Capítulo 40

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Capítulo 40


Los besos eran intensos, algunos hasta con rabia. Metí mis manos debajo de su camiseta y la puerta se abrió. Nos separamos al instante y pasé mis manos por mis labios. Álvaro me había mordido. Y como no, mi suerte no podía ser peor. Rocío estaba plantada en la puerta mirándonos incrédula.

-Rocío. -Dijo Álvaro tensando la espalda- Yo... -Le cortó--No digas nada. -Dijo Rocío- Ya me se el cuento. -Dijo marchándose--¡Espera! -Álvaro salió detrás de ella-

Me quedé mirando el percal. Suspiré. Bajé del lava manos y me miré en el espejo. Me retoqué un poco y fui con los demás. Los chicos habían subido a cantar.

-¿Se puede saber donde te habías metido? -Dijo Eunice--Eh... yo..-Creo que no hace falta decir nada. -Dijo Marta- ¿Porque Rocío se ha ido así?-No lo se -Alcé los hombros--Hay hermanita -Dijo Ana- Estas echa una guarrilla -Rió--¿Eh? Si yo.. no he dicho nada -Dije mirándola sorprendida--No hace falta decirlo. Álvaro tiene restos de carmín rojo en la boca y Rocío lleva gloss -Dijo Ana y todas rieron- Y da la casualidad que tu si llevas carmín rojo. ¿Que ha pasado?-Pues... -Suspiré- He estado hablando con Álvaro y.. -Se lo conté--¿Que? ¿Segundo plato? -Preguntó Andrea un poco sorprendida- No estarás dispuesta a hacerlo. ¿Verdad?-No lo se chicas. -Me mordí el labio- Es que... -Suspiré--Le quieres -Dijeron todas a la vez--Es normal. -Dijo Eunice- Pero si después de esto Álvaro sigue con Rocío... Yo de ti haría lo posible para arrancarlo de aquí -Se tocó el pecho- Ya sabes... Un clavo saca a otro clavo.-Lo he intentado -Suspiré- Pero no sale. No se que hacer. Me quiero morir.-Hola chicas! -Dijo Carlos sentándose en su silla--Hola amor -Andrea le besó--Puah, no comáis delante de los pobres -Les dije--Tu muy pobre no es que seas eh -Dijo Marta y las chicas rieron--¡Eh! Callate quieres? -Dije mirándola mal--Hablale bien a mi chiquita anda -Dijo Hugo abrazándola--Chicas, que tal si vamos a cantar? -Preguntó Eunice--Me parece perfecto -Dijo Andrea--Vale -Dijo Marta animada--Yo no -Dijo Ana- Yo mejor os veo -Rió--Como quieras.

Volvimos a ir al escenario y Andrea escogió una canción. Bruno Mars - Locked out of heaven. ¡bien Andreita! Así me gusta. Nos subimos al escenario y nos cogimos a los micros. Decidimos cantar todas a la vez y los coros de fondo los hacían Eunice y Marta.

-Oh ye ye. Oh ye ye ye -Empecé a cantar-

Empezamos a cantar, nos animábamos poco a poco según la canción. Álvaro entró y se sentó con los demás, su cara no era la cara más agradable del mundo. Sus ojos se clavaron en mi y su cara se suavizo un poco.
-Cause your sex takes to me a paradise -Canté y le miré. Pude ver que tenía una pequeña sonrisa en la cara-
A medida que pasaba la canción, empezamos a saltar y a hacer un poco el loco, golpeando el palo del micro cada vez que llegaba el estribillo. Cuando acabamos los chicos se levantaron para aplaudirnos, igual como el resto de la sala. Bajamos y nos sentamos con ellos. Mi copa seguía intacta. No la toqué desde que habíamos llegado. Así que la cogí y pude ver como David me miraba y yo le sonreí.

