Parte 12 Cambio

5.5K 394 118
                                    

Suelta mi barbilla, sale a la terraza, sube al barandal de esta y se gira para mirarme. Me sonríe y con una sonrisa diabólica se deja caer de espaldas.

Me deslizo por la puerta y acabo sentado en el suelo con Sam en los brazos aún temblando, al menos no era el único.

¿Ahora qué?

Respiro profundo intentando calmarme y voy al salón, ya se estaba haciendo de noche. Le doy de comer y de beber a Sam y yo ceno lo que me encuentro en la nevera y una naranja de postre. Tengo que decirle eso a Vegetta, pero tengo miedo de entrar en su habitación. Me duele un poco aún, y eso que esta vez paró...Es verdad, ¿por qué paró? Suspiro, pongo los platos y los cubiertos a lavar y voy a la habitación de Vegetta. Me paro frente a su puerta y dudo en entrar. Toco la puerta un par de veces y no me contesta, vuelvo a tocar y nada, así hasta unas 5 veces más. Ya preocupado abro la puerta lentamente y entro. No hay luz, pero la ventana está abierta y por ella entran unos claros rayos de luna que tiñen la habitación de un azul claro. Vegetta está en la cama dormido. Sólo tiene sus boxers puestos. Vegetta dormido...así se parece al Vegetta que conocía. Me acerco a él y me arrodillo a los pies de la cama, mirando su cara. Está relajado, toco su mejilla y aún sigue húmeda. ¿Por qué lloraste? El único que tendría que haber llorado era yo. Paso suavemente mis dedos por su mejilla intentando secarla rápidamente para irme lo antes posible. No espera, ¿qué se supone que estoy haciendo? Avergonzado aparto mis dedos de él y me giro para irme.

-Nnh...¿Willy?...

Me giro de nuevo dando un bote y le miro. Tiene sus ojos entreabiertos y con una mano está agarrando mi camiseta. Tira mas de esta y hace que me caiga directamente sobre él. Me atrapa entre sus brazos y quedo con mi cara en su pecho. Intento soltarme, pero es imposible, después de varios intentos más me rindo y me quedo quieto. Así nos pasamos cerca de diez minutos, parecía que se había vuelto a dormir.

-...lo siento

....¿Había oído bien? Me separo un poco y sí, estaba dormido de nuevo, pero eso no habían sido imaginaciones mías...¿verdad?

-lo siento...

Me aprieta mas entre sus brazos y acaricia mi pelo, vale, no estaba dormido. Enreda sus dedos en mi pelo y se pega más si es posible a mi cuerpo.

-Vegetta, vino Carlos y...

-Ya lo sé.

-¿Lo oíste?

-Si...¿no quieres irte con él?

-¿¡Qué!?

Ahora sí logro separarme y me siento en la cama mirándole.

-Dijiste que no habría ninguna diferencia entre vivir con él o conmigo.

Él se incorpora y se sienta imitándome.

-Pero yo...no quiero vivir con Carlos.

-¿No era mejor que yo?

-¿Y tú no me querías?

-...

-... ya veo.

Suspiro, me levanto de la cama y voy hacia la puerta.

-Te amo.

Mi mano se queda paralizada posada en el pomo de la puerta.

-Te amo, Willy.

-¿Qué estás diciendo?...

-¿Eres sordo?

-N, no pero..

Se levanta y viniendo hacia mí agarra mis mejillas.

-Pues es lo que oíste. Te obligo a que me des tu sangre porque no puedo beber de nadie mas que no seas tú. Me desquicio por celos a que otros hombres te tengan, y más si uno de ellos es Carlos. Me irritas, me haces enfadar y me desesperas. Todo eso me haría odiarte, pero eres infantil, inocente, tonto, tierno, te esfuerzas en todo lo que haces, eres lindo, tienes carácter... ¿Qué más cualidades necesito para amarte?

Soy...¿su compañero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora