Capítulo 5

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Nota de la autora:

Hoy oficialmente es el día en el que me toca subir Götzeus así que aquí tenéis el capítulo cinco y no olvidéis comentar lo qué os parece ;) Y a ver qué tal llego a mi casa porque hoy toca fiesta JAJAJAJ 

En la multimedia os dejo una foto de Götzeus y la canción "Ya me enteré" de Reik que viene perfecta para este momento. 

Yo dejo esto por aquí...

Yo dejo esto por aquí

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-¿Te apetece compartir habitación conmigo?- Preguntó educadamente Mario.

-Creo que voy a repetir como compañero de Mats.- Sonreí.

Esta era una sonrisa falsa. Al menos me estaba manteniendo fuerte frente a él... Cuando él era mi completa debilidad.

Narra Mario:

-Bueno, al menos ha sido un avance que él me haya saludado y esta vez no me haya rechazado de manera brusca como la otra vez.

-Sí, parece ser que se le está pasando poco a poco.- Dijo Bastian.

-Pero puede que siempre me lo eche en cara.

-No, Mario, no pienses así. Él te quiere y va a darse cuenta.

Decidí ir a buscar a Marco para que fuésemos a dar un paseo y así poder hablar con él.

-Mario, estoy cansado del viaje. Me gustaría dormir un rato antes de bajar a cenar.

-Solo te pido dar un paseo, no vamos a hacer una maratón.- Le pedí al rubio.

-Está bien, pero solo un rato que luego quiero dormir.

Sonreí al ver como él accedía. Mats estaba en la habitación y pude ver como sonreía cuando ambos nos marchábamos juntos.

-¿Sobre qué quieres hablar conmigo?- Preguntó Marco.

Parecía estar a la defensiva así que empecé preguntándole otras cosas y no intentando disculparme.

-¿Qué tal todo por Dortmund?

-Bien, estamos haciendo una buena temporada.- Sonrió Marco.

Sabía que él estaba orgulloso por el trabajo del equipo.

-Me alegro. ¿No te duele la marcha de Lewandowski?

-Sí, me duele. Al final de la temporada se va a ir al Bayern...

Aun no era el momento para disculparme porque ahora él iba a saltar de manera brusca recriminándome que le había dejado solo y que le había roto el corazón.

-¿Qué tal con Auba?

Ese hombre me daba celos, veía que ponía en peligro todo lo que podía tener con Marco. Estuve hablando con varias personas que le conocían y me habían dicho que era gay, si no estaba intentando conquistar a Marco, poco le faltaba.

-Es un gran amigo, me llevo muy bien con él. Siempre estamos juntos, ya sabes, de aquí para allá.

Los celos me carcomían por dentro, pero respondí intentando aparentar normalidad. No sientes celos, no, Mario. ¿A quién estás engañando? Te mueres de celos, no quieres que pase con él más tiempo.

Narra Marco:

En el momento en el que Mario me preguntó por Auba quise darle celos para ver si realmente él me quería de verdad, pero no saqué nada en claro porque su respuesta fue:

-Me alegro mucho, Marco. Lo mejor es que tengas grandes amigos en tu equipo.

A veces dudo de si él me ama, pero en el fondo sé que no soy correspondido.

Esta vez era el último partido para la clasificación del Mundial, estábamos primeros de grupos y de nuestro grupo pasaban los dos primeros y era muy difícil que perdiésemos este último partido. De todas formas, un segundo puesto no estaría nada mal.

En el terreno de juego, Mario y yo volvimos a entendernos y conseguimos otro gol entre los dos. Esta vez quien empujó el balón al fondo de la red fue Mario y yo fui quien le dio el pase. Corrí a celebrar con él y en cuanto llegué, toqué su cabeza como siempre hacía.

-¡Felicidades por el gol!- Chillé emocionadísimo.

-Gracias a ti por el pase, rubio. ¡Ha sido fantástico! Me has dejado el trabajo hecho.- Me abrazó fuertemente y pude oler su aroma, pero pronto se acabó nuestro momento a solas porque nuestros compañeros vinieron con nosotros a festejar.

Conseguimos darle los tres puntos a Alemania con nuestro gol y otro de Bastian.

Después del partido, Mario y yo nos quedamos en el bar que había en el hotel charlando un rato.

-Entonces... ¿Con Auba?- Preguntó él.

Mario llevaba ya unas dos copas y los efectos del alcohol se notaban en él.

-Nada, tío. Te lo juro.- Comencé a reírme.

Yo también estaba notando los efectos, en mi caso eran tres copas.

-¿Me lo prometes? Mira que me pongo celoso.- Mario rio, pero esto último no me hizo mucha gracia a mí.- ¿Qué pasa? Parece que has visto un fantasma con la cara que acabas de poner. ¿Te encuentras bien?

Mario sí que he visto un fantasma, el de nuestra relación. ¿Aún me quieres? Me pregunté a mi mismo, pero no tenía la valentía de preguntártelo a la cara. 


Esto es lo que se pregunta Marco...

Esto es lo que se pregunta Marco

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Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora