Un poco de ayuda

5.9K 417 130
                                    

Dedicado a ti, Bluee_Carpenter_98. Gracias por leer. :)
____________________________________

- Lo siento, Leo. - Mi voz salió en un susurro bastante roto. Leonardo me miró, negando en silencio, sonriendo levemente.

- No tienes que disculparte, Cami. No sé si te diste cuenta, pero el día que te conocí, estaba impactado. Tú me recuerdas mucho a Faith. Ella era así como tú. - Lo miré entre lágrimas silenciosas, mirándolo con curiosidad.

- Creí que era por el hecho de que casi descubro lo que eran. - Leonardo rió suavemente mientras yo respiraba con más calma, secando mis lágrimas, dándole una pequeña sonrisa.

- Bueno, también estaba preocupado por eso, pero era más por el hecho de ver que tú eres muy parecida a Faith. Incluso, ese mismo día, al llegar a casa, le advertí a Thomas que, si te llegaba a hacer sufrir o algo, yo lo asesinaría sin piedad. - Reí por lo bajo, mirando a Leonardo con ternura.

- ¿Entonces me consideras como tu hermana? ¿De verdad? - Él asintió, levantándose de su asiento, acercándose a mí. Se arrodilló a mi lado, acariciando mi cabello con gentileza.

- Tú eres mi pequeña Faith, Cami. Gracias a ti volví a sonreír igual a como lo hacía cuando estaba con ella. - Sonreí, abalanzándome sobre él, dándole un abrazo.

- Gracias, Leo. Tú también eres como un hermano para mí. - Sentí su suspiro silencioso, sintiendo que me devolvía el abrazo con calidez. Al separarnos, me miró con diversión, haciéndome mirarlo con confusión.

- Ve a la habitación, Cami. Debes estar cansada y Thomas acaba de llegar. - Fruncí mi ceño.

¿Cuánto tiempo me demoré aquí? ¿Y dónde rayos estaba él? Asentí, levantándome del asiento, recibiendo su ayuda, dirigiéndome a la puerta. Antes de salir, me giré levemente, mirando a Leonardo.

- Gracias por contarme, Leo. - Abrí la puerta, regresando mis ojos a él. - Cuentas conmigo. - Él sonrió con gratitud, asintiendo ante mis palabras.

Salí de su habitación, cerrando a mi paso, dirigiéndome a las escaleras que llevan al tercer piso. Subí con demasiada lentitud; parecía tortuga embarazada y con demasiada gravedad atando mi cuerpo al suelo. Mi mente no dejaba de pensar en sus historias, todas con un final doloroso; sólo me faltaba descubrir la de Ricardo y no estaba segura de cuándo podría escucharla.

Suspiré con algo de frustración al sentir mi cuerpo tan pesado, sin poder deducir si es por la falta de sueño o sólo porque estoy comenzando a pesar de tanto comer sin parar. Me encontraba tan concentrada en aquellos pensamientos, que no me dí cuenta cuando choqué contra un muro. Bueno, si es que se le puede decir así; los muros no respiran ni sonríen.

- ¿Dónde estabas? - Miré a Thomas con una sonrisa, acercándome para abrazarlo.

- Te amo. Lo sabes, ¿verdad? - Sus brazos rodearon mi cintura y sentí sus labios en mi cabello.

- Lo sé. Yo te amo más. - Sonreí, dejando un beso en su pecho. - ¿Dónde andabas? Creí que estarías durmiendo. - Suspiré, separándome de él para observarlo mejor.

- Quise conocer la historia de tu hermano. - Él frunció su ceño, pero yo negué antes de que pudiese decir algo. - Tenía curiosidad y aproveché para hablar con él, ya que alguien decidió dejarme sola. - Thomas rió por lo bajo, dejando un beso en mi frente.

- Lo siento, pequeña. Debía ir a buscar el encargo de papá y recoger mi provisión. - Asentí, contándole mi "descubrimiento".

- No sabía que bebías directamente de una bolsa de sangre. - Thomas rió, haciendo que su risa me hiciera sonreír.

En La Oscuridad (Completa Y Corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora