capítulo 13

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- ¡¿Cómo te atreves a no abrirme la puerta ayer?! ¡Te vi, Taylor! ¡Sabía que estabas aquí y aún así me dejaste afuera!

- Calmate Paul. No tienes por qué gritarme.

Karlie espabiló en seguida y levantó su alto cuerpo del sofá. Escucho los gritos de Paul y no se podía creer que le estuvieran gritando de esa forma a su chica, que hace unos segundos estaba besando en el sofá.

«¿¡Qué se cree este maldito infeliz?!»

- ¡No puedes hacerme eso Taylor! - Paul toma a la indefensa chica de ojos azul de los brazos y la zamarreó contra la puerta. Taylor chilló de dolor, tanto miedo sintió que quiso llorar, y lo hizo.

- ¡Paul, sueltame! ¡Me haces daño! ¡Karlie! - Paul se queda estupefacto al escuchar el nombre de Karlie salir por los rojizos e hinchados labios de de Taylor.

Karlie de inmediato se asoma cabreada al darse cuenta de lo que estaba viendo. Sin pensarlo dos veces, se lanza contra Paul y le propina un golpe más, de los muchos que le ha propinado en menos de una semana.

- ¡No la toques maldito!

Paul cayó al suelo y rió con la mano sobandose la mandíbula. Escupió la sangre que provenía de su boca y se levantó afirmándose del umbral de la puerta.

- ¿Qué estas haciendo aquí? ¿Te Viniste a tirar a mi novia? - Paul no podía creerselo. Miró a Taylor y está no podía fijar los ojos en algún lugar fijo. Sus voces la invadieron dejándola fuera de lugar, no sabía qué hacer o qué pensar. Acarició sus brazos para al menos sentir el tacto gentil de sus propias manos, pero la presencia de Paul la perturbaba demasiado.

- ¡Disculpate con ella! ¡Estabas maltratándola! - Karlie estaba roja de furia y se puso en frente de Paul, protegiendo el débil y tembloroso cuerpo de Taylor.

- ¡Eres una perra! ¡Estás quitándome a mi chica! ¡Karlie! ¡ELLA ES MÍA!

- ¡CALLATE!

¡Pum!

Otro golpe en plena nariz de Paul y este chilla como un niño sin su mamá. Gritó con su mano en la cara y se maldijo a si mismo, como también le lanzó una cantidad increíble de improperios a Karlie.

- ¡Te dije que no te acercarás a ella! - Paul dirigió sus gritos a esa Taylor muda y temblorosa que gracias a ese grito, reaccionó de su trance y retrocedió, escondiéndose detrás del cuerpo de Karlie.

- ¡No puedes evitarlo! ¡No puedes evitar que seamos amigas! ¡No vuelvas a tocarla! ¡No vuelvas a dirigirle la palabra! ¡Te lo advierto, Paul! ¡Alejate de Taylor! - Karlie retrocede unos cuantos pasos y cierra la puerta de entrada.

Respiró agitada unas cuantas veces y dio un grito ahogado cuando se da cuenta que Taylor la abraza, metiendo su cara entre su pecho. Llorando y sollozando sin poder controlarlo. A Karlie se le encogió el corazón, ver cómo el cuerpo de Taylor se movía con fuertes temblores, estaba muerta de miedo.

La ojiverde la rodeó con sus brazos aferrandola más a su cuerpo. Se fijó en sus nudillos y estaban rojos y la piel algo raspada. No se lo podía creer, nunca había golpeado a alguien de esa forma. Se sentía frustrada, no quería ver a Taylor quebrándose frente a ella, no quería que el increíble momento que habían vivido hace unos minutos en el sofá se arruinara. Pero no podía hacer nada más que aferrarse a ella y esperar a que pasara.

- ¡Soy una tonta! ¡Soy una estúpida! ¡Soy una...!

- ¡Hey, Taylor! - Karlie consiguió interrumpir lo que sería una oración de insultos en contra su chica. Cogió su rostro con sus manos adoloridas y la obligó a que la mirara.

Reglas Para Ser Amigas ➽ KaylorWhere stories live. Discover now