-Tranquilo, no pienso hacer nada malo -Sonreí- Tampoco me voy a pasar.-Eso espero princesita.-Confía en mi -Le guiñé el ojo--¿Y Rocío? -Preguntó Blas--Esto.. se ha ido. -Dijo Álvaro rascándose la nuca--¿Porqué? -Preguntó Dani.--Estábamos cantando y vimos que se iba hacia el baño porque tardabas en venir -Dijo Carlos- Entonces vimos que se fue enfadada, saliste tu corriendo detrás de él y al poco tiempo salió... -Me miró- O dios mio... -Se horrorizo--¿Que pasa? -Pregunté--¿Os habéis liado? ¿Es eso? ¡Por eso se ha ido Rocío tan enfadada!-Esto... -Dijimos los dos a la vez--No es eso... Solo estuvimos hablando -Dije mordiéndome el labio--¡Oh, venga ya! -Dijo David- Si solo estuvierais hablando Rocío no se hubiera puesto echa una furia -Miré a David--Solo estuvimos hablando, de verdad. -Dijo Álvaro y todos le miraron--No me lo creo pero bueno... -Dijo Carlos- Ya sería hora de que le perdonaras -Me miró--¿Que tal si nos vamos a dar una vuelta? -Dijo Marta--Yo opto por ir a la disco -Dijo Dani--Yo estoy con Dani -Dijo Ana--Pues vamos! -Dijimos Álvaro y yo al coro y todos rieron--Venga va, pero nada de desmadres eh princesita -Dijo David abrazándome--Tranquilo. No pienso beber. -Sonreí-

Nos fuimos del karaoke. Fuimos andando hasta la discoteca y en el camino nos quedamos Álvaro y yo atrás.

-Se ha enfadado ¿Verdad? -Dije mirando al suelo--Si. -Susurró- Pero eso no es lo de menos. -Me miró--A que te refieres?-Ella ya sabía lo que había, y las consecuencias que podía haber si se involucraba mucho en esta relación -Suspiró- Igual, me siento mal porque siento que he estado jugando con ella y con sus sentimientos durante este mes. -Metió sus manos en el bolsillo del pantalón- No se...-Bueno, tranquilo... seguro que lo arreglaras con ella. -Dije levantando los hombros--No quiero arreglarlo. Ella en estos momentos no es la chica que me importa. -Me miró--No te entiendo Álvaro -Suspiré- Primero me dices que la quieres, que sientes cosas por ella incontrolables, que me quieres pero que también la quieres a ella... Segundo estás con ella y cuando nos pilla besándonos dices que ya no te importa. ¿A que coño estas jugando?-A nada. Solo que me he dado cuenta de que te quiero solo a ti.

Me quedé de piedra. No dije nada más durante el trayecto. Entramos en la discoteca y empezamos a bailar. "Me he dado cuenta de que te quiero solo a ti" esas palabras me habían tocado, estaba fuera del mundo, me había dejado KO... No tenía ganas de nada, solo de irme a casa y echarme a dormir y quizás a llorar. Álvaro no paraba de mirarme, me estaba poniendo nerviosa. Les dije a las chicas que no me encontraba bien y que me iba. Ellas se despidieron de mi y me fui. Pensaba ir caminando, sola, hasta casa para poder pensar en lo que Álvaro me dijo. Pero esas ideas quedaban muy lejos de la realidad. Nada más salir a la puerta de la discoteca, Álvaro estaba allí, mirándome y dispuesto acompañarme sin decir nada. Fuimos caminando. Hasta que me paré, tenía los pies destrozados por culpa de los tacones, así que me los saqué y como no, Álvaro solo miraba.
-Te -Dijo sacándose los zapatos- ponte esto anda.-Pero... -Me interrumpió--Pero nada, no llevas ninguna media y vete tu a saber que puedes coger en los pies.-Álvaro... tus zapatos me van enormes -Reí una vez me los puse- a parte... no quiero que ensucies tus calcetines...-No te preocupes por mis calcetines... se lavan o se tiran -Sonrió y un escalofrío me pasó por la espalda- ¿Tienes frío? -Asentí- Ven aquí anda. -Me abrazó-

No dijimos nada durante todo el camino. Mmm, su chaqueta, su aroma... No podía creer que le tuviera entre mis brazos, otra vez. Oler su colonia desde tan cerca. Cuando llegamos a casa, me saqué sus zapatos y se los di.

