Confesión

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Las cosas con Luffy cada día iban mejor, no le era fácil a Law contenerse de querer hacer suyo al pequeño azabache, en el living, en el cuarto, la cocina y el baño, ese pequeño había despertado el lado más pervertido y del joven y más.

Se veían cuando Luffy no estudiaba o Law no trabajaba, las salidas eran divertidas y a veces tranquilas, entre cenas salidas al parque, cuando el clima no ayudaba se quedaban en el departamento de Law a ver películas y comer palomitas todo el día. Realmente parecían pareja, cualquiera que los viera lo pensaría, pero no lo eran, luego de esa vez en la cafetería no volvieron a besarse, no porque no lo quisiera sino que por el lado de Law no quería presionar al pequeño, por otra parte Luffy, él si quería volver a sentir los labios del ojigris en los suyos, pero le daba vergüenza, se sentía nervioso con sólo tenerlo cerca y ni hablar de cuando se abrazaban para despedirse, los colores se le subían al rostro, era todo un poema para los ojos de Law.

¿Qué era lo que sentían el uno por el otro? Ambos se sentían cómodos con su compañía en tan solo tres meses forjaron una amistad muy fuerte llena de momentos gratos, pero ninguno se animaba a dar "ese paso" uno por miedo al rechazo y el otro por miedo a volver a sufrir nuevamente, aun así, no podían estar sin el otro.

Paso un mes más, este sería un día importante para Law, el joven estaba decidido a jugárselas del todo por el todo con Luffy no dejaría pasar más tiempo, llamo a Luffy y le pidió verse en el lugar de siempre, claramente Luffy acepto y dijo que estaría sin falta en ese lugar. El resto del día transcurrió lento y tortuoso para Law lleno de nervios, pero con una sonrisa que no se la borraría nadie, en el hospital estaban más que sorprendidos de verlo así, estaban acostumbrados a verlo serio y sin expresiones.

Cuando llego al parque Luffy ya estaba ahí, vestía una camisa roja con un jean negro y unas vans del mismo color y su apreciado sombrero colgando de su cuello, Law trago con dificultad, mentalizándose, debía controlarse solo un poco más, aunque ganas no le faltaban de tomar a Luffy en sus brazos y besarlo, mostrarle en ese acto sus más puros sentimientos y cuanto lo amaba. Camino hasta donde Luffy lo esperaba de pie.

‑‑Llegas temprano Mugiwara-ya -

‑‑Law, supongo que alguna vez debía pasar shishishi.- dijo con una sonrisa.

‑‑Me alegro, te parece si vamos cenar, hay un lugar nuevo que quiero mostrarte - dijo mientras señalaba el auto -

‑‑Claro vamos ‑‑ Dijo mientras caminaban.

Luego de conducir un rato llegaron a un restaurant de mucha elegancia. Una vez en la recepción de este, pidieron mesa para dos cerca de la ventana que dejaba ver el hermoso jardín con fuentes y luces, el mesero vino a tomar su orden y Law ordenó por ambos. Tras un momento, el mesero volvió con la orden. La cena fue tranquila y agradable platicaban de su rutina del día entre otras cosas. Luego del postre Law le pidió a Luffy que lo acompañara a un lugar, sin decir nada Luffy acepto, antes de llegar Law vendo los ojos de Luffy con un pañuelo y, lo condujo hasta unas bancas rodeadas de rosas rojas con unas pequeñas farolas que daban una tenue luz blanca y hacían resaltar las flores entre la pequeña laguna que había en el lugar, al quitarle la venda a Luffy, este quedo maravillado con el lugar, jamás había visto un lugar tan hermoso y elegante a la vez y sobre todo romántico. Law estaba decidido, era el momento de hablar.

‑‑Luffy-ya necesito decirte algo‑‑

Luffy se quedó mirándolo, nunca antes le había llamado por su nombre y había sonado tan armonioso que solo movió la cabeza y se sentó en frente de Law para que siguiera hablando.

‑‑Veras Luffy desde hace meses tengo este sentimiento dentro de mí que cada día, cada momento a tu lado crece cada vez más hasta el punto de que duele por no dejarlo salir. Desde el día que te vi en esa cafetería mi corazón dejo de pertenecerme para irse a tu lado, mis pensamientos están llenos de ti, mis días no son iguales desde que te vi esa tarde, sé que nos distanciamos intencionalmente pero créeme ese tiempo sin saber de ti, hacía que cada día sintiera como si muriera un poco más, no quiero volver a pasar por eso, sé que cuando te conocí no pasabas por el mejor momento, sé que aun duele, pero déjame ser yo quien sane esa herida... Déjame ser quien vele por tu felicidad y te llene de amor, mi vida ya no es la misma sin ti, sin tu hermosa sonrisa sin tu voz, tu inocencia, todo de ti me enamoró, pero lo que más me atrapo fueron esos hermosos ojos que tienes. En ellos encuentro el camino, en ellos veo la paz y felicidad que me arrebataron, todo rastro de dolor te lo llevaste con solo mirarme – tomo aire nuevamente controlando su acelerada respiración y calmando un poco los latidos fuertes en su interior, mientras tomaba las manos de Luffy - cada vez que te tengo cerca me siento el hombre más feliz del mundo, nada me importa más que verte reír...-

Guardo silencio una vez más para formular correctamente su pregunta a la que esperaba obtener una respuesta afirmativa.

Te Vi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora