Capítulo 26

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Capítulo 26:



Sonó el despertador de ambos móviles. Álvaro hizo el esfuerzo de coger el móvil y miró la hora . Noté como se sobresaltó y salió corriendo a coger su ropa. Yo seguía dormida y me daba mucha pereza levantarme.



-Mierda. Mierda. Mierda -Maldijo Álvaro- Amor, despierta. -Me zarandeo- Venga! -Gritó-

-Tranquilizate -Susurré- Tengo mucho sueño, estoy muy cansada. Cinco minutos más.

-Joder Míriam, son las diez y cuarto y en una hora tienes que estar en el aeropuerto.


Cuando escuché eso, salí corriendo de la cama, me puse mi ropa. Maldecí en todo. ¿Porque no podíamos olvidarnos de todo y seguir tumbados en la cama? Cuándo los dos estuvimos listos, cogimos nuestras cosas y nos largamos. Álvaro llevaba todas las rosas en la mano. ¿Cuándo las había cogido? Bah, da igual. Nos subimos en el coche y fuimos hacia casa. Una vez allí, corrí a la ducha, me sequé el pelo y me cambié. Me puse un vestido veraniego blanco con flores y unos tacones marrones. Cogí mi bolso y allí coloqué mi MP3, mi móvil, el cargador, los auriculares, el pasaporte, los billetes, maquillaje... Suspiré. Cogí mi maleta y empecé a bajar por las escaleras. Allí estaban los chicos.



-Bueno, creo que... me tengo que ir ya -Dije mirándolos- Espero que os vaya bien la gira -Sonreí-

-Esperamos que vaya bien con tu padre -Dijo Blas y todos reímos-

-Eso también lo espero yo. -Dije jugueteando con mis dedos-

-Amor, no estés nerviosa -Dijo Álvaro abrazandome- Todo saldrá bien

-Eso espero Álvaro. No conoceré a Cloe -Rodé los ojos- hasta la noche. Y al novio de Ana tampoco -Suspiré- Creo que le diré que me encuentro indispuesta y que no podré bajar. -Reí nerviosa-

-No digas tonterías amor. -Me abrazó- Tu puedes con todo y con mucho más -Me susurró en la oreja-

-Si bueno... -Suspiré-

-Vamos, que te acompaño a la estación -Dijo Álvaro cogiendo mi maleta-

-Eh.. no.. Cuando os vais vosotros?



Los chicos alzaron los hombros. Suspiré. Álvaro le pidió permiso a Dani para coger su coche, y le dio las llaves. Metió mi maleta en el coche y me senté abrochándome el cinturón, después de despedirme de todos. Carlos estaba abrazado a Andrea y Blas le había cogido la mano a Eunice. Esos cuatro hacían una pareja maravillosa. Álvaro arrancó y encendió el aparato de música. Yo me puse mis gafas de sol . No quería irme.

Al llegar al aeropuerto, cogí mi maleta. Todavía quedaban veinte minutos, así que fuimos a la cafetería a tomar algo. Estuvimos los dos callados todo el rato. Incomodo. Lo se. ¿Pero que podía hacer?. Pedí un bocata, tenía demasiada hambre y no había comido nada desde anoche. Los minutos pasaban lentamente, me torturaban. De repente, una voz llamó a los pasajeros, suspiré y miré a Álvaro, que este se había puesto rígido. Nos levantamos y me acompañó a facturar la maleta.



-Me tengo que ir ya. -Aspete-

-Lo se. -Me miró con lástima- Te echaré de menos. -Asentí-

Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora