Reglas Para Ser Amigas ➽ Kaylor

Capítulo 19

Sábado por la mañana.

Karlie despertó con los ojos rojos he hinchados.
Había conseguido dormir una hora y ya eran las ocho de la mañana.

Comenzó a restregarse los ojos y le ardieron más de lo que estaban.

Gruñó y se levantó de la cama.

Sintió ruidos en el primer piso, su madre estaba como loca haciendo el aseo. Caminaba de un lugar a otro mientras pasaba la aspiradora por todo el living.

Karlie bajó las escaleras.

- ¿No crees que es muy temprano para hacer los deberes? Es sábado, mamá.

Tracy volteo a ver a su hija y se quedó helada al verle los ojos tan hinchados.

- ¿Qué te ha pasado en los ojos? ¡Pareciera que tuvieras una infección!- exclama alterada mientras apaga la aspiradora y se cerca a ella.

- Estoy bien... No dormí nada anoche.

- ¿No me dirás qué te sucede?

- No.

- Bien... Me ayudarás a terminar el aseo entonces - Tracy frustrada vuelve a encender la aspiradora.

- Mamá, hoy tengo que salir. Estoy invitada a una fiesta de cumpleaños.

El silencio se propagó nuevamente y la madre de Karlie comenzó a enfadarse. Karlie se dio cuenta de la reacción de su madre y quiso correr hasta su cuarto.

- Primero, no llegas en toda una noche sin avisarme, segundo, lloras como condenada y no quieres decirme y tercero, me pides permiso para una fiesta sabiendo que no te daré permiso por la escapada de la otra vez... Así que por favor, no vengas a decirme que quieres salir.

« ¡Mierda! ¡Mamá por favor! ¡Quiero llorar! »

- No... No me estás entendiendo, necesito salir hoy. No me digas que no, por favor.

- No iras y punto. No hay discusiones.

Tracy dio su veredicto y comenzó a pasar la aspiradora de nuevo.

Karlie, sacando todo el estrés que llevada dentro, se acercó enfadada y apagó la aspiradora de una sola patada.

¡Tercera guerra mundial!

- ¡Puedo salir y no me vas a decir que no!

- ¡Elizabeth! ¡¿Qué te has creído?!

- ¡Ya soy mayor de edad! ¡Puedo hacer lo que se me dé la regalada gana!

- ¡Aún vives en mi casa! ¡Y por muchos años que tengas, no vas a desobedecer! ¡Mientras vivas aquí no te mandas sola! - Tracy se alteró de tal forma, que sintió una presión importante en el pecho, se acercó a Karlie para detener los gritos que se avecinaban, pero esta fue más rápida. Se alejó con decisión hasta las escaleras y comenzó a gritar desde ahí.

- ¡No puedes gobernarme! ¡He estado toda la vida haciendo lo que a ti y todos los demás, les apetece! ¡Dejenme en paz por la mierda!

Karlie abrió los ojos atónita al escucharse el garabato que le había lanzado a su madre.
Ella sabía que nunca discutía de esa forma con su madre, no se explicaba de dónde había salido ese lado de ella.

Tapó su boca en un intento por remediar lo que estaba haciendo.

- ¡KARLIE! - Tracy Gritó y la menor se quedó congelada del susto en el tercer peldaño de la escalera.

- Perdón... Yo... Yo...

- ¡A tú habitación! ¡AHORA!

Karlie no lo dudo dos veces. Subió corriendo y se encerró en su cuarto. Se quedó afirmada de la puerta y se cubre la boca de la impresión, no se lo podía creer, le había gritado a su madre y a parte, le había faltado el respeto.