltas al asunto -. Fue increíble, Karlie.

- ¿De verdad? - Karlie espabiló al escuchar las gentiles palabras de su ojiazul. Estaba preocupada, de todo lo anterior, lo único que quería, era que Taylor lo disfrutara, sin importar su torpeza, sin importar que haya sido su primera vez...

«¡Rayos! ¡Le entregué todo a esta chica!»

Pensó Karlie con algo de miedo y adrenalina a la vez.

- Por supuesto... - Susurró Taylor, relajando sus músculos para poder concentrarse mejor en lo siguiente que quería hacer.

- ¿Me amas? - Karlie sintió una necesidad que le aceleraba el pulso. Si le había entregado todo estando enamorada, quería saber si al menos la chica que lo estaba recibiendo, también la estuviera amando.

Taylor no dijo nada, llevó sus manos a los hombros de Karlie para alejarla y dejarla caer recostada de espalda sobre la cama. En seguida se subió a horcajadas en su regazo. Su cabello largo, liso y algo alborotado, cayó sobre su pecho cubriendo de a poco sus pezones que estaban tratando de hacer presencia entre sus cabellos dorados.

Karlie cambió la expresión en su cara. La sorpresa le vino de repente. ¿Ivan a seguir?

- Ahora son moradas... - Susurró la ojiverde al darse cuenta que el cabello de Taylor, en las puntas, había cambiado de color. Ahora eran de un intenso morado oscuro. Relucía bien ante la tenue luz amarilla del foco de la calle.

- Sí - dijo Taylor, respondiendo a la anterior pregunta. Karlie miró sus ojos -. Te amo.

Taylor acarició con su mano derecha, el agitado tronco de la mujer que tenía bajo ella. Con la otra mano quitó su propio cabello y lo dejó caer en su espalda, mostrando sin pudor su propio frente. Se inclinó despacio hasta que sus cuerpos volvieran a tocarse.

Ambas gimieron.

Se quedaron así, sintiendo como el corazón de ambas empujaba al otro para que siguiera latiendo. Estaban completamente unidas y agradecían en sus mentes la increíble oportunidad que estaban teniendo.

No pasó mucho tiempo cuando volvieron a escuchar la música proveniente del primer piso. Karlie rió, supuso que la policía ya estaba lo suficientemente lejos como para volver a subir el volumen del equipo.

En lo alto de las paredes, comenzó a vibrar thinking out loud de Ed Sheeran. Karlie dio un suspiro ahogado y sus ojos brillaron de inmediato. Taylor sonrió.

- El año pasado fui a ver a Ed cuando vino... - dijo Karlie antes de escuchar los gritos de aprobación, que provenían de abajo. Al parecer la fiesta continuaba.

- Me gusta esta canción...- confesó Taylor. La verdad, es que no era mentira.

- A mi me enamora - a Karlie le atacó el deseo y sus brazos rodearon a Taylor por sobre su espalda, apegándola más a ella, levantando las caderas por instinto. Estaba prendiendo una llamarada entre sus muslos.

Reglas Para Ser Amigas ➽ KaylorWhere stories live. Discover now