Nuestro.

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Capítulo dedicado a CaataColman. Espero lo disfrutes. :)
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Estaba impactada por todo lo que acababa de descubrir. La hermana de Melissa es Serina, A.K.A: "Beatrice", pero la muy estúpida quiso acabar con su hermana.

Ahora la detesto mucho más. Ojalá y le caiga un rayo encima a la muy hija de su madre o muerda un hueso y se le caigan los colmillos. Negué en silencio ante la voz de mi conciencia, guardando mi compostura, mirando a Mel.

- ¿Cómo sabes que es tu hermana? Según lo que me dijiste, ella era pelirroja y su nombre era Beatrice. - Mel me miró con una sonrisa.

- Sus rasgos son los mismos. Y nunca pude olvidar sus ojos cuando se acercó para atacarme. Eran los mismos ojos cuando intentó atacarte a ti. - Me quedé pensando en eso, ya que todo era demasiado confuso.

- ¿Serías capaz de acabar con ella, Mel? - Miré a Melissa, viéndola dirigir sus ojos al techo de su habitación, dando un suave suspiro.

- No lo sé, Cam. La detesto por haber sido tan... tan... - Ya que ella no lo diría, yo sí lo haré.

- Perra. - Mel rió un poco, asintiendo en silencio.

- Pero sigue siendo una especie de familia. No sé de qué seré capaz si la llego a tener en frente. - Ahora que conocía esta parte de Mel, mi corazón se estrujó un poco más.

No puedo imaginar el dolor que sintió al saber que fue alguien de tu propia familia quien te traicionó. Sin importarme nada, abracé a Mel por su cintura, deseando que sintiera que no estaba sola.

- Cuentas conmigo, Mel. Siempre estaré para ti. - Sentí el suspiro suave de Mel y una de sus manos acariciar mi cabello con ternura.

- Gracias, Cami. - Me apretujó contra su cuerpo, haciéndome sonreír. - Tú eres la hermana que yo siempre deseé haber tenido. - Sonreí por sus palabras, sintiendo que se tensaba con rapidez. La miré confundida. - Es Thomas. Ya viene subiendo.

¡Oh, miércoles! Y yo aún no me he cambiado.

Melissa se levantó de golpe, corriendo hacia su armario, buscando la ropa; yo me levanté de la cama e intenté quitar el vestido de mi cuerpo, pero la estúpida cremallera quedaba en mitad de mi espalda donde mis estúpidos brazos no llegaban. Estúpidos brazos.

Bufé frustrada, acercándome a Melissa para pedir ayuda.

- Ayúdame, por favor. - Ella se giró con una sonrisa y, en un movimiento rápido, soltó la cremallera, dejándome deshacer del vestido.

Mel había sacado un jean negro, una blusa azul celeste, unas vans negras y un suéter blanco de su armario, ayudándome a colocar todo en menos de cinco minutos. Estaba soltando mi cabello, cuando escuchamos unos suaves golpes en la puerta. Miré a Mel totalmente tensa pero ella negó en silencio, empujándome dentro del baño.

Ella salió mientras yo me miraba en el espejo. Tenía mis ojos rojos y un poco hinchados; respiré con algo de culpa, sabiendo que debía hacer algo. Busqué entre el maquillaje de Melissa, encontrando unos polvos y aplicándolos para quitar un poco el enrojecimiento de mi rostro. Podía escuchar los murmullos de ambos ahí afuera pero no quería salir con los nervios a flor de piel.

Pareces una adicta, asustada porque la descubran en el acto. Reí en silencio, negando ante mis pensamientos absurdos.

- ¿Estás lista, Cami? - Miré a Melissa a través del espejo y asentí. - Relájate.

En La Oscuridad (Completa Y Corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora