Capítulo 3 - Segunda Temporada

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Capítulo 3 - Segunda Temporada


A la mañana siguiente, desperté por culpa de los rayos de sol que me daban en toda la cara. Me desperecé y me levanté. Tomé algo de ropa y me metí en el baño. Me quedé inspeccionando un rato donde estaban las cosas y como funcionaba la ducha. Cuando más o menos lo averigüe, me metí en la ducha. Oh, mi cuerpo se relajó nada más al notar como las gotas de agua recorrían mi cuerpo. Me tiré como un cuarto de hora debajo de la ducha.Al salir, me sequé y me coloqué mi ropa interior. La puerta del baño se abrió, dejando paso a un cuerpo que solo llevaba la ropa interior. Solté un grito y rápidamente me giré. Podía haberme quedado mirándolo ya que se supone que es mi marido y que ya le había visto muchas veces así, pero había algo en mi que me hacía sonrojar.-Lo siento -Dijo saliendo por la puerta-Acabé de vestirme, me peiné y salí del baño. Al entrar a la habitación me encontré con que él ya estaba vestido y sentado en la cama. Cuando se percató de mi presencia, se levantó. Se le notaba nervioso.-Siento si te he incomodado. Son manías que tengo y no recordaba que tu... ya sabes. -Suspiró- Lo siento.-Tranquilo, está todo bien -Sonreí- Mientras no aparezcas desnudo todo bien -Solté una pequeña carcajada--Me alegra escuchar tu risa. -Sonrió- Hacía tiempo que no la escuchaba. -Solo pude sonrojarme- Anda, vamos a desayunar mientras la pequeña no despierta.Solo limité a asentir con la cabeza y a seguirle. Bajamos hacia la cocina. Él me pidió que me sentara en la mesa mientras preparaba el desayuno. Quise protestar pero casi me fulmina con la mirada. Él me hizo el desayuno; tostadas con mermelada y un zumo de naranja.-Por cierto -Dijo él mientras le daba un mordisco a su tostada- Los chicos van a venir esta tarde -Le miré asustada- Tranquila, solo son nuestros amigos. No tienes porqué sufrir.-Pero... ¿Ellos saben que yo no...?-Si, tranquila que lo saben -Sonrió algo triste- Por eso quieren venir. Quieren ver a ver si estando todos juntos puedes recuperar algo de memoria.-No se yo... -Suspiré- Si hasta ahora no he recuperado la memoria, tras mirar las miles de fotos que hay en esta casa... ¿Como se supone que la recuperaré mirándolos a ellos? Sinceramente lo dudo.-Por intentar no pasa nada, princesa."Princesa". Oh, algo en mi interior se removió. Era tan tierno y tan cuqui que me daban ganas de lanzarme a él y darle besos. Pero no, no podía. Simplemente no podía.Se escucharon unos llantos. Él salió corriendo hacia la habitación de la niña y al cabo de unos minutos bajó. Me miró y yo simplemente asentí. Me separé un poco de la mesa y me la puso en los brazos con mucha delicadeza. La niña se veía más tranquila.-Es su hora de comer. -Le miré--¿Puedo darle yo de comer? -Mordí mi labio--Claro -Sonrió- Ahora mismo te preparo el biberón y tu misma se lo das. ¿Puedes ir a buscarla?Asentí con una sonrisa. Me encaminé escaleras arriba para ir a buscarla. La pequeña lucía un pequeño body de color blanco con ositos amarillos. Se veía hermosa.La agarré con cuidado y la mecí un poco intentando calmarla.-¿Que pasa? -Dijo él mientras entraba en la habitación--Es hermosa. -Sonreí-Me quedé embobada mirando como la niña chupaba del bibe. Tenía su manita encima de este y con la otra tapaba su cara. A veces, le tocaba la mejilla para que se despertara, ya que hacía dos o tres tomas y se quedaba dormida. Él nos miraba, no apartaba el ojo de nosotras y esa sonrisa... por dios.-¿Ves? No es tan malo. -Le sonreí-Cuando la niña no quiso más, él la agarró y se la puso en su pecho y le empezó a dar pequeños colpecitos en la espalda. Se estuvo rato largo así. Le miraba desconcertada. ¿Porque le daba golpecitos? Cuando la niña echó el eructo, él dejó de darle en la espalda y sonrió.-Buena chica, ahora, a dormir.La meció durante un largo rato y volvió a subir a la habitación para dejarla en la cuna. Volvió a bajar y me miró. Mientras él la acostaba, aproveché para limpiar la mesa y fregar los platos.-No tenías porqué hacerlo.-Vuelvo a decirte que tengo amnesia y no estoy inválida ¿vale? -Protesté- Ya tienes bastante con la niña.-¿La niña? -Soltó una carcajada- Se llama Leire. L-E-I-R-E -pronunció--No me acuerdo de los nombres. -Hice una mueca-Nos quedamos en un silencio incómodo. Suspiré y me fui a sentar en el sofá. Me sentía extraña, como que no pertenecía en este lugar. Me sentía como si estuviera invadiendo su privacidad.Pasé toda la tarde tirada en el sofá, no tenía nada que hacer y él no me dejaba hacer nada. El timbre sonó y me levanté para ir a abrir la puerta. Cuando la abrí, dos chicas se me tiraron encima.