Princesa.

#34

K.

Harry me había invitado a cenar, me preocupé por Charlotte pero me aseguró que Gemma y Louis cuidarian muy bien de ella. Salimos, la dejamos con muchos besos prometiendo que regresariamos por ella. Nos dio besos con muchas babitas y nos despedimos.

Caminamos por todo el pasillo, no sabía a donde íbamos pero el me guiaba ansioso. Llegamos al invernadero del Castillo, flores de todos colores decoraban el piso, las flores recién regadas y bellísimas, nos sonreimos y apretó más mi mano.

H: hace mucho que no saliamos solos -sonrio- amo mucho a Charlotte pero también extraño tenerte sólo para mi
K: -me sonroje- y yo extrañaba a mi esposo
H: vamos a cenar

Me jalo hacia el centro de todo este gran lugar, había una mesa pequeña con velas aromáticas. Me ayudó a sentarme y Marie apareció con mi comida favorita, lo mire desconcertada.

K: ¿cuando paso todo esto? -sonreí-
H: sorpresa, Marie es una buena cómplice -la miro- muchas gracias
M: de nada su Majestad -sonrio- disfruten su noche

Cenamos entre risas o charla algo sería sobre el futuro de Gales, Charlotte y nosotros. Cambio su cara al tocar el asunto del Rey de España.

K: ¿que pasó Harry? -la mire preocupada- ¿no coopero?
H: si, nos ayudó -bajo la mirada- hablo de Charlotte...
K: ¿que dijo de ella? -dije rapido-
H: tranquila -me miro- quería... que hiciéramos planes con Charlotte... ya sabes...
K: como yo -suspire- ¿no aceptaste, verdad?
H: por supuesto que no Katherine
-tomó mi mano sobre la mesa- no le haría eso a nuestra pequeña, quiero que ella encuentre el amor por si sola y no por obligación
K: como nosotros...
H: nosotros nos enamoramos pero ¿si a ella no le pasa lo mismo? ¿si la casamos con la persona incorrecta? No quiero eso para mi hija -sonrio-
K: ¿me lo prometes? -le sonreí-
H: para siempre amor

Seguimos hablando sobre las ideas locas del Rey de Francia o incluso sobre la boda de mi hermano con Gemma en Austria para relajar el ambiente tenso.

H: ¿quieres postre? -me miro-
K: si -dije emocionada- ¿que es?
H: la verdad -murmuro- había planeado que el postre fueras tú.

Me sonroje. Demonios.

K: ¿aquí?
H: -rio- vamos

Me dirigió por el jardín , el interior del Castillo, subimos las escaleras hasta llegar a un habitación de madera de arce y decorada por colores crema, la cama matrimonial estaba cubierta de cojines negro con blanco. Un poco alejada de las demás, privada y con un ambiente romantico.

Harry se giró y me rodeo con sus brazos sin dejar de mirarme.

H: voy a pasar mi primera noche con alguien en este Castillo -sonrio- es algo que no he hecho nunca sinceramente.
K: ¿soy la primera?
H: y la única -lo bese- primero tengo que quitarte ese fabuloso vestido, date la vuelta.

Su mirada es de amor y algo más oscuro entre ellos, eso me encanta. Obedezco y sus manos suben hasta mi cuello, me quita el collar de perlas con delicadeza, se deshace de mi peinado simple y deja caer la cascada de cabello.

H: tienes un pelo precioso esposa mía -me habla al oido- eres mía

Me aparto el pelo de los hombros, siguiendo con sus dedos en el borde de mi vestido, me entremezco por la anticipación, me da un beso con amor en la espalda justo en el primer botón.

H: eres tan hermosa -dice mientras desabrocha el primer boton- me haces el hombre más feliz del mundo -con lentitud desabrocha el vestido- te amo, eres mía.

Cierro los ojos y ladeo el cuello para darle acceso. Mi marido es estupendo. Quede en corsé ajustado, pantaleta de encaje y medias de seda.

H: mía -repite mientras deja caer el vestido-

Me rodeo la cintura con el brazo, apretandome contra el y acaricio con un dedo el borde de mis pechos con lentitud. Abandono aquel lugar y  recorre sus manos a mi estómago, mi vientre y después sigue bajando a mis muslos para bajar las medias. Me hizo acostarme debajo de el mientras lo rodeaba con las manos y piernas.

K: la ropa -susurre-

Le cuesta quitarse el chaleco que tiene, se separa un minuto de mi para desnudarse, yo queria hacer eso...

K: déjame por favor -dije con voz suave-

Se siento sobre los talones, me acerco para quitarle el moño negro, levanta la barbilla para desabrocharle el primer botón de la camisa, lo consigo y paso a los gemelos que llevaban bordado una K y H en plateado como signo de pertenencia. Cuando le quito la camisa agarra mi mano y le da un beso. Sonreimos.

Al acabar desnudos sobre la cama, basándonos y restragandome su erección en mi muslo, nos separamos mientras mordia su cuello.

K: Harry... Por favor -dije excitada-
H: ¿que deseas esposa mía? -susurro en mi oido-
K: a ti, por favor -gemi-
H: y yo a ti, mi adorable esposa -dijo quitándose los calzoncillos- mía
K: Harry... -suplique-

Sonrío lascivo, perverso y tentador. Se acomoda entre mis piernas, me sujeta de la cabeza y sin ningún preámbulo se introduce en mi interior con una embestida haciendo que de un grito de placer. Jadea algunas palabras en alemán, se queda quieto y después gira la cadera para introducirse más haciéndome gemir.

H: n-necesitaba esto -jadea- j-joder

Grueñe en voz baja, me besa con brusquedad, lo rodeó con las piernas y brazos, protegiendolo y apretandolo contra mi.

Empieza a moverse una y otra vez, mi cuerpo toma control propio y voy al encuentró con mi sentido en cada embestida. Gimo en voz alta. Siento un burbujeo en mi parte baja... estoy llegando.... y el me esta llevando más allá, mejor que la primera vez.

H: vente conmigo -jadea y se eleva un poco- abre los ojos -ordena- necesito verte

Parpadeo y lo veo sobre mi, la cara tensa, los ojos más verdes que nunca, salvajes y brillantes. Su pasión y amor por mi es increíble, cuando veo que me da un tipo de señal me deje ir por mi orgasmo, el echó hacia atrás la cabeza.

H: ¡oh Katherine!

Exclama y se une a mi clímax, empujando todo a mi interior. Por un momento se quedó quieto, salió de mi y se acostó. Tenia los ojos cerrados, me rodea con los brazos para que me acorrucara en su pecho.

K: te amo -sonrei-
H: y yo a ti -beso mi frente- y demasiado amor.

Sonreimos y nos quedamos dormidos.

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