Soy...¿su compañero?

Parte 13 ¿Su hermana?

-Ok, llevo sin ver ardillas desde Los Ángeles.

-Lo sé.

Me sonríe y así continuamos la comida, hablando de temas simples y divertidos....Este sí que es el Vegetta que conozco.

Cuando acabamos de comer nos vestimos y salimos del edificio despidiéndonos de Mike que estaba en recepción.

 Empezamos a caminar y la ciudad en verdad era impresionante, había un montón de hoteles juntos aún con las luces encendidas en los que entraban personas con ropas muy elegantes. También vi más hoteles juntos de los que había visto en mi vida, era alucinante. Era como estar en Las Vegas pero en versión reducida.

Andamos por lo menos durante dos horas y ya me estaba empezando a cansar...

-...Aguanta un poco más, dentro de poco llegaremos al parque.

Dijo a la vez que me daba un pequeño empujón en la espalda. Le miro sorprendido, ya que no le había dicho nada.

-¿Qué? No me mires así, llevas suspirando más de 10 minutos. Tendría que estar ciego para no darme cuenta de que estás cansado.

-...Perdón...

Él solo suspira y empezamos de nuevo a caminar.

Diez minutos después, como dijo, delante de mis ojos aparecen unos árboles enormes. Entramos por un sendero y por fin encontramos un banco de dos plazas de piedra en el cual nos sentamos en silencio, la verdad es que era muy bonito, había un montón de plantas y flores de todo tipo,  en vez de un simple bosque parecía un parque botánico. Lo único malo...era el ambiente. Ninguno de los dos decíamos nada. Nada más salir del hotel nuestra charla se había esfumado. Él sólo hablaba para señalarme hoteles o casinos... Suspiro y simplemente me pongo a mirar a mi alrededor.

-Quieto.

Le miro interrogante y en silencio señala a un lado. Hay una ardilla súper pequeña, es una monada. Acerco mi mano pero se aleja.

-Toma

Me pone encima de las piernas una bolsita con frutos secos y empiezo a tirarle uno a uno los pedacitos.

-Gracias.

Él me sonríe de vuelta y pasados unos pocos minutos por fin logro que la ardilla se suba al banco y que coma casi a mi lado.

-Mira Vegetta

Me giro con una gran sonrisa en mi cara.

-Está comiendo de mi mano

-Ya lo veo. Te lo digo por si acaso, esta no te la puedes llevar a casa.

-¡Ya lo se! No me trates como un niño

Se ríe mientras que yo con una pequeña sonrisa me giro de nuevo para darle de comer a la ardilla.

Pasamos así 5 minutos más hasta que de la nada resuena una voz por todo el bosque.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡SAAAAAAAMUUUUUUUUUU!!!!!!!!!

Adiós a la ardilla.

Ambos nos giramos al mismo tiempo y veo a una chica corriendo a gran velocidad hacia Vegetta....¿Qué....? De repente da un salto enorme y cae encima de Vegetta casi asfixiándolo.

-¡¡¡Ana!!! ¡¡¡Suelta pesada!!!

Veo con la boca entre abierta como Vegetta se quita de encima con esfuerzo a la chica y esta se queda de pie mirándole con una gran sonrisa. Era muy mona, no era muy alta, tenía el pelo castaño largo y ondulado ,ojos grandes y de un color entre verde y ámbar,una piel pálida y unos labios rojos como la sangre. No parecía tener más años que yo.