-Te hemos echado de menos. -Susurró una chica rubia--No vuelvas a darnos estos sustos -Riñó la morena-Cuando se separaron, me quedé mirándolos. ¿Quien eran?-Esto... -Me quedé en silencio--A veces son un poco tontas -Dijo un chico de ojos azules-Me los quedé mirando. ¿Quienes eran? Una de las chicas llevaba una caja bastante grande. Me hice a un lado y les dejé pasar. Todos tomaron asiento y en un rato él bajó.-Oh chicos, ya habéis llegado -Sonrió--Esto es más grabe de lo que creía. -Comentó uno de los chicos rubios--Si -Suspiró--Eso podemos arreglarlo -Dijo la rubia agitando la caja--¿Eso que es? -Él se acercó a la chica--Pues una caja.-Te has lucido -Dijo uno de los rubios--¡Callate quieres?! -Gritó la rubia-Mientras ellos hablaban y discutían, yo me quedaba mirándolos. Cada uno de los chicos era muy apuesto, y por lo que pude deducir, las chicas eran sus parejas. Pero lo que me tenía intrigada era que hacían ahí.-¿Recuerdas algo? -Preguntó la morena. De pronto, todos callaron--Esto, yo... -Callé y negué con la cabeza--Tranquila, no pienso dejar que te quedes así -Dijo mientras mecía al niño que llevaba en brazos--¿Y como lo piensas hacer? -Levanté la ceja--No se, pero algo se nos ocurrirá.-De momento, recurrimos a las fotos. -Dijo la otra morena--¿Más fotos? -Bufé- He visto todas las fotos que hay en esta casa y nada... ¿Porqué pensáis que ver fotos con vosotros me hará recordar algo? -Levanté una ceja--Míriam... -Dijo uno de los rubios.--¿Qué? -Bufé--Solo miralas ¿Vale? Puede que al verlas no recuerdes nada, pero así sabrás lo que pasó -Dijo el moreno de ojos marrones--¿De que me sirve saber lo que pasó si no recuerdo?-Deja de poner peros y miralas. -Dijo la chica rubia que llevaba la caja-Rodé los ojos. Me tendieron la caja y con mucho cuidado la abrí. Había un montón de fotos mías con ellos. Miré y miré y miré y nada. Nada de nada.-Esta fue la primera vez que fuimos de excursión con el colegio -Dijo la morena--Yo soy... -Dije señalando a la niña más pequeña de las dos--Así es. -Sonrió- Eramos como hermanas -Me miró--Ohh.Estuve mirando fotos durante un largo rato, pero, al ver que no era capaz de recordar ni siquiera una pizca de lo que me pasó, me rendí. Cerré la caja y me levanté. Todos se callaron de repente y yo básicamente les ignoré. Salí corriendo y me encerré en la habitación. ¿Que se suponía que debía hacer? ¿Porque me entran ganas de llorar?Me lo permití. Las lágrimas empezaron a caer por mi cara, una detrás de otra, sin pausa pero sin prisa. Me lancé a la cama y lloré. Lloré hasta quedar dormida.¿Que se supone que debo de hacer? ¿Se supone que debo quedarme aquí? ¿Que tal si me voy? Nope, no puedo irme... ¿Donde iría sino? Agggg. Odio esta situación. Me odio a mi. Odio todo.Soñé. Soñé que estaba con un chico, en una habitación. Era como si en realidad hubiera sido verdad, como si hubiera sucedido.-¿No puedes ponerte algo encima? -Me preguntó- Me estás provocando. -Se mordió el labio y le miré divertida--Mmmm, no, iré a cenar así. ¿Que te parece?-Pues que estás realmente sexy pero... -Dijo mientras se acercaba a mi- así solo puedes ir conmigo, cuando estemos los dos solos.-¿Seguro? -Levanté una ceja--Si, no quiero que los italianinis estos se fijen en ti.-Egoísta -Me crucé de brazos--No lo soy, pero lo que es mío, es mio. -Dijo mientras me acercaba a su cuerpo y solté una pequeña carcajada--Me tengo que vestir. -Dije separándome de él- Si no, vamos a llegar tarde.-Bueno, no pasa nada entonces. -Sonrió- Nos podemos quedar aquí y disfrutar el uno del otro.-No seas bobo ¿Quieres?-Tendría que estar prohibido que una mujer como tu se pusiera eso. -Dijo aseñalándome- Vas demasiado sexy. -Dijo acercándose--¿Si? Tampoco es para tanto bobo. -Enrollé mis brazos en su cuello--Tu eres sexy de por si. Da igual lo que te pongas. -Me besó--Oh, venga. ¿Te has enfadado? -Dije mientras le sacaba el carmín--No.-Si-No. -Volvió a gruñir--Si.-Que no.-Te quiero. -Me miró--Eso no se vale.-¿Porque? -Sonreí--Porque yo te quiero aún más. -Me besó-–Desperté del sueño. ¿Que se supone que era eso?Me levanté con una sensación extraña en el cuerpo. El dolor de cabeza estaba presente.Me puse en pie y bajé al salón. Mi corazón latía rápido. ¿Con quien se supone que he soñado?



Hola amores!!!


Aquí tenéis el nuevo capítulo, espero que os haya gustado.


¿Cómo vais viendo  la nueva temporada? ¿Os gusta, no os gusta? ¿Innecesaria o esencial para su continuación?


Gracias por leer. Espero vuestros comentarios y votos.


Besos, María.


Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora