Soy...¿su compañero?

Parte 17 Sorpresa

Todo queda en silencio cuando me da una bofetada. Llevo mi mano a mi mejilla y miro a Vegetta con la boca entre abierta. La bofetada no dolió en lo más mínimo comparado con lo que me dijo.

-Quizás debí haberte dejado con Mike.

Sale de la bañera y antes de salir por la puerta me mira con una sonrisa amarga.

-Si tanto me odias, vete con él y conviértete en su puta.

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Mis ojos se llenan de lágrimas y mi pecho se comprime, esta es la peor sensación de todas...

Miro mi brazo con horror, esta es la primera vez que me hace tanto daño. La piel que rodea los dos orificios de la herida está roja y desgarrada, y también se puede ver claramente la marca de los demás dientes.

Aprieto la herida debajo del agua y veo como esta se tiñe de rojo, como pasó con Mike... No hay diferencias...ni una diferencia. Veo como se forman hondas en el agua causadas por mis lágrimas al caer en esta. Me paso el brazo con rabia por los ojos borrando todo rastro de lágrimas. No merece la pena llorar por alguien como él...Pero si es así...¡¿Por qué no puedo dejar de llorar?!

Aprieto mis dientes con fuerza y me hundo completamente en la bañera cerrando fuertemente los ojos.

¿Por qué siempre pasa esto? Cuando parecen que las cosas van a ir bien, siempre pasa algo. Estoy en el agua unos cuantos segundos más hasta que necesito respirar. Intento salir de la bañera, pero no puedo. Me quedo pálido cuando miro el agua, está de un color anaranjado oscuro. No puede ser toda del mordisco... Con miedo y con la mano temblorosa toco mi entrada y miro mis dedos. Están manchados de un rojo pálido...Trago con dificultad e intento levantarme de nuevo. Esta vez consigo ponerme en pie. Paso una pierna agarrándome con cuidado al borde de la bañera. Levanto la otra y todo parece ir bien... hasta que suelto el borde de la bañera. Resbalo al dar el primer paso por el agua que estaba en el suelo y caigo contra este.

De mis labios escapa un gemido de dolor y aprieto mis ojos con fuerza. Miro el suelo y el rojo empieza a aparecer.

Gateo hasta la puerta y antes de que pose mi mano en el pomo esta se abre y Vegetta aparece vestido con un chándal delante de mí. Me mira y con una sonrisa pasa a mi lado.

-Ridículo.

Agacho mi cabeza con una mezcla de emociones, decepción, furia y miedo son algunas de las que están presentes.

Mi cuerpo entero tiembla y sigo gateando hasta llegar a la habitación. Miro hacia atrás y veo un pequeño rastro de gotitas de sangre. Cojo la sábana que antes había tirado Vegetta y la paso por mi espalda tapándome. Miro el reloj y eran las 11:24. Quiero dormir...Bostezo y apoyo mis brazos en la cama impulsándome para subir a esta. Callo otro gemido y me quedo con la cara contra el colchón. Oigo como para de sonar el agua y las pisadas de Vegetta acercándose.

-¿Qué es esto?

No le contesto y me hago el dormido, pero no parece funcionar ya que me coge del pelo y gira mi cabeza.

-Te estoy hablando

-...

-Ahora te has vuelto mudo eh... Da igual. Dime que es esto.

Sigo su dedo y veo el rastro de sangre.

-Sangre

-Baja de la cama y ponte a limpiar.