-Bueno, espero que las chicas no lleguen muy tarde -Dijo con un tono de preocupación--¿Te tienes que ir andando hasta casa? -Le pregunté. En el fondo, me preocupaba demasiado por él--Si. -Sonrió- Pero no pasa nada. Bueno, buenas noches. -Dijo dándome un beso en la mejilla y se iba--¡Espera! -Grité y se giró--¿Que?-Quedate -Susurré--¿Que? -Volvió a decir--Que te quedes. -Le miré- No quiero que te vayas solo a estas horas por esos caminos tan oscuros... Quedate y mañana por la mañana te vas...-Eh, no... me gustaría quedarme, pero no quiero incordiar más de lo que te he incordiado esta noche -Suspiró--¡Oh, venga! Tu nunca estorbas -Dije sin pensar y él me miró sonriendo- Quiero decir, como buena ex tuya que soy, no dejaré que te vayas solo a estas horas. -Me mordí el labio.- Si te pasara algo... yo... a mi me daría algo.

Tras decir eso, Álvaro se abalanzó sobre mi, besándome. Cerró la puerta de una patada, tiré mis tacones mientras daba un pequeño salto para enroscar mis piernas en su cintura. Los besos eran salvajes, tenían pasión y sobre todo amor. No podía aguantar más, necesitaba tenerlo, sentirlo, ser uno.. Subimos hasta mi habitación, allí me bajé de él, nuestros labios no se separaban, parecían desesperados. Me saqué la chaqueta inmediatamente, igual que hizo Álvaro y la dejó caer al suelo, nos volvimos a juntar y no esperé para sacarle la camiseta, le fui empujando hasta caer en mi cama. Una vez allí, me deshice de mi camiseta y de su cinturón. Álvaro empezó a besar mi cuello y nos dio la vuelta, se deshizo de mi pantalón y de mis bragas dejando besos por todo mi cuerpo mientras bajaba. Cuando me di cuenta, los dos estábamos en un vaivén brusco, desesperado y placentero. Álvaro no paraba de chupetear y besar mi cuello y yo le gemía a la oreja. Se que eso le pone.

-Dios mío... -Susurré- Como sigas así... yo..

Cogí aire y me agarré fuertemente de su espalda, clavándole las uñas y arañándole. Los dos habíamos soltado un gemido y Álvaro cayó a mi lado, rendido. Apoyé mi cabeza en su sudoroso pecho, y jugueteé con el con mis dedos.

-Tendríamos que vestirnos -Susurré--¿Porqué? -Preguntó abrazándome a él--Porque las chicas no se imaginan que estás aquí, como entren y vean este percal... -Reí--Mmm, vale.

Nos levantamos de la cama, cogimos la ropa y la pusimos en la silla que tenía en la habitación, Álvaro se puso su camiseta y el bóxer, yo me puse una camiseta que justamente era suya y unas braguitas.

-Y yo buscando esa camiseta y la tenías tu. -Sonrió y me abrazó--¿A si? Me la hubieras pedido. -Dije escondiendo mi nariz en ella- Todavía huele a ti.-Seguro que habrás echo cosas con ella -Me guiñó el ojo--¡Oye! -Le pegue- Yo no hago esas cosas -Levanté los brazos- Por más desesperada que esté. -Álvaro estalló en carcajadas.- A mi no me hace gracia, marrano -Me crucé de brazos.--Era una broma. -Me volvió a abrazar-
Me encaminé hacia mi cama, me puse mirando la pared, dando signo de que me había enfadado. Álvaro soltó una pequeña carcajada, se estiró y me abrazó. Dormimos en cucharita. Lo que quedaba de noche se me pasó volando. De repente, me desperté a causa de unos gritos. Tenía la cara de Álvaro delante mío. Era tan divino cuando dormía...


-¿Esta aquí Álvaro? -Preguntó una voz bastante conocida--¿Pero que coño estas diciendo? ¡Cómo va a estar aquí! -Dijo Andrea enfadada--Se que la estáis cubriendo. ¡No soy tonta! ¿Donde esta ella?-Debe de estar en su habitación. ¿Donde si no? -Dijo Eunice--Como esté aquí los aplaudo -Bromeó Blas-

Volví a cerrar los ojos, me abracé a Álvaro y noté como sus brazos me apretaban junto a él como si fuera un peluche. De pronto la puerta se abrió de mala gana.


Hola amores!!


Espero que os haya gustado y espero que dejéis vuestros comentarios, pero por favor tenéis que comentar y decirme que es lo que os parece.
Gracias por leer.
Besos, María.

Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora